Las cifras de consumo de drogas en los adolescentes y niños chilenos son alarmantes.
El 64% de los puntos interceptados por la PDI por drogas son cercanos a establecimientos educacionales.
Conversamos con la Directora Ejecutiva de Corporación La Esperanza, Ana Luisa Jouanne, para saber más del problema y su prevención.
“Ha habido un aumento muy importante, especialmente a partir del año 2000 y con mayor énfasis en el 2010 o 2011. En otros países, esencialmente europeos, ellos mismos se preguntan qué pasa en Chile, porque no es habitual las cifras de consumo a tan temprana edad.”
“Nosotros percibimos que tiene que ver con falta de comunicación de los padres, con falta de percepción de afecto de los niños. También que hay un mayor poder adquisitivo que, por ejemplo, en el resto de los países sudamericanos.”
“Es ingenuo pensar que los niños van a un lugar a comprar. Mucha de la venta de droga se hace al interior de los colegios, y los propios niños venden dependiendo de la sustancia. Eso es una realidad, lo que hace que el tema sea aún más grave.”
“Las políticas de prevención se enfocan de octavo básico hacia arriba, y la mayor parte de los programas de prevención son incluso más tarde, desde primero o segundo medio. Para un país como chile, donde tenemos un inicio de consumo en los 14 años, es tremendamente tarde pensar que la prevención tiene que ser en octavo básico.”
“La prevención tiene que hacerse ojalá entre prekínder, primero y segundo básico, pero no en materias concretamente de conocimiento de drogas. Lo que hay que hacer es una formación en todo lo que es lo psico socioemocional, es decir, en aquellas habilidades blandas que tengan que ver con aceptación, empatía, con postergar el placer o aprender a ser felices con cosas de la vida diaria.”