Los talibanes afganos difundieron el sábado un mensaje de audio atribuido a su líder, el molá Ajtar Mansur, en el que se afirma que las informaciones sobre su muerte en una disputa interna son mera “propaganda enemiga”.

“Grabé este mensaje para que todo el mundo sepa que estoy vivo”, afirma en este mensaje sonoro de más de 16 minutos un hombre que se presenta como Ajtar Mansur.

Añade que las informaciones sobre su muerte eran “rumores” para debilitar al movimiento islamista que, pese a las divisiones que surgieron a la raíz del nombramiento del molá Mansur el verano pasado, ha ganado terreno.

Altos funcionarios de los servicios de inteligencia afganos y varias fuentes talibanes habían afirmado que el molá Mansur había resultado gravemente herido tras una disputa entre líderes del movimiento en Kuchlak, cerca de la ciudad paquistaní de Quetta.

El viernes, un portavoz del gobierno afgano, Sultan Faizi, aseguró en Twitter que el molá Mansur había muerto.

“No hubo ninguna pelea, ninguna reunión y no he estado en Kushlak desde hace años. Todo eso es propaganda enemiga“, afirma sin embargo el hombre en el mensaje de audio enviado por un portavoz de los talibanes a los medios de comunicación.

Ajtur Mansur sucedió hace poco más de cuatro meses al jefe histórico de los talibanes, el molá Omar.

Fuentes independientes no han podido confirmar aún la autenticidad del mensaje, pero algunos comandantes talibanes aseguran que se trata de la voz del molá Mansur.

Sultan Faizi dijo no tener certeza de la autenticidad del mensaje. “Haremos nuestra propia evaluación”, escribió el vocero del gobierno afgano en su cuenta Twitter.

“Divergencias profundas”

El movimiento talibán guardó secreta durante más de dos años la muerte de su líder histórico, el molá Omar. Su muerte, ocurrida en 2013, fue apenas oficializada el 31 de julio de 2015.

Durante dos años, se siguieron difundiendo mensajes atribuidos al molá Omar.

“Los talibanes tienen un problema de credibilidad desde que admitieron haber escondido la muerte del molá Omar”, explica a la AFP el analista militar Jawed Kohistani.

De todos modos, el incidente parece demostrar las profundas divergencias en el seno de la insurgencia, y puede complicar los esfuerzos que están en curso para relanzar el diálogo entre Kabul y los talibanes, con la ayuda de Islamabad.

La celeridad del nombramiento del molá Mansur fue criticada por algunos sectores del movimiento rebelde, incluyendo la familia del molá Omar y jefes militares.

A inicios de noviembre se creó formalmente una facción disidente que escogió a otro jefe, el molá Mohamed Rasul.

Esta facción, partidaria de una línea dura y cercana al grupo yihadista Estado Islámico (EI), constituye un desafío mayor para las conversaciones de paz, actualmente suspendidas.

Al contrario, se considera al molá Mansur favorable al diálogo con el gobierno afgano.

Tras una primera sesión histórica en julio en Pakistán, las negociaciones fueron suspendidas con el anuncio de la muerte del molá Omar.

Los talibanes fueron expulsados del poder en Afganistán tras una intervención militar liderada por Estados Unidos, semanas después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Desde entonces, estos insurgentes yihadistas llevan a cabo una tenaz rebelión contra el gobierno afgano y sus aliados de la OTAN.