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Mujeres condenadas: los anhelos de quienes sueñan con la reinserción

Mujeres condenadas: los anhelos de quienes sueñan con la reinserción

Sábado 26 marzo de 2022 | 06:00

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Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

¿Qué dolores, miedos y anhelos esconde las mujeres en la cárcel? La de San Joaquín, en la región Metropolitana, por ejemplo, soledad para las internas extranjeras y de regiones, temor a la pérdida de beneficios penitenciarios, el sueño de la libertad y el deseo de estudiar. Un conversatorio realizado por la Defensoría Penal Pública, que juntó a las máximas autoridades de Gendarmería y el Ministerio de Justicia, dio las luces y sombras que viven las internas.

A un costado del ingreso al gimnasio del Centro Penitenciario Femenino (C.P.F.) de San Joaquín un colorido mural con la frase “libertad a la familia” recibe a las máximas autoridades de la Defensoría Penal Pública (DPP), Gendarmería de Chile y los nuevos titulares del Ministerio de Justicia, Marcela Ríos y Jaime Gajardo.

Al interior, 30 internas -todas cumpliendo condena- los esperan para desayunar. Hay café, jugo, canapés y agua mineral sobre las mesas. Es miércoles 16 de marzo. También aparece en la escena la conocida animadora nacional Karen Doggenweiler, quien saluda a los presentes con una imponente sonrisa.

¿Qué dolores, miedos y anhelos esconde la cárcel para las mujeres? Algunas respuestas: soledad, temor a la pérdida de los beneficios penitenciarios, el sueño de la libertad y el reencuentro con la familia. Por eso la Defensoría Penal Pública (DPP) realizó el conversatorio para escuchar a las internas y dar a conocer los derechos que les asisten (con enfoque de género). Actualmente, un 17% de las personas que atiende la institución son del sexo femenino.

En perspectiva, según cifras de Gendarmería hasta febrero de 2022, en nuestro país hay 2.946 mujeres tras las rejas (subsistema cerrado), lo que representa un 7%, aproximadamente, de la población penitenciaria privada de libertad. Por regiones, la Metropolitana lidera las cifras, le siguen Tarapacá, Valparaíso y Antofagasta.

¿Por qué delitos caen? El defensor nacional, Carlos Mora Jano, entregó detalles. “Los delitos normalmente por los cuales se encuentran privadas de libertad dicen relación con el tráfico, el robo, y delitos que tienen que ver con la violencia de lesiones”, dijo en la cita. Y agregó: “Los dos primeros, con nuestra experiencia, sabemos que dicen relación con que ustedes tienen que poder lograr sacar adelante una familia, y para aquello necesitan recursos”, sin el ánimo de justificar los delitos sino empatizar con el fondo del asunto.

Mora, quien fue nombrado en octubre de 2021, también hizo eco de una recordada frase que en 2018 dijo en ese mismo lugar Nelly León, campellana del Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, en el contexto de la visita del Papa Francisco a Chile.

“En alguna oportunidad, hace algunos años atrás, la hermana Nelly León señaló: ‘En Chile se encarcela la pobreza’. Nosotros, los defensores penales públicos, sabemos que eso es así, sabemos que les cuesta sacar adelante una familia, que no tienen oportunidades que tienen otras personas, por eso la defensoría durante toda su existencia ha tratado, ha intentado visibilizar esto”, indicó el defensor nacional.

La conducta

Qué piensan las internas, qué sienten, qué viven, qué dolores cargan con ellas. Cuatro mujeres compartieron sus testimonios en la actividad. La primera de ellas, Eliana, de nacionalidad boliviana, condenada por tráfico de drogas, abogó por ella y sus pares del extranjero. ¿El motivo? La soledad que viven lejos de sus familias.

