La operación mediante la cual la Universidad de Santiago (USACH) busca adquirir el Instituto Profesional Arcos ha levantado fuertes cuestionamientos políticos y académicos. Parlamentarios de la oposición acusan a la casa de estudios de actuar con poca transparencia, sin control presupuestario y guiada por un sello ideológico. Algunos adelantan que la misión, más que para fortalecer a la casa de estudios, fue más bien salvar las inversiones del Partido Comunista (PC).
Las críticas aumentaron tras conocerse el Decreto Supremo N°352, firmado por el Presidente y el entonces ministros de Hacienda, Mario Marcel, que autoriza una millonaria garantía estatal que cubriría el financiamiento de la compra. Para algunos sectores, la medida equivale a un salvataje encubierto que compromete recursos públicos en una operación cuya conveniencia aún no ha sido explicada.
Pese a la controversia, los antecedentes demuestran que el proceso se gestaba desde hace meses. La USACH solicitó el dinero en enero de 2025 a través de un oficio, y ya comunicó públicamente la adquisición a su comunidad educativa.
Compra controvertida
El 1 de octubre de 2024, el Instituto Profesional Arcos anunció su cierre por inviabilidad financiera ante la regulación de aranceles y la gratuidad. Poco después, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) informó que recibiría a los alumnos de la sede de Valparaíso, mientras que la Universidad de Santiago (USACH) inició conversaciones para absorber la sede de Santiago.
El 18 de diciembre de 2024, el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, habría participado en una sesión del Consejo Académico de la USACH, donde -según presentes- abordó la eventual compra del Arcos por un monto estimado de $10 mil millones, cifra que luego se elevaría a $11.500 millones.
El 31 de enero de 2025 el rector Rodrigo Vidal, envió un oficio al entonces ministro de Hacienda, Mario Marcel, solicitando la autorización del ministerio para pedir un crédito de la banca nacional y contar con el beneficio de la garantía estatal. Específicamente con el propósito de financiar un proyecto de inversión en el marco del plan de crecimiento institucional de la universidad.
Cabe recordar que si bien el instituto Arcos es una institución sin fines de lucro y no tiene propietarios, el histórico rector José Sanfuentes Palma, fue militante del Partido Comunista por más de 10 años y ha sido una figura ligada al PC. De igual forma, el subsecretario Orellana, a pesar de ser militante del Frente Amplio, según fuentes de la Radio, sería cercano al “mundo comunista”. Sin olvidar que el ministro de la cartera, Nicolás Cataldo, es un militante activo de dicho partido.
Decreto Supremo N°352
La solicitud se materializó el 15 de abril de 2025. Sin embargo, fue recién el 16 de septiembre que el Gobierno promulgó el Decreto Supremo N°352, firmado por el Presidente y Marcel, que otorgó una garantía estatal por $32.100 millones para respaldar un crédito destinado a infraestructura universitaria de la USACH. Y con esto comenzaron los rumores en los pasillos del Congreso de que el Ejecutivo estaría ayudando a sus aliados del PC.
Aunque el decreto no menciona al Instituto Arcos, diversas fuentes confirmaron que la operación se enmarca en mismo financiamiento, lo que ha generado serias dudas sobre la legalidad y el uso final de los fondos.
Según fuentes de la Radio, dentro de esos $32.100 millones estaría la compra del instituto, y que todo fue conversado con el gobierno.
Dinero de los chilenos
Para el diputado de la UDI, Sergio Bobadilla, “que la USACH haya comprado el Instituto Arcos con un crédito con respaldo del Estado, creo que, por decir lo menos, es una situación irregular. Por eso, en las próximas semanas vamos a constituir una comisión investigadora para conocer todos y cada uno de los detalles que existen en torno a esta compra que, por decir lo menos, reitero, creo que es irregular”.
Sin embargo, su par de RN, Hugo Rey, tiene un tono aún más duro para referirse al tema. “Lo que nosotros tenemos es el doble estándar”, señala el parlamentario. También está de acuerdo en constituir la comisión investigadora para profundizar en que “si tiene viabilidad económica la institución que quiere crecer, que quiere desarrollarse, que quiere ampliar, me parece bien que lo haga. Pero cuando tiene sustento, tiene los respaldos para hacerlo. Cuando esto no es así, no nos parece adecuado. Y sobre todo, que el Estado esté involucrándose en esta situación en medio de otras instituciones que en el pasado tuvieron que cerrar las cortinas, también no nos parece justo”.
