"Pinchazos" telefónicos implican a un funcionario activo de Carabineros en una organización criminal que protagonizó violentos robos desde Maule al Bío Bío. Según la indagatoria, el policía entregó información privilegiada a la banda y alertó de las coordinaciones que la institución verde oliva realizaba a través de su Central de Comunicaciones (Cenco). ¿El atraco más notorio? Un asalto a un camión del que robaron más de 800 encomiendas de Correos de Chile.
La banda liderada por Juan Leiva Reyes (38) contaba con información privilegiada que emanaba desde el interior de Carabineros. La razón es simple: entre los integrantes del grupo que protagonizó violentos robos en la Ruta 5 Sur figura un funcionario de la policía verde oliva, Christopher Mejías Fuentealba.
Al menos así consta en una indagatoria de la Unidad de Análisis Criminal de la Fiscalía Regional del Bío Bío que concluyó este jueves recién pasado con 15 detenidos. Escuchas telefónicas develan el actuar de los involucrados, a quienes esta jornada el fiscal Carlos Díaz les comunicó cargos por al menos cinco asaltos a camiones entre la región del Maule y el Bío Bío.
Según antecedentes contenidos en el expediente judicial -a los que accedió la Unidad de Investigación de BioBioChile-, para concretar los ataques el grupo variaba su modus operandi dependiendo la ocasión: ya sea burlando los sistemas de seguridad de vehículos estacionados o por la vía de la violencia.
En buenas cuentas, los imputados abordaban a camiones que circulaban por la ruta, arrebatan su carga, la transferían a otros automóviles y se daban a la fuga. Una especie de saqueo organizado propio de la piratería, solo que esta vez el escenario no era el altamar sino la principal autopista del país.
Las encomiendas de Correos de Chile
De acuerdo a lo expuesto esta jornada por el fiscal Díaz, una de las víctimas más relevantes corresponde a un camión que transportaba encomiendas para Correos de Chile. Ocurrió a eso de las 04:30 de la madrugada del 13 de enero recién pasado en las inmediaciones del peaje Santa Clara. A unos 50 kms al sur de Chillán.
Mientras transitaba por la pista lenta, un vehículo que le antecedía por la misma vía comenzó a disminuir su velocidad hasta obligarlo a detenerse. Fue en esas circunstancias que integrantes del grupo de Juan Leiva rompieron el vidrio del conductor para intimidarlo con un arma de fuego. Rápidamente, le cubrieron la cabeza y lo retuvieron en la litera del camión por casi dos horas para vaciar el contenido del acoplado de la máquina.
En total, se llevaron 803 encomiendas. Las cargaron en dos camionetas que llegaron al lugar y se dieron a la fuga con las especies en su poder.
A este robo se suman otros con variados botines: chocolates, mercadería de supermercado, carne de cerdo y cilindros de gas. Ilícitos que les reportaron millonarias ganancias, cuyo balance final aún es materia de investigación.
Las asesorías del policía
Precisamente en el último de los atracos, de acuerdo a la indagatoria, la banda contó con la ayuda de Cristopher Mejías Fuentealba, funcionario de la Segunda Comisaría de Carabineros de Mulchén. Él, apunta el Ministerio Público, proveyó información privilegiada al líder de la organización a fin de evadir el actuar de la policía.
Su actuar quedó plasmado en una intervención telefónica fechada horas antes del robo al camión de gas que les permitió huir con 18 cilindros, avaluados en casi $2 millones. En el intercambio se escucha al mandamás del grupo solicitando la asesoría de Mejías, para saber cuál era la mejor forma de evadir la justicia.
—Oiga, pero ¿cómo será mejor? ¿Le saco la patente, cierto? —preguntó Leiva.
—Sípo, sácasela mejor —retrucó Mejías.
“No va a haber nadie”
Pero hay más. Según consta en la indagatoria, el carabinero prestó cobertura para que Leiva y sus compañeros de delito pudieran cometer los ilícitos. Esto, porque mantenía conocimiento directo e inmediato de todos los movimientos internos que la institución verde oliva coordinaba a través de la Central de Comunicaciones (CENCO).
—Yo voy a entrar a las 01:00 de la mañana, como a las 01:00 voy a estar yo acá en la hueá, escuchando la hueá —le hizo saber el uniformado.
En la misma comunicación, Mejías desclasifica que la comisaría estaría vacía a primera hora de la mañana, puesto que las patrullas serían empleadas en otro procedimiento. En simple, le estaba haciendo notar que tenía pase libre.
—A las 6:00 de la mañana tengo que ocupar todos los carros y no va a haber nadie. Van a estar ocupados por otros lados —consta en la comunicación.
Confiados
La actuación del carabinero permitió al líder de la banda no sólo evadir los pasos de la policía, sino incluso infundir confianza al resto del grupo. En otro “pinchazo” telefónico registrado a sólo horas de un atraco, Leiva cuenta a un miembro de su organización que tenían “cobertura” para operar.
—Tranquilo nomás. Aquí en la zona está bien la huéa, si más encima nos desvían todo acá. Todas las informaciones son desviadas. Pa que le pongamos weno, nano. Pongámosle weno nomás.
A juicio del fiscal Carlos Díaz, el rol del carabinero se centró en “proveer información y prestar cobertura a esta organización mientras estaban desarrollando sus funciones sobre todo en la zona donde él tenía acceso”.
“Él era importante para que esta organización pudiera actuar, en teoría, impunemente”, acotó.
15 detenidos
En vista de todos estos antecedentes, el fiscal Díaz solicitó una orden de detención contra 10 de los involucrados, incluyendo el funcionario policial.
La diligencia fue concretada el jueves recién pasado, instancia en que otros cinco imputados cayeron arrestados en flagrancia.
Uno de ellos contaba con orden de aprehensión vigente por una condena pendiente de 25 años.
Según explicó el persecutor, en los domicilios allanados encontraron armas de fuego (incluido un fusil) y estupefacientes.