El lunes 22 de octubre de 1962, el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, anunció en cadena nacional un bloqueo naval a Cuba. Su decisión marcó el inicio de la Crisis de los misiles, el momento más tenso de la Guerra Fría.
El conflicto se originó después del fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos, cuando la Unión Soviética decidió apoyar abiertamente al gobierno de Fidel Castro. En respuesta, Moscú instaló en la isla rampas de lanzamiento de misiles nucleares capaces de alcanzar amplia parte del territorio estadounidense.
Un conflicto que parecía inminente
El 14 de octubre de 1962, un avión espía norteamericano descubrió las bases soviéticas en Cuba mediante fotografías aéreas. Ocho días después, Kennedy anunció públicamente la cuarentena naval y ordenó el despliegue de barcos y aviones de guerra alrededor de la isla.
El líder soviético Nikita Khrushchev calificó la medida como una agresión y envió un convoy de buques hacia Cuba. La confrontación parecía inminente, pero las naves soviéticas finalmente redujeron su velocidad y cambiaron de rumbo.
El 27 de octubre, la tensión aumentó cuando un avión espía estadounidense fue derribado sobre Cuba. Ese mismo día, Khrushchev propuso retirar los misiles soviéticos a cambio de que Estados Unidos garantizara no invadir la isla y desmantelara sus bases nucleares en Turquía.
Kennedy aceptó la propuesta en negociaciones secretas que excluyeron a Cuba. El acuerdo puso fin a la crisis y dio origen al llamado “Teléfono Rojo”, una línea directa entre Washington y Moscú para facilitar el diálogo en futuras emergencias.
En este video, Nibaldo Mosciatti relata uno de los acontecimientos que marcaron la Guerra Fría, la denominada Crisis de los Misiles.