Cristián Olivares Ortiz es un joven serenense de 25 años que padece una extraña patología llamada malformación vascular. En su ciudad natal no existe la especialidad ni experiencia para tratar la enfermedad, por lo tanto se hace de vital urgencia su traslado a Santiago.

Para entender el complicado proceso de salud de Cristián hay que remontarse once años atrás. En 2005 se le formulan varios diagnósticos, con síntomas que se hacen cada vez más frecuentes, como: jaquecas, fiebre, vómitos. Diversos doctores tratan de comprender la enfermedad y hasta se le recomienda un tratamiento dental. Es sólo en ese momento cuando se llega a la conclusión de que posee un mal poco frecuente en nuestro país, denominado malformación vascular arteriovenosa.

Su médico tratante, Cristián Pozo, cirujano general, explica la situación del paciente:

Debido a la complejidad de esta patología, se recomienda un tratamiento que en una primera instancia no es crítico, pero con el paso del tiempo se suman otros síntomas más graves, entre ellos las hemorragias. Ya son 11 años desde ese momento y hoy, este joven necesita con urgencia un traslado a otro centro hospitalario que tenga las características necesarias para su atención.

Ernesto Jorquera, director de servicio de salud de Coquimbo explica:

Durante este largo calvario, su familia buscó con desesperación otras alternativas, entre ellas un viaje a Cuba. Lamentablemente, los médicos de ese país deciden no intervenir al joven debido al avance de la enfermedad. Una vez que Cristián vuelve a Chile, su continuo malestar lo lleva a internarse en el centro hospitalario de La Serena, donde se encuentra actualmente.

Actualmente su estado de salud es muy complejo. Por ello, familiares y amigos decidieron realizar una manifestación debido a su molestia por el retraso en su traslado a un centro de salud adecuado. Indican que mientras no ocurra, continuarán protestando para que se le proporcione un verdadero tratamiento, ya que en La Serena -y en palabras del mismo médico tratante- no existen especialistas que puedan hacerse cargo de él.

Al ser una enfermedad extraña, no se poseen los protocolos de urgencia que existen para otros tipos de patologías más comunes. Por esto esperar a que el paciente empeore para que se haga el traslado es arriesgar su vida, con los propios médicos asegurando que podría morir en cualquier momento.

El propio Cristián Olivares decidió divulgar su situación mediante redes sociales, a fin de crear conciencia sobre su caso y el de otros chilenos que, como él, se ven postergados debido a la falta de eficiencia del sistema público de salud de nuestro país.