Efemérides: El 30 de marzo de 1981 se produjo el atentado contra el ex presidente Ronald Reagan

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El 30 de marzo de 1981 se produjo el atentado contra el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan.

Con la historia de atentados a presidentes estadounidenses, era inimaginable que sucediera otro por las medidas de seguridad que rodeaban a los presidentes norteamericanos.

Todo sucedió poco antes de las dos y media de la tarde. A esa hora, el presidente Reagan abandonaba el Hotel Hilton de Washington, después de ofrecer un discurso ante más de 3 mil representantes sindicales.

Reagan, rodeado por numerosos guardaespaldas, caminaba rumbo a su auto cuando se detuvo a responder las preguntas de los periodistas.

Fue en ese instante cuando John Hinckley, un muchacho de 25 años, se abalanzó sobre el grupo y comenzó a disparar con una pistola calibre 22.

Una de las balas rebotó sobre la limusina y le dio al presidente, alojándose en un pulmón y a tan solo 7 centímetros del corazón de Reagan.

Otra bala atravesó la cabeza del secretario de prensa James Brady, lo que le dejó paralizado de por vida su lado izquierdo.

Segundos después, otros agentes del servicio secreto se arrojaron sobre Hinckley y lo lanzaron al interior de un auto de la policía.

El presidente Reagan prácticamente no se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. De hecho, cuando el agente del servicio secreto se le lanzó encima para protegerlo, Reagan creyó que éste se había tropezado, que lo había empujado sin querer e incluso que se había roto una costilla.

Aún así, el presidente Reagan fue capaz de mantener su sentido del humor durante la crisis.

John Hinckley, quien con su actuación buscaba impresionar a la actriz Jodie Foster, fue declarado inimputable al padecer de erotomanía.

En los años previos al intento de asesinato, Hinckley se había obsesionado con la película Taxi Driver. La vio por lo menos 15 veces, leyó muchas veces el libro en el que se basa la película, compró la banda sonora e incluso comenzó a repetir ciertas formas y diálogos del personaje de Robert De Niro.

Entre los objetos que se le encontraron a Hinckley en su habitación del Hotel Central Park después del ataque, había una carta dirigida a Jodie Foster.

Al interior de la misiva, el hombre declaraba su desesperación por impresionar a la actriz y que por ello cometería el atentado contra Ronald Reagan, situación que se materializó el 30 de marzo de 1981.

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El 30 de marzo de 1981 se produjo el atentado contra el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan.

Con la historia de atentados a presidentes estadounidenses, era inimaginable que sucediera otro por las medidas de seguridad que rodeaban a los presidentes norteamericanos.

Todo sucedió poco antes de las dos y media de la tarde. A esa hora, el presidente Reagan abandonaba el Hotel Hilton de Washington, después de ofrecer un discurso ante más de 3 mil representantes sindicales.

Reagan, rodeado por numerosos guardaespaldas, caminaba rumbo a su auto cuando se detuvo a responder las preguntas de los periodistas.

Fue en ese instante cuando John Hinckley, un muchacho de 25 años, se abalanzó sobre el grupo y comenzó a disparar con una pistola calibre 22.

Una de las balas rebotó sobre la limusina y le dio al presidente, alojándose en un pulmón y a tan solo 7 centímetros del corazón de Reagan.

Otra bala atravesó la cabeza del secretario de prensa James Brady, lo que le dejó paralizado de por vida su lado izquierdo.

Segundos después, otros agentes del servicio secreto se arrojaron sobre Hinckley y lo lanzaron al interior de un auto de la policía.

El presidente Reagan prácticamente no se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. De hecho, cuando el agente del servicio secreto se le lanzó encima para protegerlo, Reagan creyó que éste se había tropezado, que lo había empujado sin querer e incluso que se había roto una costilla.

Aún así, el presidente Reagan fue capaz de mantener su sentido del humor durante la crisis.

John Hinckley, quien con su actuación buscaba impresionar a la actriz Jodie Foster, fue declarado inimputable al padecer de erotomanía.

En los años previos al intento de asesinato, Hinckley se había obsesionado con la película Taxi Driver. La vio por lo menos 15 veces, leyó muchas veces el libro en el que se basa la película, compró la banda sonora e incluso comenzó a repetir ciertas formas y diálogos del personaje de Robert De Niro.

Entre los objetos que se le encontraron a Hinckley en su habitación del Hotel Central Park después del ataque, había una carta dirigida a Jodie Foster.

Al interior de la misiva, el hombre declaraba su desesperación por impresionar a la actriz y que por ello cometería el atentado contra Ronald Reagan, situación que se materializó el 30 de marzo de 1981.