Me había hecho el propósito de no hablar respecto a otros medios de comunicación, sobre todo de otras radios. Básicamente, no lo había hecho por un tema ético y de compromiso autoadquirido puesto que, a mi parecer, no es bueno hablar ni para bien ni para mal de “otros” por el riesgo que se corre de que los comentarios se malinterpreten.

Sin embargo creo pertinente que, en este caso, descargue mi ira en términos generales, pero con una mirada mas amplia.

Es una lastima, una pérdida, un atentado a la diversificación, al pluralismo y a la “sana competencia”, tan necesaria sobre todo en esta área, cuando las empresas toman decisiones tan drásticas como lo son cerrar medios de comunicación.

Más allá de lo que significa dejar a muchos profesionales, técnicos y administrativos sin su fuente laboral, es por sobre todo una falta de respeto principalmente a los auditores, lectores y televidentes de los medios locales. Es un golpe a la descentralización de las regiones.

Cuando la gerencia de un medio de comunicación determinado en su línea editorial plantea que la administración estatal y la política en general está centralizada en la gran capital en desmedro de las regiones y, por otro lado, cierra sus señales regionales, eso -y con todo respeto- no es mas que predicar con los genitales en la mano.

Hace unos años con el equipo de Radio Bío Bío de Valparaíso realizamos un reportaje a modo de homenaje por el Día del Trabajador Radial. Con el correr de la investigación nos dimos cuenta, gratamente, que la región de Valparaíso fue -sin lugar a duda- la “cuna” de la radiodifusión regional.

Si bien la primera transmisión de radio se hizo en Santiago, en Valparaíso nacieron las grandes y más importantes radioemisoras, se gestaron los grandes hitos radiales. Aquí se transmitió con el primer disco compacto, nació la primera radio universitaria, el primer radioteatro, el primer programa infantil, y aquí también nacieron las mejores voces emblemáticas de la radio que iniciaron una larga tradición de profesionales, los que luego emigraron a todo el país.

Por esa relevancia, por esa tradición, por ese legado es que duele cuando se cierran emisoras. Ayer fue la señal de Cooperativa y luego Agricultura, que se sumaron a las transmisiones de cadenas [cuando la señal proviene de Santiago y en regiones solo se usan estaciones repetidoras]. A esto se agrega el cierre del departamento de prensa de Radio Digital. Es un acto nefasto que en nada contribuye a diversificar el medio y dar un sentido regionalista y descentralizado de verdad a este noble oficio.

Algo está pasando con los medios regionales, y nadie dice nada.

No es posible, por ejemplo, que en prensa escrita de Valparaíso solo existan dos periódicos de un mismo grupo. No tengo nada contra estos medios, muy por el contrario; pero es curioso que no exista otro diario en la zona, excepto algunos intentos menores y no por eso menos importantes como en Marga Marga, Quillota o Aconcagua.

Pero es más inconcebible que Televisión Nacional, “el canal de Chile”, haya cerrado su informativo regional. Aparte de dejar a varios profesionales sin trabajo, privó a la opinión publica de tener una visión o punto de vista distinto en el manejo de la información. Algo similar se planeó con Canal 13, pero afortunadamente no prosperó la iniciativa y, al menos, se mantienen las noticias de la región.

Hace poco el periodista colombiano Daniel Cronell escribía: “La labor del reportero consiste en entregar información a los ciudadanos para que sepan lo que está pasando y así puedan tomar mejores decisiones…..( ) El periodista debe defender el derecho de los ciudadanos a saber lo que está pasando, cómo se toman las decisiones que los afectan y cómo se gasta el dinero público. El periodismo, cuando es genuino, debe ser un contrapoder. El periodista está para averiguar lo que no le conviene al poderoso y publicarlo”.

Bajo estas premisas simples pero profundas, si no tenemos medios regionales y solo nos limitamos a tener corresponsales que, con mucho esfuerzo, intentan mantener informada a la comunidad local, tratando de hacerse un espacio en la maraña nacional, ¿cómo las personas van a tomar decisiones si no están debidamente informadas?

Pero hay algo mas grave y que pasa desapercibido. Hay estudios académicos en Chile que indican que, ante la globalización, la centralización de programas de radio y televisión, los chilenos están perdiendo paulatinamente la capacidad de mantener sus propia idiosincrasia, por ejemplo al hablar. Cada zona geográfica tiene “acentos” distintos, y al verse bombardeados con la forma de hablar de la zona central, ese acento se va perdiendo.

Es más, en regiones muchos jóvenes “aspiran” a ser capitalinos. Los ven como modelos, como ejemplo de éxito y prosperidad, y eso genera que todos aspiren a radicarse en Santiago, mermando otra vez a las regiones.

La explicación a estos cierres de medios es, desde el punto de vista de las gerencias, siempre solo una: costos, bajas ventas de publicidad, menos ingresos. Sin embargo creo que aquí también los medios debiéramos hacer nuestro propio mea culpa y entender que, en la medida que se bajen las tarifas publicitarias de forma indiscriminada, el resultado será siempre el mismo.

La llamada “torta” publicitaria en regiones es bastante reducida, y cuando el área comercial de un determinado medio ve que los otros comienzan a bajar sus tarifas, comienza una especie de circulo vicioso, una suerte de guerra de precios que deriva necesariamente en vencedores y perdedores. Vencen las agencias, porque logran bajar a la más mínima expresión las tarifas de los medios, y pierden los medios y por su digno intermedio, los auditores, lectores o televidentes.

Llama la atención también que, con la irrupcion de Internet de forma tan masiva, surja un montón de medios digitales, radios online y pseudo portales noticiosos o de “investigación”, que nacen coincidentemente unos meses antes de una elección. Esos finalmente no son más que plataformas financiadas por políticos o empresarios que buscan tener bajo su control el acontecer noticioso regional. Sin embargo, para ser justos, también hay muchos de estos portales que son serios y desarrollan un trabajo periodístico de verdad. La única opción que tienen para sobrevivir es estar en Internet.

Así las cosas, no queda mas que lamentar el “deceso” de otra radio regional.

Francisco Ovalle
Radio Bío Bío en Valparaíso y Viña del Mar