El presidente de la Asociación para el desarrollo del barrio Meiggs, Adolfo Numi, valoró el intenso operativo que se está llevando a cabo en dicha zona de Santiago, con el objetivo de desalojar a parte de los denominados “toldos azules”.
En conversación con el Expreso Bío Bío, Numi aseguró que este procedimiento es diferente a los anteriores, dado que sería “la primera etapa de varias intervenciones que se van a hacer”.
En ese sentido, explicó que “hay una planificación y esperamos que esto funcione bien”.
La ruta para la recuperación el barrio Meiggs
Por otra parte, el presidente del gremio detalló la planificación que se tiene para lograr la recuperación del barrio Meiggs, la que implica un viaje a Perú, la posibilidad de instalar rejas en toda la zona y la aplicación gradual de esta y otras medidas de seguridad.
Cabe mencionar que durante el operativo de este martes, desarrollado por personal del municipio de la comuna y funcionarios de Carabineros, se instalaron rejas, específicamente en las calles Garland, Campbell y una parte de Meiggs.
“Lo que vamos a ver nosotros en Perú, en un viaje que vamos a realizar, es el modelo que tienen con el barrio Gamarra (espacio que sería similar a Meiggs)”, dijo Numi.
En esa línea, reveló que dentro de la delegación irá un arquitecto para visualizar diseños de rejas y cierres perimetrales, ya que se buscaría “que esto no se transforme en una cárcel, sino que exista un aporte arquitectónico”.
De todas maneras, el gremialista sostuvo que “hay algunas calles que no vamos a poder cerrar, pero se van a poder poner controles de acceso, si es que esto se decide hacer”. Esto, considerando, según comentó Numi, que “quizás la evaluación sea no cerrar”.
De igual forma, señaló que “cuando se cierra, se necesita menos personal para hacer el control de la zona”.
Asimismo, agregó que el cierre con rejas del barrio Meiggs “permitiría impedir que entren los carros a surtir a los puestos de ambulantes y que sólo ingrese la gente que viene a comprar; que los horarios de carga y descarga estén absolutamente definidos; y que los accesos estén controlados, no solamente por personal, sino que con sistemas de seguridad modernos. Eso permitiría que la experiencia de venir al barrio cambie, porque uno entraría a una área que estaría bastante más segura”.
En cuanto a la participación de los vendedores en este proceso, Numi planteó que “tiene que haber”. Además, sostuvo que “el cierre es complejo, porque tiene algunas de externalidades, sobre todo lo que tiene que ver con el transporte público (…) Veremos con un proceso participativo cómo se toma la decisión”.
Por otra parte, mencionó que “el control territorial que tienen estos grupos criminales es muy profundo. Ellos están apernados, atornillados al suelo (…) La situación no es tan fácil de resolver, de un día para otro”.
“Lo que hemos resuelto hoy es el perímetro histórico (…) A contar de mañana, la gente que venga a este sector va a encontrarse con una zona despejada, con vigilancia; la experiencia de compra va a ser totalmente distinta a la que han tenido los últimos años”, continuó.
Así, comentó que se debería lo propio con otros espacios del barrio Meiggs: “No se plantea una recuperación de inmediato de toda la zona, no tenemos el personal y los recursos. Es muy complejo. Pero sí por fases. Esperamos que de aquí a Navidad tengamos otras zonas liberadas”, dijo.