Efemérides: El 6 de abril de 1896 se inauguraron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna

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El 6 de abril de 1896 se inauguraron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, aquellos que habían sido prohibidos 1.500 años antes por el emperador romano Teodosio I, por ser considerada una fiesta pagana.

Durante el siglo XV, con la llegada del movimiento cultural llamado Renacimiento, Europa comenzó una larga fascinación por la cultura griega.

De hecho, algunos países comenzaron a organizar algunos eventos deportivos informales y también algunos festivales folklóricos que llevaban el nombre de Juegos Olímpicos.

No fue hasta 1892 que un joven varón francés, Pierre de Coubertin, propuso revivir los Juegos Olímpicos como una competencia internacional que se desarrollaría cada cuatro años.

En una conferencia sobre deporte internacional que se desarrolló en París el 23 de julio de 1894, de Coubertin planteó nuevamente la idea y los 79 delegados de 12 países aprobaron por unanimidad su propuesta, formando lo que se llamó el Comité Olímpico Internacional.

Los primeros juegos fueron planeados para el año 1896 en Atenas, la capital de Grecia. Sin embargo, en ese momento aquel país tenía problemas financieros y una gran inestabilidad política.

A fines de 1894, el Comité organizador dio cuenta que el costo total de los juegos tendría el valor de más de 3 millones de dracmas, es decir, más de medio millón de dólares de la época.

El presidente del Comité Olímpico, el griego Dimitrios Vikelas, estimó que sería imposible llevarlos a cabo.

Gracias a los aportes económicos de distintas personas, en el año 1896 el Rey Jorge inauguraba los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en el Estadio Olímpico de Grecia, ante 70 mil espectadores.

Todos los competidores eran hombres, algunos de ellos eran turistas que se encontraron con los juegos y a quienes se les permitió inscribirse para representar a su país.

Por los problemas económicos no se entregaron medallas de oro a los vencedores, sino que de plata. Los segundos clasificados recibían la de bronce, en ambos casos los premios iban acompañados de diplomas y la clásica corona confeccionada con ramas de olivo.

La excepción fue el griego Spiridon Louis. Era un pequeño hombre de 25 años y con 1,63 de altura, casado, pastor en su infancia y practicante de distintos oficios, entre ellos el de cartero.

Llevando el número 17 espalda y con 100 mil espectadores en los últimos 4 kilómetros, logró ganar la prueba de la maratón.

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El 6 de abril de 1896 se inauguraron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, aquellos que habían sido prohibidos 1.500 años antes por el emperador romano Teodosio I, por ser considerada una fiesta pagana.

Durante el siglo XV, con la llegada del movimiento cultural llamado Renacimiento, Europa comenzó una larga fascinación por la cultura griega.

De hecho, algunos países comenzaron a organizar algunos eventos deportivos informales y también algunos festivales folklóricos que llevaban el nombre de Juegos Olímpicos.

No fue hasta 1892 que un joven varón francés, Pierre de Coubertin, propuso revivir los Juegos Olímpicos como una competencia internacional que se desarrollaría cada cuatro años.

En una conferencia sobre deporte internacional que se desarrolló en París el 23 de julio de 1894, de Coubertin planteó nuevamente la idea y los 79 delegados de 12 países aprobaron por unanimidad su propuesta, formando lo que se llamó el Comité Olímpico Internacional.

Los primeros juegos fueron planeados para el año 1896 en Atenas, la capital de Grecia. Sin embargo, en ese momento aquel país tenía problemas financieros y una gran inestabilidad política.

A fines de 1894, el Comité organizador dio cuenta que el costo total de los juegos tendría el valor de más de 3 millones de dracmas, es decir, más de medio millón de dólares de la época.

El presidente del Comité Olímpico, el griego Dimitrios Vikelas, estimó que sería imposible llevarlos a cabo.

Gracias a los aportes económicos de distintas personas, en el año 1896 el Rey Jorge inauguraba los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en el Estadio Olímpico de Grecia, ante 70 mil espectadores.

Todos los competidores eran hombres, algunos de ellos eran turistas que se encontraron con los juegos y a quienes se les permitió inscribirse para representar a su país.

Por los problemas económicos no se entregaron medallas de oro a los vencedores, sino que de plata. Los segundos clasificados recibían la de bronce, en ambos casos los premios iban acompañados de diplomas y la clásica corona confeccionada con ramas de olivo.

La excepción fue el griego Spiridon Louis. Era un pequeño hombre de 25 años y con 1,63 de altura, casado, pastor en su infancia y practicante de distintos oficios, entre ellos el de cartero.

Llevando el número 17 espalda y con 100 mil espectadores en los últimos 4 kilómetros, logró ganar la prueba de la maratón.