El problema ciertamente no es recibir financiamiento extranjero. El problema es presentarse como entidades técnicas, cuando detrás hay una visión política —muchas veces radical— sobre el desarrollo, el medio ambiente e incluso la economía, y aprovecharse de una falsa neutralidad comunicacional para impulsar agendas políticas sin transparentar sus verdaderas intenciones.
ONGS ambientalistas, ¿Solo ambientalistas?
22 octubre 2025 | 17:38