Jane Eyre: la inspiradora historia de una heroína irresistible en original versión moderna

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Un aclamado montaje británico de ‘Jane Eyre’ llegó a la pantalla del Teatro Nescafé de las Artes, en el marco del ciclo de transmisiones National Theatre Live. En la clásica historia de la famosa novelista inglesa del siglo XIX, Charlotte Bronté, sigue siendo tan inspiradora hoy como hace cerca de 170 años.

El montaje con dos actos y una trasmisión de algo más de tres horas, es una adaptación estupenda, con rasgos geniales incluso, de la directora británica Sally Cookson, definida por la crítica como quien “aporta una luz ardiente” a la novela que Charlotte Bronté escribió en 1847, una presentación que es, a la vez, “audaz y dinámica”, además de tener “una vitalidad que captura el espíritu de la novela y el de su heroína.

Desde sus inicios como una huérfana que vive en la miseria, Jane -interpretada por la actriz escocesa Madeleine Worrall- enfrenta los obstáculos que la vida le presenta con un gran espíritu, sobreponiéndose a la pobreza, la injusticia y al descubrimiento de una amarga traición antes de tomar la decisión final de seguir a su corazón. La protagonista es en cuerpo y alma la infortunada miembro de una familia con poca suerte, con un destino trágico y terrible pero que al final logra salir a la superficie.

Esta aclamada versión de la obra maestra de la novelista Bronté fue puesta en escena por primera vez en el teatro Bristol Old Vic bajo la dirección de Sally Cookson y fue catalogada como audaz y dinámica, además de tener “una vitalidad que captura el espíritu de la novela y el de su heroína”. Coincidimos, también, con la opinión que le otorga a la producción lo calificativos de “inteligente y conmovedora”. Y resalta con la impresión que compartimos sobre lo mucho que se ha hecho con el escaso material empleado en la escenografía, que se enfrenta al público con lo mínimo, pero que es “ingeniosa y llamativa”, reflejando lo que concibió su creador, Michael Vale.

La obra es esencialmente feminista y está plena de detalles inteligentes, para adaptar a la modernidad una obra que a través de su bien enfocada puesta en escena, refleja la idea de la autora de desarrollar una trama en forma folletinesca o novela por entregas, en que a la protagonista, Jane Eyre, le van sucediendo muchas cosas, va pasando de un período a otro, de una situación a otra, de una familia a otra, casi siempre guíada por un destino terrible, pero que al fin para ella, es llegar al fin a lo ideal. Madeleine Worrall, encarna en forma brillante a Jane Eyre y se trasforma, por la magia de su interpretación, en “una luchadora admirable; una mujer inteligente, incontenible y honesta”.

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Un aclamado montaje británico de ‘Jane Eyre’ llegó a la pantalla del Teatro Nescafé de las Artes, en el marco del ciclo de transmisiones National Theatre Live. En la clásica historia de la famosa novelista inglesa del siglo XIX, Charlotte Bronté, sigue siendo tan inspiradora hoy como hace cerca de 170 años.

El montaje con dos actos y una trasmisión de algo más de tres horas, es una adaptación estupenda, con rasgos geniales incluso, de la directora británica Sally Cookson, definida por la crítica como quien “aporta una luz ardiente” a la novela que Charlotte Bronté escribió en 1847, una presentación que es, a la vez, “audaz y dinámica”, además de tener “una vitalidad que captura el espíritu de la novela y el de su heroína.

Desde sus inicios como una huérfana que vive en la miseria, Jane -interpretada por la actriz escocesa Madeleine Worrall- enfrenta los obstáculos que la vida le presenta con un gran espíritu, sobreponiéndose a la pobreza, la injusticia y al descubrimiento de una amarga traición antes de tomar la decisión final de seguir a su corazón. La protagonista es en cuerpo y alma la infortunada miembro de una familia con poca suerte, con un destino trágico y terrible pero que al final logra salir a la superficie.

Esta aclamada versión de la obra maestra de la novelista Bronté fue puesta en escena por primera vez en el teatro Bristol Old Vic bajo la dirección de Sally Cookson y fue catalogada como audaz y dinámica, además de tener “una vitalidad que captura el espíritu de la novela y el de su heroína”. Coincidimos, también, con la opinión que le otorga a la producción lo calificativos de “inteligente y conmovedora”. Y resalta con la impresión que compartimos sobre lo mucho que se ha hecho con el escaso material empleado en la escenografía, que se enfrenta al público con lo mínimo, pero que es “ingeniosa y llamativa”, reflejando lo que concibió su creador, Michael Vale.

La obra es esencialmente feminista y está plena de detalles inteligentes, para adaptar a la modernidad una obra que a través de su bien enfocada puesta en escena, refleja la idea de la autora de desarrollar una trama en forma folletinesca o novela por entregas, en que a la protagonista, Jane Eyre, le van sucediendo muchas cosas, va pasando de un período a otro, de una situación a otra, de una familia a otra, casi siempre guíada por un destino terrible, pero que al fin para ella, es llegar al fin a lo ideal. Madeleine Worrall, encarna en forma brillante a Jane Eyre y se trasforma, por la magia de su interpretación, en “una luchadora admirable; una mujer inteligente, incontenible y honesta”.