(11:18) —Esposo estoy en Concepción comprando los regalos que nos faltaban, después voy a pasar a dejarle el suyo a la hijita y como te quedó almuerzo de ayer pasaré donde la mari a tomar once con ella. Yo te llamo para que me pases a buscar 🥰.
A René Jiménez Molina le alcanzó el tiempo para todo, hasta para bromear. Después de matar a su esposa y esconder su cuerpo, pudo limpiar las manchas de sangre, crear un escenario falso y llegar al trabajo. Incluso, con cierta holgura. Una vez ahí, en el Líder de Coronel donde era reponedor, le alcanzaron los minutos para revisarle el celular y enviarse mensajes a sí mismo haciéndose pasar por ella. Más tarde los usaría como coartada.
El objetivo era decorar todo a su favor. Fingir que Estela, su esposa, había salido temprano desde casa para hacer las últimas compras navideñas. Era 21 de diciembre de 2023. Parecía un panorama obvio. Al final del día, él no tendría más remedio que anunciarles a todos que Estela no volvió. Que no le respondió los últimos mensajes. Que estaba desesperado buscándola. La verdad era otra: Estela nunca salió de casa y su cadáver estaba escondido en la habitación del lado.
Un artículo previo de BBCL Investiga reveló la dinámica del femicidio. También la declaración de René Jiménez una vez que se enteraron que él, el mismo que apareció en televisión pidiendo ayuda para hallar a “su” mujer, era su asesino.
Ahora los nuevos antecedentes —a los que accedió este medio— dan cuenta que Jiménez planificó cada movimiento. Ese hombre que catalogaron con “hobbies raros”, no sólo escondía a un asesino en su interior, también a un pervertido que almacenaba pornografía infantil. El 24 de enero de 2025 el tribunal lo condenó a 15 años de cárcel. Una “burla” como lo catalogó la familia de Estela. El Ministerio Público exigía la perpetua.
“¿Me quiere mucho, verdad?”
La primera declaración de René Jiménez fue el 23 de diciembre de 2023. Él mismo llegó hasta la Brigada de Investigación Criminal de Coronel. Ya llevaba 48 horas fingiendo la historia falsa que se había montado y transmitiéndosela a todo el que se le pasaba por delante. La mentira sostenía que ella salió temprano de su casa en Coronel para comprar regalos. En ese trayecto, Estela se perdió o la secuestraron. Las teorías eran infinitas.
—Respecto de Estela, a quien llamo “chica”, puedo señalar que es una mujer cariñosa, con la que nunca he tenido algún problema grave. Nuestra relación es la de un matrimonio normal. No hemos tenido problemas de violencia intrafamiliar —expuso frente a la policía en este entonces.
Todo su relato fue una falacia. Estela y René ni siquiera dormían en la misma habitación y su hija declaró que una vez, su padre golpeó a su madre. Lo único cierto de su oración es que sí era cariñosa. Y mucho. Respecto a que salió a comprar, él mejor que nadie sabía que era un embuste para que no descubrieran el femicidio que cometió. Los mensajes que se envió el día que la mató, haciéndose pasar por ella, los entregó como coartada para limpiarse las manos.
—Recuerdo que le vi su teléfono y le dije que lo cargara, ya que le quedaba poca batería, menos de la mitad. Luego de eso me despedí gritándole “chao” porque me tenía que ir a trabajar, y ella se estaba duchando (…) Ese mismo día, más tarde, a eso de las 11:18 horas, Estela me mandó un mensaje a través de WhatsApp.
(11:18) —Esposo estoy en Concepción comprando los regalos que nos faltaban, después voy a pasar a dejarle el suyo a la higuita (sic) y como te quedó almuerzo de ayer pasaré donde la mari a tomar once con ella. Yo te llamo para que me pases a buscar 🥰.
(11:21) —A porfavor no te olvides de hecharle una buena valdeada al garach (sic) y al patio con mucha agua y cloro para que esté listo para las fiestas 😘😘😘.
(11:24) —Oka chiquitita pero no te vengas tan tarde que al loki hay que acostarlo temprano a y porfa dale un tremendo beso a la guagua y dile que la quiero mucho 🥰🥰🥰…
(11:26) —Bueno se lo diré y también me quieres mucho verda (sic) 😆🥰
(11:28) —Pero porsupuesto que si chiquitita (sic) 😘😆😆….
Según René, la llamó varias veces y le pasó a buzón de voz. La última conexión que apareció en el WhatsApp de Estela fue a las 11:28 horas. Él por su parte fue a trabajar. Al día siguiente fue a cambiarle las pastillas de freno a su auto. A la tarde pegó volantes sobre “Persona Desaparecida” y apareció en televisión pidiendo ayuda.
—Quiero agregar que como familia hemos llamado a todos nuestros amigos cercanos y nadie ha sabido nada de Estela —finalizó René.
Cuando se enviaron esos últimos mensajes Estela ya estaba muerta. René la había golpeado con un martillo y asfixiado con un cable.
El cuerpo
Ese día, a las 15:55 horas, María Angélica, la hermana de Estela, declaró. Contó que su hermana con René “no se llevaban muy bien y dormían en habitaciones separadas”. La única razón por la que no se divorciaban era porque Estela pensaba mucho en el qué dirán. Sumado a eso, hubo muchas cosas “raras” en la desaparición de su nana, como la llamaba ella.
