Geógrafo por Incendios Forestales: "Permanentemente hay una alta demanda hídrica por los monocultivos"

visitas

Chile enfrenta unos incendios forestales que son enormes y catastróficos. Una tragedia que la misma ciudadanía califica como peor que el tsunami y el terremoto en términos de vivienda ya que las llamas arrasan con todo y la gente queda en la más absoluta vulnerabilidad.

Para analizar a detalle este fenómeno y sus factores, en una nueva edición de la Entrevista de Tomás Mosciatti, conversamos junto al Director del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, Pablo Sarricolea Espinoza.

Incendios forestales y cambio climático

“Esto está ocurriendo desde hace muchos años pero no en esta magnitud. Estamos en un ecosistema mediterráneo que tiene una temporada seca y si hay biomasa combustible se pueden ocasionar incendios que se pueden propagar a las escalas que estamos viendo. Acá hay ingredientes adicionales que son seguramente el cambio climático o las condiciones meteorológicas actuales y además la mayor cantidad de materia combustible que tiene nuestro país”, sostuvo.

Y agregó: “En términos de contaminación, Chile ha reducido la atmosférica pero las temperaturas están aumentando a tasas de más de 0,3 grados por década. Las precipitaciones están disminuyendo entre un 10% y 30% dependiendo de la región. Prácticamente todos los glaciares están retrocediendo. Esto es definitivo, no hay condiciones que indiquen lo contrario, todas las proyecciones indican un aumento de la temperatura en todas las zonas de nuestro país, sobre todo en la parte interior”.

“Afortunadamente en Chile está la corriente fría de Humboldt que atenúa las altas temperaturas en las zonas más costeras. Pero al interior y hacia la cordillera están aumentado a tasas mucho mayores. Santiago no está jodido pero hay que hacerla mas resiliente y resistente a estas condiciones que se avecinan”, explicó.

Gestión del agua y avance del desierto

“Los estudios indican que esto es lo que se esperaba para fines del siglo XXI, hacia el 2100 se proyectaba un clima como el que estamos viviendo en esta década. Esto es cíclico, hay variabilidad y no es normal tener una época tan seca. Si nos preparamos, ese racionamiento va a depender de las condiciones acumuladas de la mega sequía que se extienden. Llevamos casi 15 años y está acabando los caudales acumulados en los glaciares. Esa agua tiene una fecha de caducidad”, aseguró.

E insistió: “En Santiago se esperan 1,5 grados más hacia finales de siglo como promedio y en el caso de la ciudad. Además hay una isla de calor y significa que los materiales de las construcciones almacenan calor que luego es remitido hacia la atmósfera. Estamos generando un nuevo clima y eso se suma al efecto del cambio climático global. Estamos reduciendo la capacidad evaporarte que tiene el suelo descubierto”.

Medidas a futuro y reducción de riesgos

“Todo los territorios pueden tener un mejor futuro. Yo no creo que Chile de Santiago hacia el norte esté jodido, lo que buscaría es una mixtura en uso de suelo. Hay que reducir esas 3 millones de hectáreas de plantaciones, buscar reemplazo por actividades que sean mas sostenibles. Gran parte del país podría tener más actividades como que hayan más viñedos”, cerró.

Sobre la actividad productiva en los suelos y la plantación forestal, señaló: “Surgieron para enfrentar la erosión del país, sin embargo estas se extendieron sobre zonas donde había bosque. Había un incentivo económico, el decreto 701, que se ha mantenido y que este gobierno planteó derogar. Estamos permanentemente en una alta demanda hídrica con el reemplazo de los monocultivos”.

“Si el Estado ha tomado incentivos para el monocultivo estos debiesen reorientarse en la mixtura del uso del suelo, en plantaciones más sostenibles, en separarlas de las zonas pobladas y que se preocupen de generar zonas de interfaz. No tenemos una interfaz que reduzca el riesgo de las poblaciones y sus viviendas”, cerró.

