Entre amenazas, rumores, oposiciones y ausencias por licencia psiquiátrica, momentos tensos se viven en la División de Adquisiciones del Ejército (DIVAE) alrededor de la polémica por las irregularidades denunciadas en las licitaciones de compras de camiones militares por parte de las empresas Tata y Salfa. Las compañías alegaban haber sido excluidas injustificadamente de una licitación de más de 98 millones de dólares pese a haber ofrecido condiciones más favorables.
Así lo han denunciado diversas fuentes internas a Radio Bío Bío quienes, apoyando los recursos interpuestos por ambas compañías, han asegurado que, aunque Kaufmann no cumplía con ciertos criterios de las bases y presentó ofertas que, según ellos debieron haber sido descartadas, la licitación de camiones estaba desde el inicio inclinada a su favor. La misma institución ya había sido cuestionada en el pasado por la Contraloría por realizar millonarios tratos directos con la empresa.
Sin embargo, en lo que fue descrito como un “hermético” proceso entre cuatro paredes, en la última semana la argumentación de las compañías fue rechazada por el organismo liderado por el General Javier Iturriaga del Campo, dando paso a que nuevamente las compras de camiones se hagan a Kaufmann. Según distintos involucrados este desenlace ya se veía venir.
Desde el inicio de la licitación y luego de la publicación de la nota “Flanco abierto en el Ejército: acusan favoritismo y manipulación en compra de camiones”, la hostilidad interna aumentó. En los últimos meses ha habido distintas reestructuraciones al interior de la DIVAE debido a la salida de funcionarios en comisiones de servicio o con licencias psiquiátricas, principalmente aquellos que habrían cuestionado o directamente se habrían negado a firmar documentos relacionados con la licitación. Según cuentan desde adentro, las presiones incluso fueron para empezar a redactar los contratos con Kaufmann a pesar de estar pendientes los recursos presentados por las empresas excluidas.
El rechazo del recurso y mantención de camiones Kaufmann
El año pasado se abrió una licitación con un presupuesto de $98.204.274 dólares que constaba en tres líneas distinta para la compra de 373 vehículos. En las tres secciones participaba Kaufmann, compitiendo contra Tata Advanced System Limited en una de ellas y contra Salinas y Fabres S.A. (Salfa) en otra, estando solo en la última, adjudicándosela de forma automática.
En las otras dos líneas, a pesar de haber las ofertas administrativas ya sido aceptadas en la fase correspondiente –y ser más baratas–, fueron posteriormente rechazadas en una instancia irregular por supuestamente incumplir con tecnicismos no excluyentes. En el caso de Tata, además, el camión de Kaufman no pasó las pruebas técnicas, ya que su camión no soportó el peso mínimo requerido.
Esto era lo que argumentaban los recursos de ambas empresas, los cuales el pasado viernes 13 de junio fueron respondidos por parte del Ejército. Las decenas de páginas rebatían la argumentación afirmando que los incumplimientos no fueron intrascendentes y que la autoridad licitante no tenía un deber de solicitar la rectificación. Así ambos documentos concluían igual: se RECHAZA el recurso jerárquico deducido por la empresa en contra de la resolución impugnada.
Con el rechazo de los recursos a las empresas involucradas no le quedan más instancias internas para reclamar al Ejército, quedando la línea en la que competía con Salfa adjudicada a Kaufmann. Según confirmó el Ejército a Radio Bío Bío, en la sección en la que Kaufmann competía con Tata, se abrirá una nueva licitación al no haber cumplido ninguna de las empresas con todas las condiciones necesarias. Sin embargo, personas involucradas en el caso comentaron que el mal precedente que deja la decisión desincentiva a las empresas a participar en futuras licitación.
A pesar de que existe la posibilidad de enfrentar la situación desde un ámbito penal, esta opción podría traer sus propias consecuencias negativas, como la pérdida de confianza y consecuente exclusión de otras licitaciones, además de más gastos económicos.