Una desconocida acción legal —acogida a trámite el pasado viernes 5 de enero— se tramita desde el pasado jueves en los tribunales de justicia. ¿El querellado? El destacado empresario y político capitalino, Herman Chadwick Piñera.
Según el documento al que tuvo acceso la Unidad de Investigación de Bío Bío, al hermano del ex ministro del Interior del Gobierno de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick Piñera, se le imputan los delitos de prevaricación y exacciones ilegales. Todo esto, en el marco de un proceso de división de activos de la familia Gómez Pacheco, donde Chadwick Piñera cumplió funciones de “árbitro”.
“A modo de síntesis, la querella se funda en hechos simples y abiertamente ilegales. Un otrora juez árbitro -cuya jurisdicción se encuentra vencida hace más de 1.000 días-, determinó que, para él, las normas legales no tienen ninguna importancia. Ni siquiera aquellas consagradas en el Código Penal”, señala el libelo.
En buenas cuentas, al querellado se le acusa de arrogarse atribuciones de los tribunales ordinarios para enajenar cientos de inmuebles con un valor global que se calcula en millones de dólares. Además, este buscaría que se le paguen millonarios honorarios que —según los querellantes— no tendría derecho a percibir.
“En efecto, el otrora compromisario llamado Herman Chadwick Piñera, decidió por sí y ante sí que tiene potestad de imperio, que la Constitución y la ley reservan a los tribunales ordinarios; tanto así que puede enajenar inmuebles en representación de personas que se han manifestado expresamente en contra de ello, aun cuando fue advertido de la ilegalidad profunda que esto importaba”, agrega el texto.
Los millones
Y eso no es todo. La querella agrega que “también decidió que, a pesar de haber cobrado más de 1,2 millones dólares por su cometido y haber manifestado por escrito hace 3 años que nada se le adeudaba, ahora —con el plazo del arbitraje vencido—, pretende cobrar más de 120 millones de pesos adicionales”.
Bajo este contexto, Jonás Gómez —representado por el abogado Álvaro Jofré Serrano— señala que “como si fuera poco, más de la mitad de esos dineros que pretende obtener fueron justificados como ‘trabajo’ de una abogada que pertenece a su despacho cuando, en realidad, fueron realizados en todo o parte por un abogado con poder en la causa y que representa a la contraparte”.
En total, según el escrito, buscaba hacerse de $70 millones en favor de María José Vergara Valdés. Todo ello, por supuestos “servicios prestados en la elaboración de las escrituras públicas de adjudicación de los bienes inmuebles de las sociedades”.
A juicio de los querellantes, dichos trabajos ya habían sido encargados y pagados a un tercero en el marco de la disputa familiar. Y “ni siquiera se realizaron de manera autónoma por quien fue supuestamente contratado para ello”.
El libelo sostiene que Chadwick también “fijó de manera imprevista nuevos honorarios para dos de sus actuarios (Gerardo Ovalle Mahns y Paulina Paz Aguilar Escudero) en 20 millones de pesos para cada uno, es decir, 40 millones en total”.
“Esta es absolutamente injustificada y sólo demuestra el afán de Chadwick por enriquecerse a costa de mi representado”, reza la querella.
Pugna familiar
La historia de la familia Gómez Pacheco y la ruptura de los hermanos es de larga data. Son cuatro: Jonás, Magdalena, Teresa y Segundo. “El patrimonio que se pretende dividir incluye los derechos y acciones de dos compañías mineras cuyo valor excede los 1.000 millones de dólares; centenares de bienes inmuebles en Chile y el extranjero”, describe el libelo.
Se crearon dos facciones. O bandos. Uno de ellos el de Magdalena, Teresa y Segundo. El otro es el de Jonás y sus hijos. Fue así, en el proceso de división de los bienes que se inició en el año 2016, con Felipe Bulnes de por medio en una especie de “mediador”, que no se había podido alcanzar el éxito en las gestiones. Y los conflictos aumentaban.
La falta de acuerdo entre ambos bandos hizo que se acordada “que el proceso divisorio fuese realizado en el marco de un arbitraje, incluyendo para dicho efecto un compromiso dentro del Acuerdo Marco, designando nominativamente al señor Herman Chadwick Piñera como Árbitro”.
A juicio del querellante, “lo relevante en este punto es que el compromisario fue designado para resolver diferencias entre las partes en orden a cómo materializar la división, y no se le confirió un mandato para que él ejecutara los actos jurídicos necesarios para ello, ni mucho menos se lo erigió como juez partidor”.
Así las cosas, “uno de los ilícitos que funda esta querella consiste en que el compromisario resolvió, contra ley expresa, que él suscribirá escrituras de adjudicación, enajenando el dominio de cientos de inmuebles que hoy pertenecen a sociedades disueltas, lo que importa una infracción directa y a sabiendas del artículo 635 del Código de Procedimiento Civil, que reserva a los Tribunales Ordinarios”, sostiene el escrito.
Chadwick Piñera vs Jonás Gómez
La pugna que hoy se instala en los Tribunales de Justicia tiene en la mira a Chadwick Piñera. Y no es cualquier persona. Es ex presidente del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago.
Asimismo, según consigna en su perfil de LinkedIn, destaca su “presidencia” del directorio de Enel, director de Aguas Andinas, Viña Santa Carolina e Inversiones Aguas Metropolitanas. También resalta la vicepresidencia de Intervial Chile.
En la vereda de enfrente, Jonás Gómez Pacheco. Una de sus últimas apariciones públicas nos lleva a la pelea que este tuvo con Felipe Bulnes Serrano, exministro de Justicia y de Educación durante el primer gobierno de Sebastián Piñera. El origen del conflicto, según dio cuenta BioBioChile, fue una agresión verbal que Bulnes le habría dicho: “Yo a este hueón no lo saludo”.
Previo a la publicación de la nota, la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío se contactó vía WhatsApp con el empresario Herman Chadwick Piñera, sin obtener alguna declaración de su parte. Una vez publicado el artículo periodístico, el abogado de la Universidad Católica, señaló:
“Varios puntos de todas las resoluciones que he dictado y que han ido a través de recursos judiciales a la Corte de Apelaciones y Suprema han confirmado mi actuar. No he recibido ningún peso fuera del honorario que me pagaron. Esa es una difamación. Es una querella calumniosa que solo busca amedrentarme”.
