El 26 de agosto de 1988, en Perú, se hundió el submarino Pacocha tras impactar con el buque japonés Kiowa Maru. La nave, que había servido en la Segunda Guerra Mundial bajo la Armada de Estados Unidos, regresaba a la base naval del Callao luego de unos ejercicios de rutina. El choque perforó el casco, provocó incendios y dejó a 52 hombres atrapados bajo el mar.

Pachoca, un submarino que se hundió tras chocar con un buque japonés.

El capitán Daniel Nieva Rodríguez, en un acto heroico, movió a la tripulación hacia la sala de torpedos y cerró la escotilla, quedándose afuera. La fuerza del agua lo golpeó y murió al instante, sacrificio que permitió a 22 hombres luchar por sobrevivir. Otros 25 lograron salir antes de que el submarino se hundiera, mientras el resto quedó atrapado a 42 metros de profundidad.

El mando lo asumió el teniente Roger Cotrina Alvarado, quien había tenido la opción de escapar, pero decidió entrar para liderar el rescate. La tripulación selló las puertas para evitar la mezcla letal de agua con ácido de baterías y resistió en la oscuridad, con oxígeno escaso, hasta establecer contacto con los buzos de rescate. Sin embargo, la espera de varios días era inviable.

El teniente Frank Gómez Collazos fue el primero en intentar escapar. Relató que al abrir la escotilla entró “una luz tremenda, que para mí era Dios”. En grupos pequeños, los marinos nadaron hasta la superficie, donde helicópteros y naves de la Marina los esperaban. No todos sobrevivieron: algunos murieron por la presión del agua y otros sufrieron graves secuelas.

En total, ocho personas fallecieron en la tragedia. El capitán y el segundo de abordo del pesquero japonés fueron condenados por homicidio involuntario en Perú antes de ser extraditados. La odisea del Pacocha quedó marcada como una de las pruebas más difíciles que enfrentó la Armada peruana en tiempos de paz.

En este video, Nibaldo Mosciatti nos cuenta la historia del submarino “Pachoca”, que se hundió tras chocar con el buque japonés Kiowa Maru.