Dicen que después de la tormenta sale el sol. Eso, en el dicho, porque en el gobierno del Presidente Gabriel Boric los indultos otorgados a 12 a individuos condenados por la justicia en el contexto del “estallido social” y al ex frentista Jorge Mateluna mantienen la nubosidad sobre el Palacio de La Moneda. “Desprolijidades”, según dijo el mandatario, que le costaron la salida a una ministra de Estado y al jefe de gabinete de Boric.
Pese al oxígeno que podría significar para el gobierno la aprobación de la tercera opción a fiscal nacional, el abogado Ángel Valencia, resistido en un inicio por sus causas en el ejercicio privado de la abogacía, ¿cuál es el rumbo que debería tomar el Ejecutivo para revertir estas lluviosas semanas de verano? La Unidad de Investigación de Radio Bío Bío entrevistó a expertos y a ex ministros (de ambos sectores) para lograr dar con una receta. No obstante, la última palabra la tiene Gabriel Boric.
La voz de la experiencia, a raíz de sus cargos en los “extintos” gobiernos concertacionistas, la tiene Francisco Vidal (PPD). El ex ministro de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet no titubea al hablar en on de la situación del Ejecutivo: “El Presidente tiene que darse cuenta que estamos a 10 meses del gobierno en la peor situación política comparado con cualquier otro gobierno desde 1990 a la fecha”, manifiesta de entrada.
Similar es el análisis del también ex ministro pero del gobierno de Sebastián Piñera, Jaime Bellolio. “Evidentemente el gobierno está en un gran problema que es autogenerado totalmente. Primero por la disonancia gigantesca de decir que se quiere tratar como un perro la delincuencia, y luego indultar a personas que cometen delitos que supuestamente se quieren reducir”, dice el militante de la UDI.
Una pandemia en curso, la sensación de inseguridad y de ser víctima de delito que crece, el crimen organizado, la inflación, la crisis migratoria, entre otros, son problemas que aún están sobre la mesa. A esto se suman dificultades políticas que ya han cobrado víctimas, como las ex titulares de Interior, Izkia Siches, y Desarrollo Social, Jeannette Vega. Hoy son más. Pese a esto, el gobierno ha debido ir sobre la marcha dando giros en su relato buscando consensos con el fin de “habitar” el cargo.
Tomás Duval, analista político y decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma, explica que “la última semana ha sido la crisis más profunda que ha tenido el gobierno después del plebiscito, naturalmente, porque ha involucrado directamente a la figura del Presidente de la República”. Reconoce que no solo han cometido errores de fondo, sino que “también comunicacionales que no han logrado establecer un camino de salida a esta situación”.
Su par, pero de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno, agrega que “la experiencia recomienda es que es mejor cerrar las crisis evitando que estas escalen”, y que efectivamente la elección del fiscal nacional del Ministerio Público “podría ser el comienzo del cierre de esta crisis política”. Con 40 votos a favor el Senado aprobó este lunes la carta de Boric, tras las caídas -inéditas- de José Morales y Marta Herrera.
De aquí en más, ¿qué debería hacer el gobierno? ¿Es necesario un reajuste en los ministerios? O, por ejemplo, ¿un cambio en el relato? Recetas más, menos, la respuesta la veremos en los próximo meses.
“Un nuevo plan”
Francisco Vidal es claro en su definición… para él es importante aprovechar el verano, el mes de enero y febrero y “hacer un nuevo plan”. Uno que tenga “una dimensión de urgencia, seguridad ciudadana y situación económica. Que tenga una situación estratégica: reforma tributaria y reforma previsional”.
No conforme con el nuevo “plan”, Vidal apunta a que el Presidente debe tomar las riendas de su coalición. Esto, en la práctica, sería “clarificarle a los partidos que son parte del gobierno que si van a ser del gobierno o que van a estar depende de la circunstancia”. Así sin más.
Lo anterior detalla porque “el problema que tenemos es que los partidos son una montonera, y sobre todo en el parlamento. Hay parlamentarios que se dicen de gobierno y votan en contra del gobierno y argumentan en contra. Eso el Presidente lo tiene que sincerar y asumir las responsabilidades”.