Ejemplifica con el caso de TVN: “Esto es lo mismo que la Televisión Nacional. Si no puede financiarse, si no puede funcionar como corresponde, somos los chilenos que tenemos que sacar la plata de lo posible de toda la gente para poder financiar algo que no tiene por dónde”.
Además agregó que no entiende por qué “esta forma de actuar diferente de parte del gobierno, de presionar en cierto sentido a la USACH, que es un poco lo que dicen algunos académicos, para poder salvar a este instituto profesional. No sabemos cuáles son los lazos que tiene con el gobierno, con la autoridad del gobierno de este instituto que es tratado de forma especial respecto de las otras instituciones que han desaparecido en los últimos años”.
Distinto piensa Emilia Schneider del Frente Amplio. Para ella, lo más relevante es velar porque los estudiantes puedan completar sus programas de estudio. Por esto hace un llamado a los parlamentarios de oposición a “en vez de buscar trabas para las soluciones, colaboremos porque lo central es garantizar el derecho a la educación” y que “ninguna decisión que se tome por parte del ministro de Educación puede vulnerar la autonomía institucional”.
Comunidad educativa
Además la USACH envió a toda la comunidad educativa un documento donde explica la compra del instituto: “Con el objetivo de profundizar el sello histórico de la Universidad de Santiago de Chile como heredera de la Escuela de Artes y Oficios, fundada hace 176 años, la Universidad decidió adquirir el Instituto Profesional Arcos”, señala el texto.
La casa de estudios explica que la decisión se enmarca “en la tradición de hacer parte de la casa de estudios la ciencia, el saber técnico, las artes, las culturas y el desarrollo humano, elementos que han definido a la USACH desde sus orígenes” y que gracias a esto, la Universidad “fortalece su presencia académica en áreas creativas, culturales y comunicacionales, las cuales son esenciales en la conformación de la identidad como institución pública comprometida con el desarrollo integral del país”.
Asimismo, sostienen que al conocer el cierre del instituto les “pareció importante dar continuidad a un proyecto educativo con más de 40 años de trayectoria, al alero de nuestra institución. La decisión de la USACH de adquirirlo permitirá, finalmente, que el estudiantado continúe su formación profesional en nuestra institución, pública, estatal y con sello social”.
El documento enfatiza en que “el Instituto Profesional Arcos nunca ha estado en quiebra. Su traspaso a la Universidad se enmarca en la solicitud de cierre voluntario, regulado por la legislación vigente y supervisado por la Subsecretaría de Educación Superior, lo que asegura la legalidad y la transparencia del proceso”.
En el escrito se detalla que es un terreno de 13.4000 metros cuadrados, ubicado en la comuna de Peñalolén (Ver imagen del documento). Y según fuentes de La Radio, la construcción del inmueble sería de 5000 metros cuadrados.
Cambio en el precio
Pese a los cuestionamientos, la USACH comunicó la adquisición a su comunidad educativa mediante un documento institucional que buscó dar un tono patrimonial y cultural a la operación. En el texto, la universidad sostuvo que la decisión “profundiza su sello histórico” como heredera de la Escuela de Artes y Oficios y que busca dar continuidad al proyecto educativo del Arcos.
Sin embargo, no entregó información sobre el detalle financiero de la transacción ni aclaró de qué manera se utilizarán los fondos garantizados por el Estado. Tampoco explicó por qué el precio de compra aumentó en más de $1.500 millones en pocos meses, lo que el propio plantel justificó como parte de una “negociación natural” que incluiría equipamiento y marca institucional.
Textualmente indican que “septiembre de 2025, el Consejo Universitario Triestamental, al recomendar favorablemente la aprobación del empréstito que incluía la compra de Arcos, conoció el monto definitivo fijado por el vendedor y formalizado en la promesa de compraventa por escritura pública, el que asciende a 11,5 mil millones de pesos” y que “esta evolución responde a la progresión natural de una negociación de estas características, la cual incluye activos inmobiliarios, equipamiento educacional completo (con tecnologías de última generación) y la marca institucional de Arcos”.
USACH
Fuentes ligadas a la operación indicaron que, en el marco de la Ley de Presupuestos 2025, la USACH solicitó a Hacienda autorización para endeudarse por $40 mil millones, de los cuales $32.100 millones contaron con garantía estatal. Esa autorización habría sido visada bajo el argumento de “crecimiento institucional”, sin precisar el destino específico de los recursos.
El decreto fue tomado de razón el 4 de septiembre, permitiendo que la universidad avanzara con su plan, pese a las advertencias sobre la falta de transparencia en el uso de fondos públicos.
Radio Bío Bío se comunicó con la USACH para obtener una versión oficial, pero la institución declinó entregar comentarios.
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