El Banco Mundial anunció este sábado la puesta en marcha antes de que acabe el año de un fondo de urgencia, destinado a los países pobres, para acelerar la ayuda en caso de pandemias como la del ébola.

“No existe un sistema internacional capaz de responder rápidamente a una pandemia”, dijo el presidente de la institución, Jim Yong Kim, en Sendai (Japón), donde se está celebrando una reunión de los ministros de Finanzas del G7.

Según él, la epidemia del virus de Ébola que estalló en 2014 en tres países del oeste de África supuso una toma de conciencia “brutal” de la lentitud de la ayuda internacional.

“Hicieron falta meses para llevar recursos sustanciales y de apoyo a los países, mientras el número de víctimas continuaba subiendo”, dijo Kim, un exmédico especialista en enfermedades infecciosas.

La epidemia de ébola dejó más de 11.000 muertos.

El nuevo fondo debería permitir, principalmente gracias a pólizas de seguro, movilizar 500 millones de dólares para luchar contra epidemias como el ébola o el síndrome respiratorio agudo grave (Sras).

El fondo será accesible a los 77 países más pobres del mundo identificados por el Banco Mundial.

“No podemos cambiar la velocidad de un huracán o la fuerza de un terremoto pero podemos influir en la propagación de una epidemia llevando dinero suficiente al lugar adecuado en el momento adecuado“, explicó Kim.

El nuevo fondo, que será alimentado por los miembros más ricos del Banco Mundial, servirá para pagar los seguros suscritos por los países pobres para protegerse del riesgo de epidemia.

También servirá para pagar los intereses de unas obligaciones especiales que emitirá el Banco para recaudar dinero.

Japón ya anunció que contribuirá con 50 millones de dólares, indicó la institución en un comunicado.

El Banco Mundial también explicó que habría otro tipo de reservas llamadas “flexibles” para epidemias como el zika que no cumplen las condiciones definidas en las pólizas de seguros, aunque no precisó el monto.