“Quisiera pedir ayuda por las extranjeras, porque aquí de repente nosotras nos sentimos solas, no tenemos familia, nuestros hijos están lejos, y para poder tener un beneficio (…) necesitamos a alguien, pero lamentablemente no tenemos nadie aquí, nos encontramos solas”, le relató Elena. Y agregó: “Hay personas que tienen arriba de 10 años, otras de 8 (…) y no podemos salir ni siquiera a trabajar a Talita Kum porque nos falta red de apoyo”.

Tras Elena tomó la palabra Julia López, quien desde un inicio transparentó que era “reincidente”. ¿La razón? Asumió la responsabilidad penal del ilícito que cometió su hijo. “Mi primer delito lo cometí bajo mi responsabilidad, porque era una mujer adulta, ahora estoy cumpliendo un delito de mi hijo. Decidí hacerme cargo de este para que mi nieta no viviera lo mismo que vivieron mis hijos con mi ausencia”, contó Julia.

Visiblemente afectada, la mujer dijo que todo esto lo hizo para que su sucesor no tuviera antecedentes penales ni ingresara a la cárcel. Esto último, siguió, porque “en las cárceles no se aprende mucho, no se avanza, muchas veces se retrocede”.

Al interior del C.P.F. de San Joaquín la DPP cuenta con tres abogados penitenciarios especializados con enfoque de género para atender a una población, aproximada, de 500 internas. Son estos los encargados de dar cobertura a los requerimientos de las mujeres. Uno de ellos: buscar impugnar las sanciones impuestas por Gendarmería.

Julia lo relató así: “Es triste lo que se vive con el tema de la conducta porque vivimos con mucho miedo acá de perderla, ya que es un año que se retrocede cuando se comete un error”. En fácil: esto significa que de ser sancionadas por alguna falta al régimen penitenciario podrían retroceder más de 12 meses en su evaluación de conducta, la cual es bimestral.

Cleria Navarro, condenada a 10 años de prisión por el delito de homicidio simple, fue otra de las participantes en la actividad que dio a conocer una aspiración personal frustrada: quiere estudiar. “Quiero sacar una carreta técnica, quiero estudiar prevención de riesgos porque afuera mis papás trabajan en una constructora, entonces siempre he trabajado de jornal, en la pega más bruta que hay en la construcción”, dijo.

Juana Castro, de la ciudad de La Serena, con varias condenas por robo con violencia e intimidación, también tomó el micrófono para dar a conocer la soledad de las internas de regiones. “​Muchas no tenemos la posibilidad de ver a nuestras familias”, dijo.

“Las personas que somos de afuera y no tenemos la posibilidad de que nuestra familia nos visite, quedamos sin la posibilidad de tener contacto con ellos, y queríamos ver y saber si la ministra pudiera hacer algo por ese tema porque nosotras somos madres, hijas, nietas, tenemos familia que quisieran saber de nosotras”, solicitó la interna.

Karen Doggenweiler, en una suerte de intervención para digerir las palabras de las mujeres que se abrieron en el conversatorio, con voz cálida dijo: “Yo estoy segura, ministra, y a todos quienes nos acompañan que aquí no solamente estamos poniendo oídos, sino que de todas maneras yo creo que hay algo que hacer y que se puede de todas maneras”.

Y la ministra, que dejó la mesa con las autoridades de Gendarmería y la DPP para sentarse a desayunar con cuatro internas, habló: “Tenemos que también pensar en cómo poder colaborar y pensar el tema de los beneficios para las personas que no tienen red de apoyo, creo que ahí hay que trabajar fuertemente y escucho con mucha atención los temas de conducta y estudio”. Y agregó: “Más allá de que podamos escuchar esto en la oficina, nunca va a ser lo mismo que escucharla de ustedes mismas”. Es la primera cárcel que visita Marcela Ríos tras asumir el cargo el pasado 11 de marzo.

