Una insólita historia tiene como protagonista a Ethan Guo, un joven piloto estadounidense de 19 años que, sin proponérselo, terminó pasando más de un mes en la Antártica chilena.

Su aterrizaje no planificado en la isla Rey Jorge derivó en una detención y una investigación judicial, ya que no contaba con la autorización correspondiente para llegar al continente blanco. 

Hoy, aunque está en libertad, enfrenta arraigo nacional y vive de manera provisional en una base aérea de la Fuerza Aérea de Chile, a la espera de poder resolver su situación.

En conversación con Podría ser Peor, su abogado, Jaime Barrientos, cataloga la estadía prolongada de su cliente en la Antártica como “inesperada y bastante injusta”.

“Nuestro representado despegó desde Punta Arenas con expresa autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil, con un plan de vuelo debidamente aprobado y tramitado, con documentos accesorios como el manifiesto de embarque, tasas aéreas pagadas por la salida del país”, explicó. 

Incluso, el abogado agregó que una vez que se produjo esta situación de “emergencia, seguridad”, Guo “se comunicó con las autoridades de la Dirección General de Aeronáutica Civil, quienes por escrito lo autorizaron a irse a Antártica”. 

Agregó que, luego de ello, el radiocontrolador de la base Teniente Marsh, aeródromo que el abogado indica que es “público”: “Lo autorizo en al menos tres oportunidades a aterrizar en dicho aeródromo”. 

Desde su perspectiva, Barrientos es enfático en manifestar que “no hay ningún fundamento para haberle imputado los ilícitos que se le atribuyeron” .

“En definitiva, hoy día ha quedado cerrado a lo menos esta parte del proceso. Cerramos este capítulo, muy triste, por cierto, para nuestro representado”, dijo. 

En cuanto a lo humano, en cómo se ha sentido el joven piloto, Barrientos dijo que “lo ha pasado mal”, puesto que lleva 45 días en la Antártica y “ha bajado 10 kilos de peso”, “tiene mucho estrés por la situación a la que se enfrentó” y “fue objeto de una detención bastante dura”. 

“Le sacaron su ropa al momento posterior de la detención… Un joven de menos de 20 años que no entendía bien el idioma en que le estaban hablando. Lo paso realmente mal”, explicó.

Revisa todos los detalles en la entrevista completa.