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En Expreso Bio Bio, Marco Moreno de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central analizó los puntos clave de la semana política. Destacó la controversia por el millonario sueldo de Marcela Cubillos en la Universidad San Sebastián, señalando un potencial daño electoral para la oposición. Advirtió sobre la posibilidad de un "castigo" a la élite en las próximas elecciones, con electores optando por votar en blanco, nulo o ausentarse, lo que podría reflejar un rechazo hacia la élite de poder y afectar el funcionamiento democrático.
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Este lunes, en una nueva edición del Expreso Bio Bio, Marco Moreno, Director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, se refirió a algunos de los temas políticos más relevantes de la última semana.
Al inicio de esta semana, continúa la polémica por sueldo de $17 millones que recibía la exministra Marcela Cubillos en la Universidad San Sebastián, lo cual ha despertado una serie de cuestionamientos y sospechas.
Al respecto, Moreno aseveró que “se comienza a reinstalar esta idea de la impugnación a las élites… es lo que Milei llama la casta en Argentina”. El experto aseguró que esto fue uno de los elementos presentes durante las movilizaciones asociadas al estallido social.
El analista planteó, posteriormente, que de cara a las elecciones de fines de octubre, “los ciudadanos toman sus decisiones cada vez más cerca del momento de la elección y si este tema sigue instalado en la agenda, evidentemente podríamos tener un efecto, un daño electoral en la oposición“.
“He vito candidatos de la UDI y RN quejándose en redes sociales que efectivamente esto está impactando“, añadió.
“Castigo” a la élite
Luego, el académico explicó que en el proceso electoral que se avecina, podría ocurrir que pese a que el voto es obligatorio, la multa es tan baja que podría ocurrir que muchos electores den una señal votando en blanco, nulo, o simplemente, no acudiendo a las urnas.
Finalmente, el profesor indicó que esto operaría como una forma de “castigo” hacia quienes forman parte de la élite del poder. Es un sentimiento que se comienza a instalar con fuerza y que no es bueno para el funcionamiento de una democracia“, puntualizó.