Marcela Ríos, ministra de Justicia, en el C.P.F. de San Joaquín.
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

“Seguimos manteniendo esta lógica de la encarcelación de los más pobres”

Dentro de las invitadas a la actividad estaba Nelly León, capellana del Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín. Su nombre saltó a la fama el pasado 16 de enero de 2018. Ese día, en medio de la visita del Papa Francisco a Chile, dijo: “En Chile se encarcela a la pobreza”. A más de cuatro años de aquel evento, León habló con Radio Bío Bío y sostiene que si bien se ha avanzado en estos últimos cuatro años, se mantiene una lógica de “encarcelación de los más pobres”.

– Han pasado 4 años desde que dijo que en Chile se sigue encarcelando la pobreza. ¿Mantiene esa afirmación?

Hemos superado varios escollos, digamos, hay una mayor preocupación sobre todo estos últimos cuatro años, una mayor preocupación por la mujer. Se han abierto algunos otros espacios pero seguimos manteniendo esta lógica de la encarcelación de los más pobres.

– ¿Cuáles son las deudas que mantiene el Estado con las reclusas?

La educación, una educación de calidad justa, salud de calidad y viviendas dignas. En pandemia pudimos darnos cuenta de cómo viven los pobres hoy día, gente que se exigía que hiciera cuarentena su su domicilio cuando tenían… no sé, espacios súper reducidos cómo hacías cuarentena, cómo aislar a las personas contagiadas de las no contagiadas, entonces creo que eso fue una foto, la pandemia nos dio una foto de la realidad de cómo viven los pobres hoy día y yo creo que esa es una deuda pendiente.

Defensa de género

Alejandro Gómez, jefe de la Unidad de Defensa Penal Especializada del Departamento de Estudios de la DPP, conversó con las internas, y señaló a La Radio que “lo más novedoso de esta reunión fue algo que nosotros sabíamos, pero cómo lo sienten ellas es diferente: el temor de perder los beneficios (…) y que eso signifique una calificación mala en su conducta”.

El abogado también entregó un dato no menor: “Las mujeres son mucho menos visitadas que los hombres, o sea, los varones presos son visitados habitualmente por mujeres, pos sus parejas o sus madres, la mujeres presas están lamentablemente abandonadas”.

Otra cuestión siempre demandada y que demandan las mujeres -agrega Gómez- tiene que ver con la atención de salud. “Sé que eso tiene que ver con recursos, pero creo que hay que hacer un esfuerzo mucho mayor de parte del Estado por proveer de una atención de salud digna para las mujeres”, ahondó.

Por su parte, Keomara Henríquez, defensora penal pública penitenciaria del C.P.F. Santiago, menciona que “la mujer es la que une a la familia” y esto las internas lo tienen muy claro. Por eso, la abogada dice que estas viven el proceso “con mucha culpa, ansiedad, tristeza”, emociones que con la pandemia se han agravado.

Al igual que Alejandro Gómez, Keomara sostiene que “lo que vemos también es que existe mucha preocupación con el tema de la atención médica, la falta de atención médica (…) Si bien existe enfermería, no existen médicos especialistas en el C.P.F. Santiago, y las afecciones médicas que existen acá pasan a la misma sala de espera que existen en todos los hospitales públicos”.

La penalista, además, es una convencida que la privación de libertad debe analizarse desde una perspectiva de género donde no es lo mismo, por ejemplo, tener un celular para llamar a la familia, como dieron cuenta las internas en el conversatorio, que para cometer un delito.

“Esta privación de libertad con perspectiva de género implica muchas veces, en periodos entre navidad y año nuevo, que van a existir muchísimos castigos que van a privar a internas que mantenían conducta muy buena de postular a la libertad condicional de abril, por ejemplo”, dice Keomara.

Y agrega: “Esta es una situación que se repite todos los años, pero el reglamento de establecimientos penitenciarios no admite excepciones ni va a resguardar estas situaciones específicas cuando se trata de mujeres. Por eso creo que analizar la privación de libertad, analizar el reglamento de establecimientos penitenciarios con una perspectiva de género es fundamental”.

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