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La fatal peregrinación de Úrsula: la joven que murió por conductora ebria que zafa de prisión

La fatal peregrinación de Úrsula: la joven que murió por conductora ebria que zafa de prisión

Sandra Martínez Tapia

Periodista de Investigación en BioBioChile. Colaboradora en Prensa

Viernes 28 febrero de 2025 | 10:13

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Edición BBCL

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Resumen generado con Inteligencia Artificial y revisado por el autor de este artículo.
Herramienta desarrollada por BioBioChile

Úrsula viajaba a San Carlos de Purén con su pololo para conmemorar a la virgen. Sin embargo, ese mismo día ocurrió un trágico accidente en el que perdió la vida. Javiera Ruiz Freire, en estado de ebriedad con 1.86 gramos de alcohol en la sangre, chocó contra el auto de Úrsula y su pareja, causando la muerte de Úrsula al instante. A pesar de la evidente irresponsabilidad, la magistrada rechazó la prisión preventiva para Javiera, quien actualmente se encuentra en arresto domiciliario.

Úrsula iba camino a ver a la virgen de San Carlos de Purén cuando Javiera Ruiz, una conductora ebria, se atravesó en su camino. La mató al instante y dejó con lesiones a su pareja. Pese a que su alcoholemia marcó 1.86 gramos por mil de alcohol en la sangre, es decir, iba en completo estado de ebriedad, el tribunal consideró que una prisión preventiva era "desproporcionada". Entre los argumentos que dieron para dejarla con arresto domiciliario estaban sus buenas notas de enseñanza media, su rol como enfermera y su colaboración en la investigación. La familia de Úrsula es tajante en exigir justicia: "Ella sí es una asesina, porque ella, libre y voluntariamente, decidió hacer uso de su vehículo y conducir a sabiendas que podía chocar".

Ese 8 de diciembre de 2024 Úrsula estaba animada. La vida le sonreía y no como una frase cliché cualquiera. Úrsula llevaba disfrutando de una seguidilla de momentos que la tenían optimista esa mañana.

Sus alegrías eran simples: pronto saldría de vacaciones, el verano que estaba por llegar le daba vitalidad y, se acercaba navidad, su árbol ya lo tenía desempolvado y a medio armar. Vania, su hermana mayor, que fue a almorzar ese día con ella, lo percibió.

—Yo le dije, “¡Oye, qué estás cariñosa!” —recuerda hoy, a dos meses de ese momento.

Les sirvió a todos un almuerzo distinto: completos para su sobrino, un sándwich a su hermana y comida casera a su madre. Después, Úrsula se terminó de maquillar. Saldría desde Concepción a San Carlos de Purén para la conmemoración de la virgen. Era la primera vez que iba junto a su pololo y el plan era partir a la hora de almuerzo para volver esa misma tarde.

—Yo le digo “Oye, no seas loca, vas con pura polera.” Y me dice, “Ay, pero si hace calor y vamos y volvemos.” Yo le volví a decir: “Ya, pero lleva tu polerón”. Me respondió: “Pero si vamos y volvemos.” Y llegó y se fue —rememora Vania.

Antes de irse, Úrsula le dijo a su hermana que, una vez que regresara, le terminaría un cuadro que llevaba pintando hacía semanas. Era un óleo de Jesús bendiciendo el pan que quedó estancado cuando su perrita le comió los lentes. Días antes le habían entregado unos nuevos. Estos eran rojos y parecían de gato.

En el trayecto a San Carlos de Purén, Vania nunca dejó de comunicarse con su hermana. Se enviaban mensajes para saber cómo iba el viaje que debería haber durado poco más de dos horas. Lo último que le escribió Úrsula fue que tardarían más de lo presupuestado. Eran pasadas las cinco y media de la tarde. Después de eso no hubo más respuesta.

A las diez de la noche Vania le volvió a escribir. A la una de la madrugada despertó angustiada, sin novedades de ella. A las seis de la mañana comenzó a desesperarse.

—Mi mamá me habla y me dice: “tu hermanita no llegó, ¿tú sabes algo de ella?”. Ahí ya me preocupé —recapitula.

Siguió insistiendo y volvió a llamar a su hermana y al pololo de esta. Fue al trabajo de este último y preguntó por él. Le respondieron que no se presentó a la reunión que tenía pactada para ese lunes. Nadie sabía de ellos. La buscó toda la mañana hasta que recibió la llamada de un amigo.