Duval, en tanto, precisa que la decisión es una: dejar de lado el tema del indulto y volver a la seguridad. “El gobierno en materia de los indultos tiene poco que pensar y la ministra del Interior tiene la oportunidad de colocar el tema de seguridad sobre la agenda del gobierno”, indica. Indultos que también fueron detonantes para que la mesa de seguridad entre el gobierno y la oposición se fracturara.
“Hay dos cuestiones importantes desde ese punto de vista: la agenda de seguridad no significa nuevamente sentarse o constituir una mesa con proyectos de planteamientos importantes. Tiene un camino que pudiese ser importante y que tiene procesos eleccionarios pronto. Todos los años va a haber elecciones, es inédito que un gobierno esté sometido todos los años a distintos tipos de elección”, añade Duval.
Por su parte, Bellolio, señala que “El gobierno tiene que sopesar y hacer un buen diagnóstico de la profundidad de la crisis que se auto generaron y, en mi opinión, dejar de mirar a la ultra izquierda como aquellos que tienen que hacerle gestos permanentes. Eso es lo que tiene a este gobierno en el problema actual”.
Problemas en ministros y subsecretarios
Algo común en la política es que frente a un problema surjan los rumores de cambio de gabinete, o muchas veces reajustes, para cerrar el capítulo y comenzar una nueva etapa. Tal como sucedió luego de que el 4 de septiembre cuando la opción apoyada por el Ejecutivo sufrió una derrota en el plebiscito por una nueva Constitución.
¿Pero es ahora el minuto para llevarlo a cabo?
Para Marco Moreno no. “Un eventual cambio de gabinete podría esperar hasta que el gobierno y especialmente el Presidente tenga una mayor cohesión interna, tenga un efecto de posibles reemplazantes para poder mejorar su gobierno a partir de este año”, señala.
De igual manera, Duval no cree que el Presidente “en lo inmediato vaya hacer un cambio de ministros porque para poderlo hacer tendría que dar una señal hacia donde se va a mover”. Además ve un problema en la elección de minutos para dar a conocer las medidas, por ejemplo, anunciando la agenda social en medio de los indultos.
Para Vidal el problema va más allá. “Sería bueno una revisión de los equipos de segunda línea, de segundo nivel. Me enteré en una entrevista de Paulina Vodanovic que de las 39 subsecretarías, 35 están en manos de Apruebo Dignidad. ¿Qué deduzco yo de eso? Están en manos de gente que por primera vez están en el aparato del Estado, sobre todo los que provienen del Frente Amplio. Se requiere incorporar más experiencia, más Tohá, más Marcel, más Monsalve y Montes”.
El ex ministro va más allá y pronostica que de no remediar el rumbo esto afectará la elección del próximo mandatario, el que terminará en manos de la derecha o Republicanos. Y es que si “no rectificamos obviamente a 38 meses del término de gobierno, el próximo Presidente de la República es o Evelyn Matthei o José Antonio Kast, así de claro”. Vidal complementa que “la primera línea es la conducción política, y sobre todo el comité político, pero la segunda línea es de gestión y ahí estamos fallando”.
Dichos de la vocera
“Si el Presidente hubiera tenido todos los antecedentes a la vista, la situación hubiese sido distinta”, dijo ayer la vocera Camila Vallejo. Frase que generó revuelo en distintos sectores y que, según fuentes de La Radio, podría abrir distintos efectos jurídicos, como la necesidad de abrir sumarios y que reforzaba la acusación constitucional contra la ex ministra de Justicia, Marcela Ríos.
Y frente a su actuar, Marco Moreno aclara que “la vocera tuvo un rol mucho más protagónico cuando el gabinete y el comité político era mucho más débil pensando en Izkia Siches y Giorgio Jackson, pero en la medida que figuras como Carolina Tohá, Ana Lya Uriarte o Mario Marcel han jugado un rol importante se ha parecido algo deslucida la vocera y con mucha tendencia al fallo y a los errores”.
Vidal respalda a Vallejo. Aún -cree- que tiene línea de crédito. “Discrepo que ayer haya metido las patas, yo habría dicho lo mismo. Dijo la verdad no más. La cuestión es una, si alguien mete las patas se va”.
¿Y ahora? Las claves, según especialistas, que debería tomar el gobierno tras semanas del terror
