Efemérides: El 8 de abril de 1599, el toqui Anganamón destruye el fuerte de Boroa

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El 8 de abril de 1599, el toqui Anganamón se dejó caer sobre el fuerte de Boroa con más de mil mapuches, arrasándolo hasta sus cimientos después de matar a 8 españoles que conformaban la dotación y a todos los indígenas que colaboraban con ellos.

Este ataque fue la continuación de una formidable rebelión mapuche que había comenzado con la Batalla de Curalaba, ocurrida en diciembre del año 1598. Allí resultó muerto el gobernador Martín Óñez de Loyola, 50 españoles y 300 indígenas auxiliares.

Ese fue denominado el primer alzamiento indígena en el sur del país.

En esta ocasión fue el fuerte San Ignacio de la Redención de Boroa, ubicado en la confluencia de los ríos Quepe y Cautín, el que se vio envuelto en este ataque.

Apenas se supo de lo sucedido en Curalaba, el corregidor de La Imperial, Andrés Valiente, dispuso que las mujeres y niños se asilaran en la casa episcopal. Además, distribuyó sus 150 soldados en los otros edificios, cerró las calles y esperó los acontecimientos por cerca de un mes.

A fines de enero, los mapuches aparecieron en las cercanías robando lo que encontraron a su paso y dispersando a los españoles que intentaron detenerlos.

Ya a fines de marzo de 1599, los españoles contaban cerca de 50 muertos en las pequeñas escaramuzas que se habían producido en todo el sector. Lo más importante es que estas acciones lograron aislar a La Imperial de todas las ciudades del norte, estaban rodeados.

En tanto, los españoles habían trabado amistad con los mapuches que vivían en la ribera sur del Río Cautín, por lo que establecieron un pequeño fuerte en Boroa a unos 2 kilómetros de La Imperial.

Ese 8 de abril de 1599, que además era jueves santo, aparecieron los mapuches comandados por el toqui Anganamón. Al llegar mataron a los españoles que estaban en ese fuerte y a los indígenas que trabajaban para ellos, destruyendo por completo el fuerte de Boroa.

Andrés Valiente, el capitán español, reaccionó con violencia. Avanzó hacia Boroa con 40 de sus soldados, pasó el río Cautín y quiso reponer el fuerte con sus soldados de custodia.

Sin embargo, los mapuches ya se habían concentrado en una fuerza 20 veces mayor a la de los españoles y cayeron sobre éstos, obligándolos a combatir.

Solo 2 de los españoles se salvaron nadando y llegaron a La Imperial. Otros 3 se escaparon a Villarrica, a más de 150 kilómetros al sur.

Los 35 españoles restantes, incluido Andrés Valiente, fueron masacrados.

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El 8 de abril de 1599, el toqui Anganamón se dejó caer sobre el fuerte de Boroa con más de mil mapuches, arrasándolo hasta sus cimientos después de matar a 8 españoles que conformaban la dotación y a todos los indígenas que colaboraban con ellos.

Este ataque fue la continuación de una formidable rebelión mapuche que había comenzado con la Batalla de Curalaba, ocurrida en diciembre del año 1598. Allí resultó muerto el gobernador Martín Óñez de Loyola, 50 españoles y 300 indígenas auxiliares.

Ese fue denominado el primer alzamiento indígena en el sur del país.

En esta ocasión fue el fuerte San Ignacio de la Redención de Boroa, ubicado en la confluencia de los ríos Quepe y Cautín, el que se vio envuelto en este ataque.

Apenas se supo de lo sucedido en Curalaba, el corregidor de La Imperial, Andrés Valiente, dispuso que las mujeres y niños se asilaran en la casa episcopal. Además, distribuyó sus 150 soldados en los otros edificios, cerró las calles y esperó los acontecimientos por cerca de un mes.

A fines de enero, los mapuches aparecieron en las cercanías robando lo que encontraron a su paso y dispersando a los españoles que intentaron detenerlos.

Ya a fines de marzo de 1599, los españoles contaban cerca de 50 muertos en las pequeñas escaramuzas que se habían producido en todo el sector. Lo más importante es que estas acciones lograron aislar a La Imperial de todas las ciudades del norte, estaban rodeados.

En tanto, los españoles habían trabado amistad con los mapuches que vivían en la ribera sur del Río Cautín, por lo que establecieron un pequeño fuerte en Boroa a unos 2 kilómetros de La Imperial.

Ese 8 de abril de 1599, que además era jueves santo, aparecieron los mapuches comandados por el toqui Anganamón. Al llegar mataron a los españoles que estaban en ese fuerte y a los indígenas que trabajaban para ellos, destruyendo por completo el fuerte de Boroa.

Andrés Valiente, el capitán español, reaccionó con violencia. Avanzó hacia Boroa con 40 de sus soldados, pasó el río Cautín y quiso reponer el fuerte con sus soldados de custodia.

Sin embargo, los mapuches ya se habían concentrado en una fuerza 20 veces mayor a la de los españoles y cayeron sobre éstos, obligándolos a combatir.

Solo 2 de los españoles se salvaron nadando y llegaron a La Imperial. Otros 3 se escaparon a Villarrica, a más de 150 kilómetros al sur.

Los 35 españoles restantes, incluido Andrés Valiente, fueron masacrados.