Neuróloga y la calidad del sueño: "Lo ideal seria mantenernos todo el año con el horario de invierno"

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El insomnio está dentro de las 10 patologías más frecuentes en Chile donde cada día son más las personas que aluden estar durmiendo mal.

Una acción fundamental para el ser humano que de ser afectada puede implicar serios riesgos para la salud así como la rutina diaria.

Además esta semana se conmemora el Dia Mundial del Sueño y para analizar en profundidad este tema conversamos junto a la Doctora María Fernanda Gómez, neuróloga del Centro del Sueño UC Christus.

El cerebro al dormir

“El cerebro cuando uno está durmiendo lo que hace es eliminar todas las sustancias tóxicas que se han generando durante el día con el metabolismo. Incluso cuando uno duerme se barren las proteínas propias que generan las enfermedades de Alzheimer y Parkinson”, expresó.

Y añadió: “Hace que el sistema operativo funcione de una manera más eficaz y te permite estar concentrado y atento. El procesamiento de las emociones ocurre cuando duermes. Hay muchos proceso metabólicos que ocurren y la gente que duerme poco tiene más riesgo de sufrir hipertensión, diabetes, infarto al corazón, depresión o trastorno de ansiedad”.

“Es raro que un adulto necesite dormir siesta, en general debería ser ocasional y no necesitarse de rutina. Si uno tiene mucho sueño en el día obviamente hay que consultar a un especialista”, complementó.

Calidad del sueño

“En promedio las necesidades de sueño van variando con la edad, los adolescentes tienen que dormir entre 8 a 10 horas por noche, los adultos entre 7 a 9 horas y los adultos mayores con 7 se considera bien. Uno no tiene que fijarse en cuánto duerme si no en la calidad y continuidad de ese sueño”, aseguró.

E insistió: “Sabemos que hay cosas que afectan directamente la calidad como roncar, al hacer pausas al respirar, lo que conocemos como apnea del sueño o la gente que tiene algunos síndromes como mover las piernas al dormir. Si uno trabaja en un sistema de turnos nocturnos lo ideal es que uno entre comillas engañe al cerebro, que ilumine lo que más pueda, consumir café o té antes de las 3 de la mañana e irse directo a la cama”.

“Uno de los requisitos para poder dormir es que haya oscuridad, el cerebro permite liberación de melatonina que es la hormona que nos permite conciliar el sueño. Si yo estoy con mucha luz como las pantallas esto se va a postergar”, destacó.

Y agregó: “Lo más sano para el cerebro en términos de sueño es mantener el horario de invierno al que vamos a entrar ahora. El cerebro necesita luz en la mañana para despertar y bloquear la liberación de melatonina misma. Lo ideal sería mantenernos todo el año con el horario de invierno”.

Además la doctora enfatizó en la prevalencia de la automedicación en problemas de sueño: “Hay conciencia pero más bien desde el malestar y el problema es que sabemos que los fármacos sobre todo en insomnio son medidas que más bien son transitorias. Lo ideal que el tratamiento no sea solo eso”.

A continuación, revisa la entrevista completa junto a Loreto Álvarez en Bio Bio TV.

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El insomnio está dentro de las 10 patologías más frecuentes en Chile donde cada día son más las personas que aluden estar durmiendo mal.

Una acción fundamental para el ser humano que de ser afectada puede implicar serios riesgos para la salud así como la rutina diaria.

Además esta semana se conmemora el Dia Mundial del Sueño y para analizar en profundidad este tema conversamos junto a la Doctora María Fernanda Gómez, neuróloga del Centro del Sueño UC Christus.

El cerebro al dormir

“El cerebro cuando uno está durmiendo lo que hace es eliminar todas las sustancias tóxicas que se han generando durante el día con el metabolismo. Incluso cuando uno duerme se barren las proteínas propias que generan las enfermedades de Alzheimer y Parkinson”, expresó.

Y añadió: “Hace que el sistema operativo funcione de una manera más eficaz y te permite estar concentrado y atento. El procesamiento de las emociones ocurre cuando duermes. Hay muchos proceso metabólicos que ocurren y la gente que duerme poco tiene más riesgo de sufrir hipertensión, diabetes, infarto al corazón, depresión o trastorno de ansiedad”.

“Es raro que un adulto necesite dormir siesta, en general debería ser ocasional y no necesitarse de rutina. Si uno tiene mucho sueño en el día obviamente hay que consultar a un especialista”, complementó.

Calidad del sueño

“En promedio las necesidades de sueño van variando con la edad, los adolescentes tienen que dormir entre 8 a 10 horas por noche, los adultos entre 7 a 9 horas y los adultos mayores con 7 se considera bien. Uno no tiene que fijarse en cuánto duerme si no en la calidad y continuidad de ese sueño”, aseguró.

E insistió: “Sabemos que hay cosas que afectan directamente la calidad como roncar, al hacer pausas al respirar, lo que conocemos como apnea del sueño o la gente que tiene algunos síndromes como mover las piernas al dormir. Si uno trabaja en un sistema de turnos nocturnos lo ideal es que uno entre comillas engañe al cerebro, que ilumine lo que más pueda, consumir café o té antes de las 3 de la mañana e irse directo a la cama”.

“Uno de los requisitos para poder dormir es que haya oscuridad, el cerebro permite liberación de melatonina que es la hormona que nos permite conciliar el sueño. Si yo estoy con mucha luz como las pantallas esto se va a postergar”, destacó.

Y agregó: “Lo más sano para el cerebro en términos de sueño es mantener el horario de invierno al que vamos a entrar ahora. El cerebro necesita luz en la mañana para despertar y bloquear la liberación de melatonina misma. Lo ideal sería mantenernos todo el año con el horario de invierno”.

Además la doctora enfatizó en la prevalencia de la automedicación en problemas de sueño: “Hay conciencia pero más bien desde el malestar y el problema es que sabemos que los fármacos sobre todo en insomnio son medidas que más bien son transitorias. Lo ideal que el tratamiento no sea solo eso”.

A continuación, revisa la entrevista completa junto a Loreto Álvarez en Bio Bio TV.