En prisión preventiva en el regimiento Tucapel de Temuco permanecen dos efectivos del Ejército en retiro, procesados como autores de los homicidios de siete personas en el denominado “Asalto al Polvorín” ocurrido tras la unidad militar en noviembre de 1973.

El auto de procesamiento fue dictado por el ministro con dedicación exclusiva para causas de violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Temuco, Alvaro Mesa, respecto de los militares en retiro Benjamín Rodemil Farías Lavín y Anacleto Aguirre Rivera, procesados como autores de los delitos de homicidio calificado de Florentino Alberto Molina Ruiz, Juan Antonio Chávez Rivas, Víctor Hugo Valenzuela Velásquez, Juan Carlos Ruiz Mancilla, Amador Francisco Montero Mosquera, Pedro Juan Mardones Jofré y Carlos Aillañir Huenchual, perpetrados en Temuco en noviembre de 1973.

En la causa el ministro Mesa logró establecer que al final del día 10 de noviembre de 1973, en circunstancias que los detenidos se encontraban recluidos en el gimnasio “chico” del regimiento Tucapel de Temuco, custodiados por soldados conscriptos de la Segunda Compañía de Cazadores pertenecientes a la “patrulla Chacal”.

Al atardecer los detenidos fueron sacados desde el regimiento, en un camión militar y trasladados hasta el sector del polígono de tiro “Isla Cautín”, tras la unidad militar donde fueron amarrados a unas estacas que se encontraban allí dispuestas en hilera, siendo ejecutados y rematados mediante ráfagas de armas de fuego, preferentemente en la cabeza, tras lo cual sus cuerpos fueron derivados a la morgue del hospital regional de Temuco.

La autoridad militar de la época elaboró un bando para ser publicado en la prensa del día siguiente, en el que se daba cuenta de un intento de asalto al polvorín de la Isla Cautín por parte de un grupo de extremistas, lo que sin embargo ha sido desvirtuado y establecido como falso por las investigaciones derivadas del múltiple asesinato.