—Los vecinos de mi nana me comentaron que vieron a René salir a botar la basura. Botó dos bolsas y las fue a dejar a la vereda del frente, siendo que él nunca sale a botar la basura. Además, he notado a mi cuñado muy tranquilo estos días. Y hoy fue al Centro de Concepción a pegar afiches y hablar con los periodistas de la televisión, en vez de estar aquí apoyando en las diligencias —argumentó.
Los documentos a los que accedió este medio revelan que para entonces “existían datos confusos en los testimonios”. Los detectives decidieron ese mismo 23 de diciembre hacer una revisión. Lo primero que encontraron en el entretecho fue su cartera: tenía sus documentos personales y su celular envuelto en papel metálico al interior de una bolsa plástica.
“Claramente se entendía como un acto de querer ocultar a lo menos este aparato telefónico”, calificaron en el informe policial.
Se dieron cuenta que al interior de la casa había dos elementos que tenían sangre: la bajada de cama y el zapato de René. Este último fue confirmado por su hija María José, quien dijo que eran los mismos que usaba para trabajar como reponedor externo.
María José apareció en plena búsqueda de la policía. Respondió cada una de las preguntas de los detectives y resaltó los elementos extraños que estaban en la casa familiar:
—Las llaves de la casa que usa mi madre estaban colgadas al lado de la puerta de entrada. Además me parece extraño que la cartera color beige de mi mamá, que tenía los audífonos, la cadena de plata y sus aros, su carnet de identidad, su tarjeta cuenta Rut y lentes, los encontró la PDI en el entretecho del segundo piso de la casa, lugar donde jamás ella guardaba las cosas. Ni siquiera sabía cómo se abría eso y no llegaba a un lugar tan alto.
Siguieron buscando.
A las 00:20 horas hallaron “un envoltorio plástico alargado que se asimilaba a una silueta humana”.
Era Estela.
Maletín con pornografía
El 21 de enero de 2023, casi un mes después de que encontraran el cuerpo, la policía volvió a presentarse en la casa. Este vez fue María José quien los llamó. René seguía en prisión preventiva. La visita fue breve: sólo les entregó un maletín negro que era propiedad de su padre. Adelantó que adentro habían varios documentos, incluyendo la escritura de la casa. También unos pendrives y una tarjeta de memoria. Para ella eso era evidencia y no quería meter las manos.
—Yo me quedaré con la escritura de la casa, y el resto de cosas, haré entrega personal a la policía porque me da miedo revisar el celular o los pendrives que están en el interior y encontrarme con algo, considerando que todos los documentos que hay son de mi papá y estoy segura que él quería ocultar esas cosas, por lo mismo debió envolver el celular en papel aluminio —declaró.
Adentro había desde liquidaciones de sueldo hasta contratos de trabajo. Lo que más destacaba era la presencia de dos pendrive: 32 y 8 GB respectivamente. También una tarjeta de memoria.
“Se pudo observar múltiples archivos de video grabados en una dependencia destinada al baño, en los cuales se aprecia menores de edad de sexo femenino, y de igual forma mujeres adultas, acudiendo orinar o ducharse y exhibiendo, por ende, sus genitales”, detalla el informe.
Los videos fueron grabados de forma “discreta y oculta”. La cadena de custodia fue rotulada bajo el delito de adquisición o almacenamiento de material pornográfico infantil.
Sin perpetua
A una amiga de Estela también le tocó declarar. Partió diciendo que ella no vio ningún tipo de violencia y que todo lo que pasó fue “una sorpresa”. Sí manifestó que con René se vivían “situaciones extrañas”.
—Era un hombre introvertido. Cuando nos juntábamos y habían otras personas, él se aislaba y ponía cara larga. No le gustaba celebrar nada, sólo los cumpleaños, pero Navidad, Año Nuevo u otras fiestas de este tipo, no las celebraba.
Con el tiempo se “fue soltando”, según la amiga, aunque nunca celebró Año Nuevo.
—A René le decíamos que era como un primitivo, ya que cuando llegaba a alguna parte y había otras personas, se iba de inmediato. No le gustaba estar con otras personas, él quería ser el centro de atención.
Relató un episodio particular. Una vez salieron de paseo ambas familias y él sólo jugó con su hija, con ella era feliz, “parecía otra persona”. Con el resto era parco. Era como si “nunca hubiese sido niño, era como infantil”.
—René tenía hobbies curiosos. Le gustaba ver el Chavo del 8. Se vio todos los capítulos, más de una vez. También le gustaba ver series de crímenes como CSI —agregó.
Estela Vega tenía 57 años cuando René la mató. Después de golpearla y asfixiarla envolvió su cuerpo en plástico y papel aluminio. Colocó el cuerpo verticalmente junto a un clóset. Estaba casi a la vista y presencia de cualquiera que pasara por allí. Solo tenía unas cajas plásticas por delante. La autopsia dice que fue asfixia por estrangulamiento.
El 24 de enero de 2025 el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Concepción lo condenó a 15 años de cárcel. Una pena que cae en “la burla” para la familia, quienes junto al Ministerio Público, exigían cadena perpetua.