Uno o varios miembros de un presunto comando islamista que el sábado atacó una base aérea en el norte de India, dejando al menos 11 muertos, seguían atrincherados en ella el domingo y volvían a disparar.

Un periodista de la AFP en el terreno oyó disparos en el interior de la base aérea de Pathankot, en el estado de Punyab, a unos 50 kilómetros de la frontera con Pakistán.

“Creemos que uno o dos terroristas siguen atrincherados” dentro de la base, declaró el jefe de policía de Panthakot, Kunwar Vijay Partap Singh. “Disparan de forma intermitente. Estamos intentando acorralarlos”.

Según el último balance, al menos 11 personas -siete militares y cuatro asaltantes- murieron en el ataque lanzado el sábado a las 03:30 (22:00 GMT del viernes) por un supuesto comando islamista.

El ejército indio necesitó 14 horas para anunciar que había retomado el control de la instalación, si bien finalmente este no parecía ser el caso, a la luz de los eventos del domingo.

Un oficial de policía que prefirió no dar su nombre explicó además que el ejército había recibido disparos durante las operaciones de desminado el sábado.

Entre los militares muertos figura un oficial, indicó un responsable castrense el domingo. Los otros muertos son cuatro atacantes que podrían pertenecer al grupo islamista Jaish-e-Mohamed (Ejército de Mahoma).

Ocurrido una semana después de una visita sorpresa del primer ministro indio, Narendra Modi, a Pakistán —la primera de un jefe de gobierno indio en diez años—, el asalto podría hacer peligrar el inicio de entendimiento entre las dos potencias nucleares.

El sábado, Pakistán condenó el asalto, calificándolo de “acto terrorista“.

Un teniente coronel muerto

Desde su independencia de Reino Unido en 1947, India y Pakistán han librado tres guerras por Cachemira, un territorio del Himalaya que ambos ocupan en parte y reclaman en su totalidad.

India acusa regularmente al ejército de Pakistán de proporcionar fuego de cobertura a los rebeldes que se infiltran por la frontera y organizan ataques en el sector indio de Cachemira, a menudo contra la policía local.

Un responsable militar indio contó a la AFP, bajo condición de anonimato, que una de las víctimas del sábado era un teniente coronel de la Guardia de Seguridad Nacional (NSG), una unidad de élite. El oficial trataba de desactivar una bomba cuando ésta estalló.

El domingo por la mañana se escucharon nuevas explosiones, si bien estas podrían ser detonaciones controladas de artefactos dejados por los atacantes.

El grupo islamista Jaish-e-Mohamed, prohibido en Pakistán, se opone al control de India sobre una parte de la región de Cachemira, donde el conflicto separatista ya ha dejado unos 100.000 muertos.

India acusa a Jaish-e-Mohamed del ataque en diciembre de 2001 al parlamento en Nueva Delhi, en el que murieron 11 personas. El asalto provocó una escalada militar en la frontera y llevó a ambos países al borde de la guerra.

Las autoridades elevaron el nivel de seguridad el viernes tras el ataque al vehículo de un alto responsable de la policía por cinco asaltantes vestidos con uniformes del ejército. El auto fue encontrado abandonado en la carretera que une Pathankot y Cachemira. Por el momento, se ignora si ese ataque y el de la base aérea están relacionados.