Efemérides: Un 24 de mayo muere Rosita Renard

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Rosita Renard, es conocida como la más importante pianista de la historia de Chile. Murió el 24 de mayo de 1949.

Nació en Santiago, en febrero de 1894 y estudió en el entonces Colegio Francés, practicando la disciplina musical desde que tenía 5 años. Para sus catorce, el gobierno de Germán Riesco la becó gracias a su talento y viajó hacia Alemania junto a su madre y hermana, para seguir perfeccionándose en Berlín.

En 1914, ganó un diploma de honor, pero debió volver a Chile tras el inicio de la Primera Guerra Mundial. Estuvo pocos años de vuelta en su tierra, porque prefirió impartir clases luego de ser invitada por el Conservatorio Rochester de Estados Unidos.

Sin embargo, al ser una mujer soltera, latina y sin contactos, no se respetaron sus cláusulas de contrato y solo se le permitió recibir una comisión por alumno, y en ese entonces, Rosita tan solo tenía uno. Desalentada, decidió volver a Chile, no sin antes probar suerte en Nueva York enviando diferentes cartas de recomendación.

En esa ciudad, la esperanza volvió para Rosita Renard: logró ofrecer sus primeros recitales, que fueron creciendo hasta reunir más de 500 dólares (una fortuna para ese entonces). Pero a pesar de su buena fortuna y éxito, la talentosa artista decidió dejar la fama atrás y volver a Chile, donde asumió la dirección del departamento de teclado del Conservatorio Nacional.

Rosita vivió en Pirque de forma modesta, con su marido y en medio de la naturaleza, en la cálida serenidad de la cordillera. Al poco tiempo, y en medio de su idílica vida en medio del campo, se le diagnosticó encefalitis letárgica. Murió en la Clínica Santa María.

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Rosita Renard, es conocida como la más importante pianista de la historia de Chile. Murió el 24 de mayo de 1949.

Nació en Santiago, en febrero de 1894 y estudió en el entonces Colegio Francés, practicando la disciplina musical desde que tenía 5 años. Para sus catorce, el gobierno de Germán Riesco la becó gracias a su talento y viajó hacia Alemania junto a su madre y hermana, para seguir perfeccionándose en Berlín.

En 1914, ganó un diploma de honor, pero debió volver a Chile tras el inicio de la Primera Guerra Mundial. Estuvo pocos años de vuelta en su tierra, porque prefirió impartir clases luego de ser invitada por el Conservatorio Rochester de Estados Unidos.

Sin embargo, al ser una mujer soltera, latina y sin contactos, no se respetaron sus cláusulas de contrato y solo se le permitió recibir una comisión por alumno, y en ese entonces, Rosita tan solo tenía uno. Desalentada, decidió volver a Chile, no sin antes probar suerte en Nueva York enviando diferentes cartas de recomendación.

En esa ciudad, la esperanza volvió para Rosita Renard: logró ofrecer sus primeros recitales, que fueron creciendo hasta reunir más de 500 dólares (una fortuna para ese entonces). Pero a pesar de su buena fortuna y éxito, la talentosa artista decidió dejar la fama atrás y volver a Chile, donde asumió la dirección del departamento de teclado del Conservatorio Nacional.

Rosita vivió en Pirque de forma modesta, con su marido y en medio de la naturaleza, en la cálida serenidad de la cordillera. Al poco tiempo, y en medio de su idílica vida en medio del campo, se le diagnosticó encefalitis letárgica. Murió en la Clínica Santa María.