La ley impulsada por el parlamentario fue aprobada por el cámara baja el año pasado; sin embargo, ha vuelto a captar la atención ciudadana luego de que el presidente se refiriera a la urgencia de la misma durante su primera cuenta pública este primero de junio.
Tan solo un país en América Latina cuenta con una ley de muerte digna (Colombia), y si bien Chile se consideraba hasta hace poco una de las naciones de la región más conservadoras del continente en cuanto a legislación de derechos se refiere, esta escenario ha ido cambiando conforme la última década.
El Parlamentario Vlado Mirosevic impulsó hace años una ley que propone al Estado no obligar a que las personas mueran de manera natural si cuentan con enfermedades crónicas de mucho dolor u otras características.
“Este ha sido un largo camino, ya logramos que se aprobara en el Congreso pero en el Senado se encuentra trancada; lleva más de un par de meses y por eso la importancia de que el Presidente se comprometiera con la urgencia de esta ley” sostiene Mirosevic.
Sin embargo, una élite conservadora todavía se opone a la moción lo que podría tener problemas dentro de la Comisión de Ética. De todas formas, el parlamentario se muestra optimista respecto a los votos necesarios en la cámara alta.
“Es respetar la voluntad del paciente y que la ley regule estas circunstancias. En la sala del senado tenemos mayoría para una ley que tiene el 70 y el 85% de los chilenos depende de la encuesta, está a favor de esta medida”.
Los requisitos señalados son: que exista un diagnóstico de enfermedad terminal, que la situación de salud del paciente se caracterice por una disminución avanzada e irreversible de sus capacidades, que la dolencia o la disminución avanzada e irreversible de sus capacidades ocasione sufrimientos físicos o psíquicos persistentes e intolerables, además de contar el visto bueno de al menos dos especialistas.