A continuación, revisa la entrevista completa junto a Tomás Mosciatti en Bio Bio TV.

    visitas

Chile enfrenta unos incendios forestales que son enormes y catastróficos. Una tragedia que la misma ciudadanía califica como peor que el tsunami y el terremoto en términos de vivienda ya que las llamas arrasan con todo y la gente queda en la más absoluta vulnerabilidad.

Para analizar a detalle este fenómeno y sus factores, en una nueva edición de la Entrevista de Tomás Mosciatti, conversamos junto al Director del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, Pablo Sarricolea Espinoza.

Incendios forestales y cambio climático

“Esto está ocurriendo desde hace muchos años pero no en esta magnitud. Estamos en un ecosistema mediterráneo que tiene una temporada seca y si hay biomasa combustible se pueden ocasionar incendios que se pueden propagar a las escalas que estamos viendo. Acá hay ingredientes adicionales que son seguramente el cambio climático o las condiciones meteorológicas actuales y además la mayor cantidad de materia combustible que tiene nuestro país”, sostuvo.

Y agregó: “En términos de contaminación, Chile ha reducido la atmosférica pero las temperaturas están aumentando a tasas de más de 0,3 grados por década. Las precipitaciones están disminuyendo entre un 10% y 30% dependiendo de la región. Prácticamente todos los glaciares están retrocediendo. Esto es definitivo, no hay condiciones que indiquen lo contrario, todas las proyecciones indican un aumento de la temperatura en todas las zonas de nuestro país, sobre todo en la parte interior”.

“Afortunadamente en Chile está la corriente fría de Humboldt que atenúa las altas temperaturas en las zonas más costeras. Pero al interior y hacia la cordillera están aumentado a tasas mucho mayores. Santiago no está jodido pero hay que hacerla mas resiliente y resistente a estas condiciones que se avecinan”, explicó.

Gestión del agua y avance del desierto

“Los estudios indican que esto es lo que se esperaba para fines del siglo XXI, hacia el 2100 se proyectaba un clima como el que estamos viviendo en esta década. Esto es cíclico, hay variabilidad y no es normal tener una época tan seca. Si nos preparamos, ese racionamiento va a depender de las condiciones acumuladas de la mega sequía que se extienden. Llevamos casi 15 años y está acabando los caudales acumulados en los glaciares. Esa agua tiene una fecha de caducidad”, aseguró.

E insistió: “En Santiago se esperan 1,5 grados más hacia finales de siglo como promedio y en el caso de la ciudad. Además hay una isla de calor y significa que los materiales de las construcciones almacenan calor que luego es remitido hacia la atmósfera. Estamos generando un nuevo clima y eso se suma al efecto del cambio climático global. Estamos reduciendo la capacidad evaporarte que tiene el suelo descubierto”.

Medidas a futuro y reducción de riesgos

“Todo los territorios pueden tener un mejor futuro. Yo no creo que Chile de Santiago hacia el norte esté jodido, lo que buscaría es una mixtura en uso de suelo. Hay que reducir esas 3 millones de hectáreas de plantaciones, buscar reemplazo por actividades que sean mas sostenibles. Gran parte del país podría tener más actividades como que hayan más viñedos”, cerró.

Sobre la actividad productiva en los suelos y la plantación forestal, señaló: “Surgieron para enfrentar la erosión del país, sin embargo estas se extendieron sobre zonas donde había bosque. Había un incentivo económico, el decreto 701, que se ha mantenido y que este gobierno planteó derogar. Estamos permanentemente en una alta demanda hídrica con el reemplazo de los monocultivos”.

“Si el Estado ha tomado incentivos para el monocultivo estos debiesen reorientarse en la mixtura del uso del suelo, en plantaciones más sostenibles, en separarlas de las zonas pobladas y que se preocupen de generar zonas de interfaz. No tenemos una interfaz que reduzca el riesgo de las poblaciones y sus viviendas”, cerró.

A continuación, revisa la entrevista completa junto a Tomás Mosciatti en Bio Bio TV.