Desenvolverse en un ambiente laboral puede ser un poco más complejo de lo que parece, pues algunas actitudes que tienes en medio de tu grupo de amigos o familia, adquieren otro matiz en un entorno de trabajo.

A esto se suma, que la gente no suele ser totalmente honesta en la oficina, por lo que si algo que haces les resulta incómodo, probablemente no te lo digan y simplemente lo registren en la imagen mental que tienen de ti.

Aunque podrías pensar “bueno, y qué importa lo que piensen”, en realidad si debería importarte, porque a la hora de ser ascendido o querer llevar a cabo una idea o proyecto, necesitarás el apoyo y respeto de otros.

A continuación te dejamos con algunos hábitos que pueden hacer que se pierda el respeto por ti en el trabajo, según el emprendedor y experto en la materia, Kevin Daum.

1. Compartir demasiados detalles de tu vida personal en las redes sociales

Aunque a tus amigos puede parecerle fascinante ver tus selfies de las payasadas que hiciste en la fiesta del fin de semana o tus líos amorosos, tus colegas podrían interpretarlo como que eres muy narcisista con necesidad de atención.

“Lo que es peor, algún post inapropiado puede resaltar tu inmadurez y falta de discreción”, dice Kevin, por lo que recomienda evaluar las consecuencias de tus publicaciones.

2. Quejarse demasiado

Expresar tu descontento con alguna medida puede ser positivo para mejorar el trabajo, pero quejarse todo el tiempo sin justificación clara o de peso, es molesto.

“No dejes que una mala actitud o incluso un mal día te impidan avanzar y ser querido. Escoge las cosas por las que pelearás, o encuentra una manera constructiva para exponerlas”, recomienda el experto.

3. Decir pequeñas mentiras o robar suministros de la oficina

“Algunas personas piensan que decir mentiras blancas es aceptable. Sin embargo, hay muchas personas que realmente creen que cualquier mentira es un comportamiento inaceptable. Lo mismo corre para tomar cosas que no son tuyas, aunque sean suministros básicos o baratijas de oficina”, explica Kevin.

Daum señala que el comportamiento poco ético -aunque sea considerado “menor”- sigue siendo un comportamiento poco ético, y si la gente ve que rompes las reglas todo el tiempo en pequeñas cosas, van a creer que eres capaz de hacer lo mismo a mayor escala también.

4. Sacar la vuelta

Cuando pierdes el tiempo -aunque sea porque estás demasiado agobiado o cansado- y los demás lo notan, tu credibilidad comienza a decaer.

Además, si todos tus compañeros se esfuerzan y ven que tú no, lentamente comenzarán a desarrollar resentimiento contra ti.

Si el trabajo no te motiva, busca otro, pero no saques la vuelta.

5. Llegar tarde

Si llegas tarde siempre al trabajo, las reuniones, a los plazos de entrega, la gente se cansará de tener que esperarte. Además esto te hace parecer egoísta, desorganizado, e irrespetuoso con el tiempo de los demás.

Si tienes problemas para cumplir, consigue alguna herramienta que te ayude a recordar tus reuniones y compromisos laborales. Haz el esfuerzo por ser puntual o nadie confiará en ti.

6. Transformar todo en un drama

“Nadie tiene tiempo para rabietas y excusas. La vida puede ser un reto para todos en un momento u otro”, pero hacer un “show” a cada rato y por cualquier cosa, hace que te pierdan el respeto.

Expresar tus emociones o llorar alguna vez en la oficina no es dañino, pero transformarlo en un patrón hará que la gente evite trabajar contigo.

7. Chismosear

Si bien la gente disfruta cuando les cuentas sobre la relación de Ana con otro colega o los problemas de José con el jefe, al mismo tiempo te están juzgando.

“Ellos se están diciendo a sí mismos que eres una persona a la que no le pueden confiar información sensible”, explica.

8. Ser grosero

Las groserías y garabatos están a la orden del día en la TV y en la oficina, pero eso no significa que sea aceptable para todas las personas.

Decir muchos garabatos y hacer bromas de doble sentido todo el tiempo, puede coartar tu crecimiento en la empresa y que se hagan una mala imagen de ti.

Cuida tu lenguaje, si quieres ser alguien respetado.

9. Vestir demasiado informal

Si bien en muchos trabajos no es necesario usar ropa formal, eso no significa que debas llevar la informalidad al extremo. Si vas con unos shorts deshilachados, hawaianas, poleras rotas o con mensajes obscenos, es difícil que te tomen en serio.

Por eso, aunque tu trabajo no exija tenida formal, procura cultivar un look más profesional en la oficina.

10. Ser hipócrita

“Haz lo que digo y no lo que hago”, no es un buen lema, si deseas ser respetado.

Si quieres respeto y admiración, sé consistente con tus dichos y acciones.

11. Culpar a los demás

Las personas aprecian y respetan a quienes asumen la responsabilidad de sus propias acciones. Culpar a los demás te muestra como alguien irresponsable, injusto y egoísta.

Las oportunidades de liderazgo suelen recaer en aquellos que son responsables y elevan a otros en vez de derribarlos.