—Él me dice: “El Señor llamó a Úrsula”. Evidentemente con eso comprendí que Úrsula había fallecido.

Llamó a los hospitales y al Servicio Médico Legal, con eso supo que era verdad. Su hermana había muerto ese mismo 8 de diciembre después de enviarle el último mensaje. Fue un choque provocado por Javiera Ruiz Freire, una conductora en estado de ebriedad que marcó 1.86 gramos por mil de alcohol en la sangre en su alcoholemia.

En otras palabras, sobrepasó la norma por 1,06 gramos.

En la audiencia de formalización la magistrada Mery Ramírez Escalante rechazó la prisión preventiva para Javiera. Argumentó que era una medida “desproporcionada”. La Corte de Apelaciones determinó lo mismo. Hoy, figura con arresto domiciliario.

Los dones de Úrsula

Úrsula González (42) fue la tercera de cinco hermanos. Era la conciliadora de la familia como la describen ellos mismos. Si alguno peleaba, predominaba su carácter para calmar los ánimos. Nació en una familia católica. Su hermana Vania dice que de niñas iban más por sus padres, pero que con mayor discernimiento fue decisión propia: no se imaginaban la vida sin la iglesia y sin Dios.

También era animalista y de “espíritu libre”. Recogía seres vivos de la calle e intentaba darles un nuevo hogar. De pequeña demostró varios dones, principalmente el de la pintura. En la capilla de Adoración al Santísimo que está a un costado de la Parroquia del Sagrario, cerca de la catedral de Concepción, hay dos cuadros suyos: un Cristo y la Virgen del Silencio.

—Son unas pinturas maravillosas. En el Sagrario cuando le pedíamos colaboración para pintar los cirios pascuales igual ayudaba en eso. Cuando era la obra de Navidad maquillaba a los niños, a los adultos. Hubo un tiempo que también participó en los comedores sociales. Ella siempre tuvo la necesidad de dar y ayudar —destaca Vania.

Cuadros del Sagrario

Úrsula también fue muy cercana a su madre: ambas vivían juntas desde que su padre murió de cáncer. Era ella quien se preocupaba de todo, sobre todo de los controles médicos y de prepararle sus almuerzos. El día del accidente fue su mamá la primera en darse cuenta que algo no andaba bien. Era extraño que no llamara y mucho menos que no llegara a casa.

Cuando se enteró que su hija estaba muerta, que fue al día siguiente, no dijo mucho: optó por no hablar y guardarse todo.

—Entonces generó una alergia, hubo unos días en que perdió la voz, otros días que no podía caminar. Ha sido muy complejo —admite Vania —Tú ves cómo ella va desapareciendo. A veces tira el perfume de Úrsula. Tiene su foto y le habla.

“Tu hermanita no llegó”

El domingo 8 de diciembre, Vania llegó con su hijo cerca de las dos de la tarde donde Úrsula. Ella estaba terminando unos completos para su sobrino.

—Yo le dije “oye, que estás cariñosa.” Me respondió “sí, porque ya viene la Navidad, llega el verano, voy a salir de vacaciones”…

Se estaba preparando para salir con José, su pareja. Era la primera vez que asistirían a La Virgen de la Purísima de San Carlos de Purén para variar un poco y no ir, como todos los años anteriores, a la Inmaculada. Ese día, además, era especial para ella, no sólo porque como devota podía conmemorar a la virgen, también porque llevaba el nombre de una: Lourdes, símbolo de la esperanza y el consuelo.

El trayecto original consistía, desde Concepción a San Carlos de Purén, de poco más de dos horas. Había que pasar por Cabrero y Los Ángeles. Úrsula se preparó y salió cerca de las dos de casa. Dejó su maquillaje revuelto, el árbol a medio armar y los planes de cocinar galletas navideñas a la vuelta. Se despidió feliz, asegurando que volvería esa misma noche.

En todo momento se fue comunicando con Vania para avisarle que iba todo bien. Cerca de las 17:30 Úrsula le escribió que estaban lejos y llegarían tarde, que estuviera pendiente de mamá.

—Yo le digo que bueno, que yo iba a estar atenta a mamá y que la iba a llamar, pero que tratará de no regresar muy tarde porque esas rutas son peligrosas.

Úrsula no le respondió. Vania tampoco insistió, pensó que estaba ocupada.

A las diez de la noche le volvió a mensajear. Tampoco hubo respuesta. Se durmió y despertó a la una de la madrugada angustiada. Revisó su celular esperando que le hubiese avisado que estaba en casa, pero nada.

