Las bolsas chinas volvieron a suspender este jueves su cotización al hundirse más del 7% tras una nueva depreciación del yuan, arrastrando por segunda vez en una semana a la mayoría de las plazas financieras mundiales.

Se trata de la segunda vez durante esta semana donde se activa este mecanismo de cierre, que ya obligó el lunes a suspender antes de tiempo las sesiones en las bolsas de Shanghái y Shenzhen.

Sin embargo, China anunció horas más tarde que suspenderá a partir del viernes este sistema automático que interrumpe las cotizaciones en caso de variación del 7% de la bolsa. Ello se produce tras “evaluar que sus efectos negativos son más importantes que los positivos”, según indicó la autoridad de supervisión de mercados.

El cierre de las bolsas se había producido menos de media hora después de que empezara la sesión, cuando el índice de Shanghái caía 7,32% y el de Shenzhen perdía 8,35%.

Como ya ocurrió el lunes, el desplome tuvo este jueves repercusiones en las demás plazas mundiales.

En Asia, cayeron las bolsas de Tokio (-2,33%) y Hong Kong (-3%), mientras que en Europa, el jueves por la tarde, las grandes plazas registraban claras pérdidas: Londres (-2%), París (-1,7%), Fráncfort (-2,4%) o Madrid (-1,6%).

Wall Street abrió también en claro retroceso de sus índices Dow Jones (-1,39%) y Nasdaq (-2,03%).

El hundimiento de las bolsas chinas coincide con la preocupación sobre el freno del crecimiento de la segunda economía mundial y con el debilitamiento de su moneda, el yuan (llamado también renminbi).

El banco central chino prevé que el crecimiento en China en 2015 sea del 6,9%, su nivel más bajo en los últimos 25 años.

La situación económica china preocupa en todo el mundo a pesar de que los grandes bancos centrales del planeta han inundado los mercados de liquidez con sus políticas monetarias ultraflexibles.

“Estamos obsesionados por China, por las relaciones irano-saudíes, por Corea del Norte, por los precios del petróleo”, resumía Simon Smith, analista de cambios londinense en FxPro.

Uno de los gurús de la finanza mundial, el multimillonario estadounidense George Soros, habló incluso de una nueva crisis como la de 2008.

“China tiene un gran problema de ajuste” declaró Soros en Sri Lanka. “Yo diría que se trata de una crisis real. Cuando observo los mercados financieros, veo una situación grave que recuerda la crisis que tuvimos en 2008″, afirmó.

El factor de la divisa china

Las bolsas chinas cayeron después de que las autoridades volvieran a bajar la cotización de referencia del yuan frente al dólar en 0,51%, hasta 6,5646 yuanes por dólar, la tasa más baja desde marzo de 2011.

Según Bloomberg News se trata de la caída más fuerte desde agosto, cuando Pekín decidió devaluar por sorpresa su moneda en casi un 5% en una semana.

El yuan está autorizado a fluctuar frente al dólar con un margen de más o menos 2% a partir de esa tasa de referencia, definida por el banco central chino (PBOC).

Se trata de la octava devaluación decidida por las autoridades monetarias chinas, una medida que preocupa a los inversores porque el yuan débil mejora la competitividad de los productos chinos en el exterior pero, al mismo tiempo, encarece las importaciones y desalienta las compras de Pekín en el exterior.

China ha intervenido masivamente en los últimos meses para sostener su moneda mediante grandes ventas de dólares, con la consecuencia de que sus colosales reservas cambiarias han caído a su menor nivel en tres años, hasta a 3,3 billones de dólares a finales de diciembre, indicaron este jueves las autoridades financieras.

La caída de las reservas de divisas cambiarias de China en diciembre respecto a noviembre fue de 100.000 millones de dólares, una cifra récord, según la administración de estado encargada del mercado de cambio (SAFE).

Para intentar crear confianza entre los inversores, la comisión de regulación de los mercados financieros (CSRC) china anunció el jueves la prórroga de la restricción de ventas de títulos a los accionistas que tengan más del 5% en una empresa cotizada.