Chile destaca a nivel latinoamericano en informe sobre Índice de Desempeño Ambiental

Créditos: Pixabay | Pexels (CCO)

Jueves 04 junio de 2020 | Publicado a las 10:00 · Actualizado a las 10:00

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Chile (1º en la región, 44º a nivel mundial) y Colombia (2º en la región, 50º a nivel mundial) se ubican por encima de sus vecinos latinoamericanos y caribeños en el Índice de Desempeño Ambiental (EPI), según los investigadores de las universidades de Yale y Columbia.

El profesor de Yale, Dan Esty, quien dirige el Centro de Derecho y Política Ambiental de Yale que coproduce el EPI, observó que “el análisis sugiere que los países con esfuerzos de sostenibilidad transversales y un énfasis particular en la descarbonización de sus economías, son los primeros en la lista”.

Los países que están primeros en la lista en de la región obtienen puntajes relativamente buenos en su gestión de los recursos hídricos, metales pesados y residuos.

Ahora, en su vigésimo segundo año, el informe EPI se ha convertido en el principal marco métrico para el análisis de políticas ambientales globales, clasificando a 180 países según 32 indicadores de desempeño de 11 categorías sobre temas que cubren desde la salud ambiental hasta la vitalidad del ecosistema.

El EPI 2020 presenta nuevas métricas que miden la gestión de residuos, las emisiones de dióxido de carbono debido al cambio de uso de suelo y las emisiones de fluoruros- todos los impulsores importantes del cambio climático.

El director del proyecto, Zach Wendling, señaló que “la cobertura ampliada del tema promete profundizar la capacidad global para formular políticas ambientales basadas en datos, aclarar que países son líderes y cuales los rezagados en sostenibilidad, y ayudar a identificar las mejores prácticas de política”.

En América Latina, aquellos países líderes en un tema ambiental, a menudo se quedan atrás en relación a otros. Por ejemplo, México recibió el puntaje más alto en la región en vitalidad del ecosistema, pero ocupó el puesto 15º en salud ambiental. Uruguay ocupa el primer lugar en América Latina y el Caribe en salud ambiental, pero se encuentra entre los peores en vitalidad del ecosistema.

La clasificación regional más importante de Chile refleja un sólido desempeño en ciertos temas, como los recursos hídricos y el saneamiento, pero el país se queda atrás en áreas como los servicios ecosistémicos y contaminación del aire. Estas inconsistencias sugieren que incluso aquellos países que tienen puntajes altos en unas categorías podrían usar medidas transversales para mejorar su gobernanza ambiental. Otras naciones latinoamericanas y caribeñas en la cima de las clasificaciones regionales incluyen a Colombia, México, Costa Rica y Argentina.

Más allá de proporcionar resultados tema por tema y país por país, el EPI 2020 ofrece nuevas perspectivas sobre los factores asociados con el éxito en los objetivos de sostenibilidad ambiental. Como explicó Alex de Sherbinin, del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, uno de los autores principales del EPI 2020, “la buena gobernanza más que cualquier otro factor separa a los países que avanzan hacia un futuro sostenible de las que no lo están haciendo”.

Los países con puntajes altos generalmente exhiben compromisos a largo plazo y programas cuidadosamente construidos para proteger la salud pública, conservar los recursos naturales y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Las clasificaciones más bajas en América Latina y el Caribe recaen en Guyana (30º en la región, 126º a nivel mundial), Guatemala (31º en la región, 149º a nivel mundial) y Haití (32º en la región, 170º a nivel mundial).

Guyana muestra un desempeño particularmente pobre en cuanto a la calidad del aire y los recursos hídricos, pero recibe los mejores puntajes regionales respecto servicios ecosistémicos. Guatemala y Haití se quedaron atrás de sus vecinos en un amplio espectro de problemas ambientales.

Los bajos puntajes del EPI sugieren la necesidad de esfuerzos nacionales de sostenibilidad en varios frentes, incluyendo la contaminación del aire y el agua, la protección de la biodiversidad y la transición hacia un futuro de energía limpia.

Asimismo, los países en las clasificaciones más bajas, a menudo luchan con conflictos o con una gobernanza débil. Debido que el EPI 2020 se basa en información publicada en 2019 y recopilada anteriormente; los resultados no capturan los impactos de eventos más recientes, incluyendo la aparición de la quema de la Amazonia brasileña y la pandemia Covid-19.

Tendencias Globales del EPI 2020

El EPI 2020 revela que el progreso global en cambio climático se está ralentizando. Los indicadores sobre emisiones de CO2 generadas por el cambio en el uso del suelo y las tasas de crecimiento de las emisiones de carbono negro muestran que los aspectos críticos de la batalla para abordar el cambio climático tienden en la dirección equivocada.

A pesar de tener la clasificación regional más alta en el EPI 2020, el puntaje de cambio climático de Colombia se redujo en 4.8 puntos de 100 en la ultima década, mientras que el puntaje de Guyana se redujo en 35.7.

Cumplir los objetivos establecidos en el Acuerdo de Cambio Climático de París de 2015 requiere reducciones sostenidas en las emisiones de todos los GEI y el EPI 2020 concluye que ningún país se está descarbonizando lo suficientemente rápido como para alcanzar este compromiso.

A pesar de esto, algunos países de América Latina y el Caribe destacan en la reducción individual de alguno de los gases de efecto invernadero, especialmente El Salvador en carbono negro, Antigua y Barbuda en metano y México en gases fluorados.

Para difundir las mejores prácticas globales, los formuladores de políticas públicas deben prestar mayor atención a cómo los líderes climáticos logran el éxito. Dichas lecciones pueden extraerse de países que recientemente han realizado mejoras notables en la mitigación del cambio climático en todo el mundo, como Trinidad y Tobago, Seychelles y Bahréin.

Teniendo en cuenta los datos históricos sobre el desempeño ambiental, el índice 2020 también reconoce a los países que han logrado progresos significativos en la última década. Muchos países han realizado mejoras sustanciales en los resultados de salud ambiental relacionados con el saneamiento, el agua potable y la contaminación del aire en interiores, lo que demuestra que las inversiones en salud pública pueden traducirse en mejoras rápidas en el bienestar humano.

Las mejoras en la salud ambiental se pueden remontar a campañas exitosas para reducir el uso doméstico de combustibles sólidos en varios países, particularmente en el Oriente Medio. Dichos esfuerzos deben ampliarse a todos los países, especialmente cuando el mundo aborda problemas difíciles de eliminar como la mala calidad del aire. El EPI 2020 deja en claro que cientos de millones de personas aún sufren niveles peligrosos de contaminación del aire, especialmente en Pakistán, India y Nepal a nivel mundial, así como en las Bahamas y Belice a nivel regional.

El desempeño regional en la protección y mejora de la vitalidad de los ecosistemas revela ganancias y desafíos obstinados. En el EPI 2020, las Bahamas, Chile y México mejoraron sustancialmente sus puntajes en la protección de la biodiversidad y el hábitat.

En otros temas, a la comunidad mundial está mejorando, aunque excepcionalmente que algunos países tienden en la dirección equivocada. Indonesia, Malasia y Camboya, por ejemplo, han sufrido una deforestación significativa en los últimos cinco años. La pesca también está en declive global, con problemas significativos observados en varios países, como a Jamaica y Argentina.

Explicando los resultados del EPI

En todos los niveles de desarrollo, algunos países alcanzan puntajes que exceden a países de condiciones económicas similares. El análisis de los factores subyacentes a las clasificaciones del EPI 2020 deja en claro que el desarrollo sostenible requiere no solo prosperidad económica para generar los fondos necesarios para las inversiones en salud pública e infraestructura ambiental, sino también una gestión cuidadosa de las amenazas de contaminación y los desafíos en el manejo de los recursos naturales que surgen de la industrialización y urbanización.

Este análisis demuestra que el desempeño ambiental positivo requiere una buena gobernanza, que incluya un sólido estado de derecho, un compromiso público dinámico, medios de comunicación independientes y regulaciones bien elaboradas.

EPI y los Datos sobre Sostenibilidad Global

El EPI se basa en los mejores datos mundial disponibles obtenidos de entidades internacionales de investigación como el Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud, el Instituto de Recursos Mundiales, el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, CSIRO, el Grupo Mullion, y el Proyecto Sea Around Us de la Universidad de Columbia Británica, así como en datos de organizaciones internacionales como el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

La metodología completa, los datos y los resultados están disponibles en línea en epi.yale.edu. El equipo de EPI se dedica a la transparencia y la mejora constante e invita la crítica y los comentarios de la comunidad global.

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