Una mujer intentó quitarse la vida acusando a una serie de desavenencias mantenidas con el párroco del pueblo de Sotaquí, región de Coquimbo.

Esta persona fue ingresada durante el día lunes al Hospital de Ovalle, tras haber sido rescatada por sus dos pequeños hijos, quienes fueron testigos de su acto. La vecina de Sotaquí se encuentra viviendo como allegada junto a su familia en un recinto de propiedad de la iglesia del pueblo.

Tras el pasado terremoto la casa en la que ella, su pareja y sus dos hijos vivían resultó seriamente dañada, por lo que la iglesia aceptó que ellos residieran por algún tiempo en los terrenos del templo.

“Después del terremoto, el sacerdote le cedió una parte a un costado de la iglesia, en donde había un comedor y unas bodegas que habían quedado habilitadas tras la reconstrucción de la iglesia. Aún no se le ha podido encontrar una casa donde vivir o donde se le pueda comprar. Ella tiene subsidio para la compra de una vivienda, pero por no encontrar una casa en Sotaquí no se ha podido hacer eso ”, cuenta Isabel Segovia, quien es presidenta de la Junta de Vecinos El Progreso de Sotaquí.

Por otro lado, ella recalca “eso fue un préstamo, una ayuda”, y cuenta que el sacerdote le ha pedido en reiteradas veces abandonar el lugar. “Hace tiempo que el sacerdote le estaba pidiendo insistentemente que dejara el lugar, pero ella dónde se va a ir”.

La dirigente aclara que la mujer se encontraba atravesando un cuadro depresivo, además de algunas complicaciones médicas, por lo que el desalojo y los conflictos con el párroco a cargo de la iglesia, le pasaron la cuenta.

Por su parte la hija de la mujer afectada, señala que la su progenitora permanece internada y en observación a la espera de ser atendida por un siquiatra. “Vamos a poner una querella en contra de él. De un principio la ayudó mucho, de un rato para otro la insulta y la corre, yo creo que no es bueno, no sé qué pensar de él”, puntualiza la hija de la mujer.

Por su parte Héctor Zambra, sacerdote de Sotaquí, niega rotundamente la existencia de malos tratos o agresiones verbales.

“A mí me extraña esa actitud porque lo que hemos hecho en la parroquia es ayudarla, ella no ha pagado un peso, ni de luz, de agua ni de arriendo. Le implementamos la casa para que viviera bien, le dimos alimento. La hemos apoyado, me extraña esa actitud, me da la sensación que está siendo mal asesorada en este momento. He recibido por otra parte unas críticas por parte de las señoras de la junta de vecinos de Sotaquí, con las cuales ella está trabajando. Entonces por ahí hay una cosa media rara”, cuenta Zambra.

El párroco manifiesta que la mujer debe desalojar el recinto debido a un contrato que ella suscribió con Serviu, el cual declara que debe hacer desalojo del inmueble durante diciembre.

“Aquí hay un contrato con el Serviu, el cual se hizo con ella. El contrato señala que debe abandonar este lugar en diciembre porque tiene un beneficio de 12 millones de pesos para comprar una casa, por lo tanto, mientras ella estaba acá el Serviu le daba un arriendo. Ella tenía claro que tenía que dejar las dependencias o, podría perder todos los beneficios”, explicó.

“Tuvo todo el año para buscar casa, teniendo el dinero, incluso nosotros también le ayudamos, le dimos datos y ella nunca hizo nada, siempre tenía una excusa. Lo que tiene que cumplirse es el contrato con el Serviu”, agregó Zambra.

La versión de Zambra señala que el contrato con el Serviu obliga a la mujer a hacer desalojo del recinto, mientras que la familia y el entorno de ella declaran, que aún no existe un lugar en el que pueda vivir.