Corea del Sur anunció este martes nuevas sanciones unilaterales contra Pyongyang y pidió a sus ciudadanos que boicoteen los restaurantes norcoreanos en el extranjero para cortar una de sus fuentes de divisas.

Estas nuevas sanciones fueron decididas en respuesta al ensayo nuclear llevado a cabo por Corea del Norte en enero y su disparo de cohete de largo alcance en febrero.

Situación que da cuenta de la debilidad de las relaciones económicas entre los dos vecinos, estas sanciones son potencialmente menos dañinas que las que votó el Consejo de Seguridad de la ONU la semana pasada. Pero de igual forma, podrían suscitar la ira de Corea del Norte.

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Seúl tomó en febrero la decisión de cesar las operaciones en la zona industrial intercoreana de Kaesong, que era uno de los últimos proyectos conjuntos de cooperación.

Uno de los objetivos de las autoridades surcoreanas es cortar el flujo de divisas hacia el Norte, a fin de que estos fondos no sirvan para financiar los programas nuclear y balístico de Pyongyang.

“Dado que los establecimientos norcoreanos, como los restaurantes en el extranjero, son uno de los canales a través de los cuales las divisas extranjeras entran en Corea del Norte, pedimos a la población que no los frecuente“, declaró Lee Suk-joon, jefe de la Oficina de Coordinación de las Políticas Gubernamentales.

Seúl calcula que Pyongyang ingresa en torno a 10 millones de dólares anuales en 130 restaurantes abiertos en 12 países.

“La caída de la frecuentación en los restaurantes norcoreanos tendrá el efecto de bloquear una parte del flujo de divisas”, señaló el Gobierno surcoreano en un comunicado.

Seúl prohibió, además, a los surcoreanos hacer negocios con 40 individuos y 30 organizaciones implicadas en los programas nuclear y balístico de Corea del Norte.

También impedirá el acceso a sus aguas territoriales a cualquier barco extranjero que haya hecho previamente escala en un puerto del Norte.

Esta decisión parece anunciar el final de un importante proyecto trilateral que preveía transportar carbón ruso a Corea del Sur a través del puerto norcoreano de Rajin y la ciudad fronteriza rusa de Jasán.

Seúl ya adoptó en 2010 una serie de sanciones contra Corea del Norte, después de haber acusado a Pyongyang por el ataque contra una corbeta surcoreana.