Frente a las costas de Chile Perú se encuentra una misteriosa grieta oceánica llamada Fosa de Atacama, emplazada a 8 mil metros de profundidad entre las placas de Nazca y Sudamericana.
Hace pocas semanas, un grupo de 45 personas viajó cientos de kilómetros mar adentro y tuvo la oportunidad de convertirse en los primeros seres humanos que visitaron la hendidura.
¿El medio de transporte? Un pequeño aparato de titanio llamado “Limited Factor”.
Entre los científicos que pudieron ver con sus propios ojos la Fosa de Atacama están Osvaldo Ulloa y Rubén Escribano, director y subdirector del Instituto Milenio de Oceanografía de la Universidad de Concepción.
Este lunes conversamos sobre aquella expedición con uno de los protagonistas de esta historia, Osvaldo Ulloa.
“Estuvimos en el lugar más profundo del Pacífico Oriental. El haber sido los primeros seres humanos en llegar abajo en forma presencial, fue un privilegio tremendo y una experiencia muy emocionante”.
“Esto fue muy rápido, recién en julio del año pasado nos avisaron de la posibilidad de participar en esta expedición. Hasta última hora nos sabíamos si íbamos a tener la posibilidad de bajar en el submarino”.
“La preparación más importante es la psicológica, uno no tiene que dudar. Además tienes que hacerte todos los chequeos médicos respectivos y cierto acondicionamiento físico”.
“Lo más difícil es tomar la decisión de confiar en la tecnología, en la tripulación y en el piloto. Además, atreverse”.
“El submarino llevaba varias cámaras de alta definición para alumbrar el fondo marino, tenemos horas y horas de videos que tenemos que analizar”.
“El descenso duró 3 horas y medias, después navegamos 3 horas por los sedimentos y una pared rocosa. El regreso duró poco más de dos horas”.
Revisa la entrevista a Osvaldo Ulloa, director del Instituto Milenio de Oceanografía.