Debido al proceso legislativo en torno a la gratuidad en la educación superior, con la aprobación de la ley corta cerca del 50% de los estudiantes que pertenecen a las familias más vulnerables, podrán optar al beneficio de no pagar matrícula ni arancel en el tiempo que dure la carrera.

El martes se entregarán los resultados para los 178 mil alumnos antiguos de la educación universitaria vigente hasta 2015 y que pertenecen a los primeros cinco deciles.

En conversación con Expreso Bío Bío, el sociólogo investigador de la Fundación Nodo XXI, Víctor Orellana, indicó que la idea de separar gratuidad de reforma se fue instalando, reduciendo toda la discusión a un problema de recursos, olvidándose del tema central de fondo.

“Hoy tenemos un sistema de becas que se llama gratuidad”, dijo.

Explicó que esta gratuidad tiene letra chica, que es un sistema de becas de baja cobertura y que no llega a más del 17% de todos los estudiantes de la educación superior.

Además, señaló que es un subsidio focalizado y que ha sido una gratuidad de bajo impacto.

“La educación chilena es como un gran puente Cau Cau. Si al Estado le sale más barato el puente al revés, está muy bien, pero sigue estando al revés”, sostuvo.

Además, añadió que la gratuidad aliviará el problema muchos por la arista económica, pero que aún así no solucionará el inconveniente de fondo que es construir una educación distinta.

“El problema de fondo es qué educación queremos y cuáles son las instituciones que pueden estar a la altura de ese desafío país. Eso va más allá de una discusión sobre acreditación (…) tenemos fe que la ministra de Educación pueda entender que esta reforma tiene que hacerse de cara a la sociedad y que no puede seguir trabajando como si el país fuera una gran planilla de Excel”, puntualizó.

Escucha la entrevista completa realizada por Katherine Ibáñez y Patricio Cuevas en Expreso Bío Bío: