El expresidente surcoreano Kim Young-Sam, cuya elección en 1993 supuso el fin de más de 30 años de régimen militar, murió este sábado (domingo en Corea del Sur) a los 87 años, a causa de una infección sanguínea, informaron fuentes médicas.

Kim fue un activista demócrata que a principios de la década de 1980 estuvo en arresto domiciliario durante dos años.

Durante su mandato (1993-1998), lanzó una gran campaña anticorrupción e hizo arrestar a dos de sus predecesores, los generales Roh Tae-Woo y Chun Doo-Hwan.

Al frente del país como primer presidente civil desde 1962, tuvo que lidiar con la primera crisis nuclear con Corea del Norte y la crisis financiera asiática de 1997-98, de la que salió gracias a una polémica ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Kim nació en 1927 en el seno de una rica familia de pescadores, cuando su país estaba bajo el dominio colonial japonés.

Fue miembro del partido gubernamental y elegido diputado en 1954, al año siguiente del fin de la guerra intercoreana 81950-53). Pero pocos meses después denunció la deriva autoritaria del régimen y se pasó a la oposición.