El primer ministro australiano Scott Morrison calificó este lunes de “irresponsables” y “destructores de empleo” los llamamientos a limitar la industria del carbón ante la crisis de incendios forestales, vinculada al cambio climático.
“No vamos a involucrarnos en los objetivos irresponsables, destructores de empleo y económicamente perjudiciales que se están buscando”, declaró al Canal 9 en respuesta a los llamamientos a adoptar una política más respetuosa con el medio ambiente.
“No voy a eliminar el empleo de miles de australianos alejándome de las industrias tradicionales”, dijo en otra cadena, Seven Network. En otras entrevistas apuntó en la misma dirección.
El gobierno conservador de Scott Morrison ha defendido la lucrativa industria del carbón en Australia, que produce un tercio de las exportaciones mundiales de este mineral y proporciona empleos en circunscripciones electorales clave.
Morrison ha hecho estas declaraciones un día después de su apresurada vuelta de Hawái, donde estaba de vacaciones. Este viaje enfadó a la opinión pública porque cuando él se fue los incendios ya habían destruido una superficie equivalente a Bélgica y los humos tóxicos envolvían varias ciudades del este, incluida Sídney.
El domingo dijo que lamentaba haberse ido de vacaciones en este contexto y pidió disculpas.
La situación mejoró considerablemente el lunes, pero hasta ahora los incendios devoraron 30.000 km² de tierras, mataron a por lo menos 10 personas y destruyeron más de 800 casas. Por el momento han rozado las áreas densamente pobladas, pero algunas pequeñas ciudades o aldeas se han enfrentado a las llamas.
Los incendios forestales son endémicos en Australia, pero los científicos afirman que esta vez se han conjugado varios fenómenos meteorológicos que hacen que esta temporada sea una de las peores jamás registradas. Las precipitaciones y temperaturas récord, junto con los fuertes vientos, propician los incendios y, según ellos, también influye el calentamiento global.
Morrison aseguró que Australia cumplirá sus objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, aunque esto se haga en gran parte contando con los bonos o créditos anteriores en lugar de con reducciones adicionales.
“Mantendré el rumbo de una gestión responsable, abordando de forma responsable el cambio climático y velando de forma responsable para que podamos hacer crecer nuestra economía en un clima muy difícil en este momento”, dijo en Seven Network.
Las emisiones nacionales de CO2 de Australia son bajas en comparación con los principales países contaminantes, pero sus exportaciones de combustibles fósiles, principalmente carbón, representan alrededor del 7% de las emisiones mundiales de carbono.