—¿Intentaste llamarla?

—No, porque igual dije que ya era muy tarde, que quizás estaba dormida. Uno siempre cree que de las cosas malas se va a enterar inmediatamente.

A las seis de la mañana su madre le escribió: “Tu hermanita no llegó, ¿tú sabes algo de ella?”.

Cuadros de Úrsula incompletos

En estado de ebriedad

Úrsula y José iban transitando a la altura del kilómetro 20 por la Ruta Q-61-R en Santa Bárbara cuando le escribió ese mensaje a Vania. Desde allí, y por la pista contraria, venía manejando Javiera Ruiz Freire (28) una camioneta gris. Quería llegar a Los Ángeles.

Según la querella de la familia, “debido al estado de ebriedad en el cual se desempeñaba Javiera, esta traspasó el eje de la calzada, obstruyendo la pista de circulación de los vehículos que circulaban en sentido contrario”. Los testigos que venían detrás relataron que en tres oportunidades se desvió del camino.

José, que era quien manejaba, intentó esquivarla y se movió a la pista del lado, pero Javiera retomó su vía y los impactó a toda velocidad. El auto quedó con pérdida total. Él sufrió un traumatismo intracraneal que fue catalogado como “leve”, y Úrsula murió al instante.

Javiera fue detenida ese mismo día por Carabineros, quienes, según se lee en el documento, se dieron cuenta inmediatamente de que estaba ebria “por sus signos físicos, rostro congestionado, inestabilidad al caminar y hálito alcohólico”. Su examen respiratorio marcó 1,86 gramos por mil de alcohol en la sangre. Según la Ley Tolerancia Cero, iba en completo estado de ebriedad.

—Mis hermanos fueron hasta el lugar del accidente y hablaron con la gente. Algunos testigos dijeron que esta mujer gritaba todo el rato que ella era funcionaria pública, que no la tocaran. Descontrolada total. La habían encontrado en un estado bastante deplorable —recalca Vania.

Según el Registro Nacional de Prestadores Individuales de Salud, Javiera posee el título de Técnico en Enfermería desde 2015. En 2023 sacó el de Enfermera en la Universidad Santo Tomás. Y ese mismo año, desde octubre, está trabajando a contrata en el Hospital de Los Ángeles, mismo lugar donde le hicieron la alcoholemia vía examen de sangre. Ese resultado, hasta la fecha no está listo.

La información de Transparencia detalla que el mismo mes que protagonizó el accidente (8 diciembre 2024), trabajó 143 horas extras nocturnas.

El defensor público de Javiera, Patricio Gutiérrez, confirmó a BBCL Investiga que su licencia de conducir y los papeles de la camioneta estaban al día.

—¿Por qué Javiera no entregó primeros auxilios al momento del accidente?

—Como es de esperar ocurrido este accidente, la imputada por encontrarse en estado de shock, no pudo prestar ningún tipo de atención médica a los otros ocupantes y desde luego habría sido altamente inconveniente que lo hubiera realizado dado precisamente la ingesta alcohólica de la misma.

Sin prisión preventiva

Después de buscarla toda la mañana Vania recibió la llamada de un amigo de la familia que le dijo que el “Señor (Dios) había llamado a Úrsula”.

—Yo me puse mal. Le dije ¡¿cómo sabes eso?, ¿de qué estás hablando? Fueron muchos sentimientos encontrados —revela Vania.

Le explicó que no sabía mucho, sólo había leído una noticia de un accidente de tránsito en Santa Bárbara y las coincidencias eran evidentes. Vania no quiso creerlo del todo. Pensó que era una casualidad. De todas formas empezó a llamar a los hospitales del sector y por último, al Servicio Médico Legal, donde le confirmaron que su hermana estaba ahí. La habían identificado por las huellas y su cédula de identidad.

—Yo les dije “si ustedes hicieron todo ese trámite, ¿por qué no llamaron a un miembro de la familia? ¿Por qué Carabineros no notificó?”. Entonces me responde “eso no es responsabilidad de nosotros”.

Mientras intentaban trasladar su cuerpo a Concepción, Javiera Ruiz estaba en la audiencia de formalización. Fiscalía pidió la prisión preventiva como medida cautelar, pero fue rechazada por la magistrada Mery Ramírez Escalante. Argumentó que debido a su irreprochable conducta anterior, era una medida “desproporcionada”. Fiscalía apeló esta decisión en la Corte de Apelaciones de Concepción para intentar revertirlo, pero el resultado fue el mismo.

—La Fiscalía, no conforme con esa resolución, recurrimos ante la Corte de Apelaciones de Concepción, sin embargo, esta Corte confirmó el criterio usado por el juez de garantía de Santa Bárbara (Mery Ramírez) y mantuvo la cautelar de arresto domiciliario total y no dio lugar a la prisión preventiva —comenta a BBCL Investiga el fiscal del caso, Juan Carlos Vargas.

Entre los argumentos que esgrimió el tribunal para decretar el arresto domiciliario, están los antecedentes personales y labores de Javiera. Estos últimos se reducen a que el jefe de Unidad de Capacitación del Hospital de Los Ángeles, dio cuenta que la imputada hizo cursos de perfeccionamiento con notas sobre 6.

“Además, da cuenta de un informe de enseñanza media de enseñanza técnico profesional con un 6,2, una carta de recomendación y conducta de don Marcelo Pino Gómez, supervisor del Complejo Asistencial Doctor Víctor Ríos Ruiz, que se estima que debía ser de fecha reciente, recomendando el comportamiento de doña Javiera”, estipula la resolución del juzgado.

También señalan que Javiera “no evadió su responsabilidad” porque se realizó la prueba de alcoholemia.

“El Tribunal tendrá especialmente presente, primero, que la imputada ha prestado su colaboración con la investigación al no huir del lugar. Segundo que se practicó el intoxilaiser y el examen de alcoholemia en forma voluntaria, lo que también el Tribunal entiende que implica colaboración con la investigación. Asimismo, no cuenta con antecedentes pretéritos, se trata de una enfermera que, a través de los antecedentes que se han esgrimido en esta audiencia por la defensa, da cuenta de antecedentes laborales, recomendándola, como una persona de buen comportamiento, que es miembro de un grupo familiar que en que el jefe, hogar sería su madre”, concluyeron.

¿Y la Ley Emilia?

Fiscalía arguyó que la Ley Emilia implica que la imputada debería cumplir un año de privación de libertad sin derecho a una pena sustitutiva. Como respuesta, el tribunal refutó diciendo que no se ajustaba al caso, sumando los antecedentes ya expuestos.

“El Tribunal entiende entonces que la medida cautelar de prisión preventiva sería desproporcionada en cuanto a los fines de la investigación y especialmente en lo relativo a la seguridad de la sociedad, por la gravedad de la pena asignada al delito”, sentenciaron.

Carolina Figueroa, docente del Departamento de Política y Gobierno de la UAH, y presidenta de la Fundación Emilia, explica que esto influirá en su condena final porque, si bien Ley Emilia establece penas privativas de libertad, no está exenta del artículo 348 .

Artículo 348: “Para estos efectos, se abonará a la pena impuesta un día por cada día completo, o fracción igual o superior a doce horas, de dichas medidas cautelares que hubiere cumplido el condenado.”

En otras palabras, la legislación actual establece que un día de arresto domiciliario total es equivalente a un día de prisión efectiva al momento de abonar el tiempo. Y en este caso, el tribunal dio 9 meses para investigar, tiempo que Javiera se mantendrá en arresto domiciliario.

—Este caso sirve para levantar el debate sobre esta equiparación. Algunos sectores consideran que el arresto domiciliario total, al cumplirse en el domicilio del imputado, no tiene la misma intensidad restrictiva que la prisión efectiva en un centro penitenciario. Por ello, se ha propuesto modificar la legislación para que la equivalencia no sea de 1:1. Por ejemplo, se ha sugerido que se requieran cuatro días de arresto domiciliario para equivaler a un día de prisión efectiva —esclarece a este medio.

Carolina es enfática en otro punto:

—La aplicación de cualquier norma en Chile es relativa al tribunal y su interpretación. Y segundo, tenemos serios problemas sobre las garantías de los imputados en todo orden de norma.

Quien también apunta esa línea es el abogado querellante, Marcelo Villena. Para él, “los criterios de los tribunales son variables”. O sea, así como hay algunos que aplican medidas más drásticas, otros no.

La hermana de Úrsula mantiene la esperanza de que se aplique “justicia” en el accidente de su hermana.

—Si tú me preguntas a mí, hasta el momento, esto esto a mí sólo me demuestra que una persona puede cometer este tipo de delitos y salir impune. Y aunque mucha gente me dice que no es así, para mí ella sí es una asesina, porque ella, libre y voluntariamente, decidió hacer uso de su vehículo y conducir a sabiendas que podía chocar.

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