La falta de deseo sexual es un problema que muchas parejas -especialmente las de larga data- enfrentan.

“A menudo, es el hombre que quiere sexo con más frecuencia, aunque esto no significa que las mujeres no les importe el sexo tanto como los hombres”, explica Barbara Markway, psicóloga con 20 años de experiencia en una columna publicada en el portal especializado en salud mental Psychology Today.

Lee también: El sencillo y rápido truco para impulsar el deseo sexual, según un estudio

Ella señala que en realidad las mujeres se preocupan bastante por el sexo, especialmente cuando están en una relación amorosa comprometida. “Desafortunadamente para algunas mujeres, y los hombres que las aman, una variedad de factores pueden impedir que las mujeres experimenten la sexualidad como una experiencia totalmente positiva”, afirma la especialista.

En este sentido, ella indica las razones más comunes por las que el deseo sexual se esfuma en ellas.

1. Factores fisiológicos

“En un nivel muy básico, las diferencias fisiológicas pueden hacer más difícil que una mujer experimente el deseo de sexo, excitarse durante el acto sexual, y tener un orgasmo”, indica Barbara.

Ella explica que hay investigaciones que han descubierto que la testosterona, considerada la hormona “masculina”, se encarga de alimentar el deseo sexual en ambos sexos, pero los hombres tienen 10 a 20 veces más testosterona que las mujeres.

“Otros factores hormonales también pueden causar que las mujeres tengan niveles variables de deseo a través del tiempo”, comenta la experta.

2. Factores psicológicos

“Las mujeres son mucho más propensas que los hombres a sufrir de depresión clínica, una condición que disminuye el deseo sexual. Irónicamente, los medicamentos más utilizados para tratar la depresión, por lo general no elevan el deseo sexual y, de hecho, pueden evitar que tengas un orgasmo”, comenta la especialista.

Además, dice la psicóloga, las mujeres también son más propensas a tener traumas relacionados con la sexualidad, que pueden hacer que -aunque quieran desesperadamente ser buenas amantes- sientan vergüenza, miedo, y rechazo hacia el sexo.

3. Imagen corporal

Éste es otro problema con el que las mujeres luchan con más frecuencia que los hombres, y que puede afectar en gran medida su visión de la sexualidad.

“Una de mis pacientes tenía un marido que con frecuencia veía revista PlayBoy y comparaba el aspecto de su esposa con el de las glamorosas modelos. No importaba que las mujeres tuviesen cirugía y sus fotos fueran expertamente photoshopeadas; él esperaba que su esposa fuera una gatita sexual. A pesar de ser muy atractiva, esta mujer estaba plagado de dudas e inseguridad sobre su apariencia, y a veces sufría síntomas de anorexia y bulimia”, reveló la profesional.

Barbara contó que su paciente sentía que cada vez que hacía el amor con su esposo, él estaba mirando cuán gorda estaba.

La especialista asegura que incluso las mujeres con las parejas más comprensivas pueden odiar sus cuerpos. “A las mujeres se les da el mensaje desde temprano en la vida que tienen que lucir bien y estar delgadas a toda costa. Combina esto con el proceso de socialización tradicional que enseña a las niñas a tener cuidado de su propia sexualidad, y se te hará más fácil ver por qué podría parecer que algunas mujeres no les importa el sexo”, manifestó.

4. El cansancio

Este factor también puede influir mucho, ya que varios estudios -dice la especialista- indican que aunque las cosas se han ido igualando, las mujeres aún asumen una cantidad desproporcionada de tareas domésticas, mientras cuidan a los niños e incluso trabajan a tiempo completo fuera de casa.

Esto, puede hacer sentir a las mujeres cansadas y desanimadas. “Ser la única persona en el matrimonio que se dedica a limpiar el baño definitivamente no es afrodisíaco”, comenta la profesional. En investigaciones sobre parejas casadas, se ha encontrado que los hombres que hacen más tareas domésticas y cuidan más de los niños, tienen mejores vidas sexuales y relaciones más felices.

Otras cosas que amenazan el deseo sexual

“Actualmente, la mayoría de las parejas están haciendo malabares con sus ocupadas agendas y el sexo no se siente como una prioridad”, dijo la experta en relaciones Andrea Syrtash en declaraciones recogidas anteriormente por BioBioChile. Y agregó que mientras menos relaciones sexuales tenga una pareja, menos se van a desear el uno al otro, por lo que “es esencial mantener la intimidad en tu relación”.

Para la experta, los principales culpables de sabotear tu deseo sexual y da sugerencias para mantenerlos a raya.

Están ocupados y tienen agendas que no coinciden: Sytarsh dice que ya sea que tú o tu pareja tienen turnos de trabajo opuestos o que su deseo sexual no coincide es mejor hablar de sexo en vez de evitar el tema. Sugiere hablar acerca de en qué momentos no se tiene ganas de tener relaciones, pero siempre sugiriendo alternativas. Por ejemplo, si en la noche estás muy cansada, sugiérele hacerlo en la mañana.

Aburrimiento en el dormitorio: Syrtash dice que si conectas con tus pasiones fuera del dormitorio es posible que recuperes algo de tu chispa. Por lo que afirma que “la mejor manera de ser apasionado en tu matrimonio es sabiendo qué te excita fuera de él. Cuando estás entusiasmada acerca de la vida y sus posibilidades, es más probable que canalices esta energía a tus relaciones”.

Finalmente, la experta enfatizó que independientemente de lo que esté afectando tu deseo sexual, el sexo necesita comunicación y negociación, al igual que cualquier cosa en tu relación de pareja. Y agregó que está bien que tú y tu pareja tengan diferentes preferencias y apetitos sexuales, pues es parte de la relación averiguar las necesidades de cada uno y llegar a un acuerdo.

“En lugar de dejar que días se conviertan en semanas y meses sin sexo, corta de raíz los problemas sexuales tan pronto como puedas”, puntualizó.