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Gabriela Torres: La vida eterna es aquí y ahora

Por Ignacio Sánchez
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“Las consecuencias de no incluir la dimensión espiritual en la consciencia, son tremendas, devastadoras: la depredación del planeta, la perversión de las instituciones responsables de religarnos con Dios. La corrupción política, el daño, la malversación y vulneración que se hace desde las instituciones a cargo de proteger la integridad de la ciudadanía o la soberanía … Continue reading "Gabriela Torres: La vida eterna es aquí y ahora"

“Las consecuencias de no incluir la dimensión espiritual en la consciencia, son tremendas, devastadoras: la depredación del planeta, la perversión de las instituciones responsables de religarnos con Dios. La corrupción política, el daño, la malversación y vulneración que se hace desde las instituciones a cargo de proteger la integridad de la ciudadanía o la soberanía del Estado, abusos de poder por doquier. Polarización en la convivencia social, hembras contra machos, derecha contra izquierda, mapuches contra huincas, empresarios contra trabajadores. Los buenos contra los malos y viceversa según la vereda parcial desde la cual se esté mirando”.

“Ignorar la dimensión esencial de la vida, la naturaleza espiritual humana, la común unión trascendente con todos y el todo, distorsiona los propósitos. Se persiguen gozos superfluos, pasajeros, que en realidad no sacian. Se perpetúa el vacío esencial y se instalan dinámicas perversas, cada vez más distorsionadas, depravadas incluso, como lo que ha tocado ver salir a la luz desde la iglesia católica, por dar un ejemplo, entre tantos posibles”.

“Es que postergar la experiencia de vida eterna, del encuentro con Dios, para después de la muerte, no resulta conducente”.

Revisa el Punto de Vista de Gabriela Torres Pincheira, psicóloga e investigadora en Desarrollo Esencial.

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“Las consecuencias de no incluir la dimensión espiritual en la consciencia, son tremendas, devastadoras: la depredación del planeta, la perversión de las instituciones responsables de religarnos con Dios. La corrupción política, el daño, la malversación y vulneración que se hace desde las instituciones a cargo de proteger la integridad de la ciudadanía o la soberanía … Continue reading "Gabriela Torres: La vida eterna es aquí y ahora"

“Las consecuencias de no incluir la dimensión espiritual en la consciencia, son tremendas, devastadoras: la depredación del planeta, la perversión de las instituciones responsables de religarnos con Dios. La corrupción política, el daño, la malversación y vulneración que se hace desde las instituciones a cargo de proteger la integridad de la ciudadanía o la soberanía del Estado, abusos de poder por doquier. Polarización en la convivencia social, hembras contra machos, derecha contra izquierda, mapuches contra huincas, empresarios contra trabajadores. Los buenos contra los malos y viceversa según la vereda parcial desde la cual se esté mirando”.

“Ignorar la dimensión esencial de la vida, la naturaleza espiritual humana, la común unión trascendente con todos y el todo, distorsiona los propósitos. Se persiguen gozos superfluos, pasajeros, que en realidad no sacian. Se perpetúa el vacío esencial y se instalan dinámicas perversas, cada vez más distorsionadas, depravadas incluso, como lo que ha tocado ver salir a la luz desde la iglesia católica, por dar un ejemplo, entre tantos posibles”.

“Es que postergar la experiencia de vida eterna, del encuentro con Dios, para después de la muerte, no resulta conducente”.

Revisa el Punto de Vista de Gabriela Torres Pincheira, psicóloga e investigadora en Desarrollo Esencial.

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