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Rayén Araya: "Aborto: De los hombres dependemos"

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19 mujeres, pero 101 hombres son los que votarán para permitirnos decidir o mantenernos en calidad de personas de segunda categoría, una especie de incubadora sin sentimientos, sin cerebro, ni voluntad. No queremos que piensen todos iguales, ni tampoco que estén a favor del aborto, queremos consolidar la posibilidad de pensar distinto, ser tratadas como … Continue reading "Rayén Araya: "Aborto: De los hombres dependemos""

19 mujeres, pero 101 hombres son los que votarán para permitirnos decidir o mantenernos en calidad de personas de segunda categoría, una especie de incubadora sin sentimientos, sin cerebro, ni voluntad. No queremos que piensen todos iguales, ni tampoco que estén a favor del aborto, queremos consolidar la posibilidad de pensar distinto, ser tratadas como ciudadanas, sujetos de derecho, y pedirles que levanten la voz por nosotras, para que confíen en nuestro criterio. Seguro en su infancia confiaron ciegamente en sus madres, y si le ponemos nombre y cara a las mujeres, podrán visualizar a sus madres, hermanas, hijas, etc. ¿Las castigarían ante una violación? ¿Arriesgarían sus vidas? ¿Las encarcelarían? ¿Son menos inteligentes, capaces, conscientes que ustedes? ¿Toman sólo malas decisiones?

No se trata entonces de pedirles que estén a favor del aborto, sino de pedirles un voto de confianza. De la decisión de ustedes depende que nosotras podamos decidir. Confíen en que sabremos qué hacer.

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19 mujeres, pero 101 hombres son los que votarán para permitirnos decidir o mantenernos en calidad de personas de segunda categoría, una especie de incubadora sin sentimientos, sin cerebro, ni voluntad. No queremos que piensen todos iguales, ni tampoco que estén a favor del aborto, queremos consolidar la posibilidad de pensar distinto, ser tratadas como … Continue reading "Rayén Araya: "Aborto: De los hombres dependemos""

19 mujeres, pero 101 hombres son los que votarán para permitirnos decidir o mantenernos en calidad de personas de segunda categoría, una especie de incubadora sin sentimientos, sin cerebro, ni voluntad. No queremos que piensen todos iguales, ni tampoco que estén a favor del aborto, queremos consolidar la posibilidad de pensar distinto, ser tratadas como ciudadanas, sujetos de derecho, y pedirles que levanten la voz por nosotras, para que confíen en nuestro criterio. Seguro en su infancia confiaron ciegamente en sus madres, y si le ponemos nombre y cara a las mujeres, podrán visualizar a sus madres, hermanas, hijas, etc. ¿Las castigarían ante una violación? ¿Arriesgarían sus vidas? ¿Las encarcelarían? ¿Son menos inteligentes, capaces, conscientes que ustedes? ¿Toman sólo malas decisiones?

No se trata entonces de pedirles que estén a favor del aborto, sino de pedirles un voto de confianza. De la decisión de ustedes depende que nosotras podamos decidir. Confíen en que sabremos qué hacer.

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