Estamos viviendo una crisis de inseguridad, violencia y crimen organizado de límites desconocidos. Por su parte, el gobierno del presidente Boric ha llegado tarde y mal. Ya sea por ideología, ignorancia, ineficacia o mediocridad, es claro que el ejecutivo no ha estado ni a la altura ni a la velocidad que se requiere. Chile necesita enfrentar con valentía y determinación la crisis de inseguridad teniendo presentes a lo menos tres ejes o prioridades. Cerrar sus fronteras, levantar nuevas cárceles, recuperar el progreso y dar una batalla cultural entre los niños y jóvenes.