Martes 07 julio de 2020 | Publicado a las 13:39
· Actualizado a las 15:23
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Ante la sequía y las altas temperatura, entre el 1 de julio de 2019 y el 30 de junio de 2020, se registraron 101.577 hectáreas quemadas durante la temporada de incendios, lo que representa un 27% más que la temporada pasada. Asimismo, hubo un aumento de intencionalidad en el origen de estas emergencias, pasando de un 30% a un 43%.
Esta situación se produjo principalmente en la región del Bío Bío, donde creció la intencionalidad a un 68% del total de siniestros; en La Araucanía, donde subió a un 55%; y en la del Ñuble, donde escaló al 51%.
El ministro de Agricultura, Antonio Walker, manifestó su preocupación por la situación, especialmente por lo ocurrido en la comuna de Molina, donde un incendio forestal estuvo a hectáreas de consumir el Parque Nacional Radal Siete Tazas.
“Lo que no sabíamos es era que el nivel de intencionalidad iba a aumentar de un 30% —que es el promedio histórico— a un 43%. Eso lo lamentamos muchísimo. El incendio de Molina que afectó a más de 13 mil hectáreas fue causado intencionalmente”, sostuvo.
Por su parte, el director nacional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Rodrigo Munita, evidenció el crecimiento poblacional hacia los bosques del país, lo que produce un riesgo aún mayor cuando se producen los incendios, ante una posible pérdida de vida.
“Hoy las ciudades han crecido, se han extendido hacia la periferia, están llegando donde está el bosque, no es el bosque el que ha llegado a las ciudades, y cada vez que esto ocurre, cuando hay una emergencia, hay peligro de vida, sobre todo lo que se refería el ministro, que tiene que ver con la intencionalidad que hoy va cada vez creciendo. Las personas que generan estos actos no tomas en consideración el riesgo de las personas”, aseguró.
Finalmente, los incendios accidentales ascendieron al 47%, mientras que los siniestros por causas desconocidas llegaron a 9,7% y los incendios naturales a solo un 0,3%.
