Los padres de una niña de un año y medio que murió esperando un trasplante de hígado, anunciaron una demanda contra el Estado. El hospital nunca agendó la operación y la menor falleció tras contagiarse una bacteria intrahospitalaria.

Un año y 8 meses tenía Florencia Sandoval. Aun cuando sus padres eran compatibles para hacer la operación, su madre, Andrea Osses, denunció que el hospital Luis Calvo Mackenna, nunca agendó la intervención para realizar el trasplante, y finalmente la pequeña falleció producto de una insuficiencia renal, ocasionada por una bacteria que se contagió mientras estuvo hospitalizada.

Según relató la madre a Radio Bío Bío, el problema fue la gestión del trasplante al interior del hospital y que los médicos a cargo aplazaron tanto la fecha que la condición clínica se deterioró y comenzó a comprometer otros órganos.

Los padres de la menor aseguraron que demandarán al Estado ante cortes internacionales de ser necesario, pues acusan discriminación hacia ellos, ya que a Florencia nunca se le quiso dar una hora para su operación, ni en el sistema público o en el privado. En este último debían pagar $120 millones para que se le efectuara la intervención, según indicaron.

Además denuncian que hubo una cadena de negligencias, que evitaron que su hija recibiera las atenciones médicas necesarias y debido a que los especialistas a cargo aplazaron tanto la fecha de operación, que su condición clínica fue empeorando, incluso hasta contagiarse de una bacteria intrahospitalaria.