Congresistas y guerrilleros colombianos discuten este viernes en La Habana cómo refrendar los futuros acuerdos de paz: el gobierno y los parlamentarios quieren un “acto jurídico” que incluye un plebiscito, pero las FARC siguen empeñadas en la realización de una Constituyente.

“Eso estamos conversando muy amigablemente con los miembros de las FARC, pero también muy seriamente”, dijo a la prensa el presidente de la Cámara de Representantes, Alfredo Deluque.

Deluque, el presidente del Senado Luis Fernando Velasco y el presidente de las Comisiones de Paz, Roy Barreras, viajaron a La Habana para tratar de convencer a los representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de la viabilidad del plebiscito para refrendar las acuerdos de paz que deben firmarse el 23 de marzo, tras más de tres años de negociaciones en la isla.

Plebiscito contra Constituyente

La refrendación de los acuerdos de paz es uno de los seis puntos de la agenda que ambas partes discuten en las negociaciones de paz de La Habana, que comenzaron en noviembre de 2012.

El gobierno de Juan Manuel Santos propuso un “acto jurídico”, que incluye la realización de un plebiscito popular, pero también la entrega de poderes excepcionales al mandatario para decretar sobre asuntos en torno a ese tema, lo que despierta las suspicacias de la guerrilla.Santos trasladó hace tiempo la iniciativa al Congreso.

“Hemos venido adelantando el debate sobre una iniciativa legislativa presentada por el Ejecutivo bajo la forma de un acto legislativo y honrando la obligación del gobierno de garantizar la implementación de los acuerdos” de paz, dijo Velasco.

Las discusiones, que se desarrollan en el Palacio de las Convenciones de La Habana, sede de los diálogos de paz para Colombia, parece no llegaran a un consenso.

“Esperamos que los aportes hechos en estas horas de diálogo permitan entender a la delegación de la FARC que este mecanismo de refrendación popular es uno de los mecanismos, el más legítimo, el más democrático, el más popular”, dijo Barreras.

Pero la guerrilla parece inamovible en su propuesta de una Constituyente.

“Desde el inicio de estos diálogos no hemos ocultado nuestra inclinación por que el mecanismo de refrendación que adoptemos en la mesa sea el de la Constituyente, o la combinación referendo-constituyente”, dijo a los legisladores el principal negociador de las FARC, Iván Márquez, según un discurso entregado a la prensa.

Añadió que “de esa manera protegeríamos los acuerdos con un ropaje de granito para guarecerlos de los ataques y reversadas de los enemigos de la paz”.

FARC quiere más que actual Congreso

Para refrendar los futuros acuerdos de paz, la guerrilla pide un órgano de mayor representatividad que el actual Congreso.

“Una Constituyente, en las actuales condiciones, debe ser el resultado de un acuerdo de todos los actores políticos y sociales del país, estimulados por el propósito superior de la paz. Su fuerza irresistible está en la consulta a la nación en masa”, añadió Márquez.

En ese sentido, Velasco dijo que el Congreso “va a recibir las distintas opiniones de los las distintas fuerzas políticas, y es evidente que entre esas opiniones hay una opinión crítica de la derecha colombiana, que legítimamente va llevar sus argumentos”.

La derecha colombiana, liderada por el expresidente Álvaro Uribe, se opone a un acuerdo de paz con la guerrilla, contra la que pide mano dura militar.

“Esos argumentos (de la derecha) tendrán todas las garantías para ser debatidos”, dijo Velasco, quien se comprometió a conducir los debates “con plenas garantías y de manera pública y transparente”.

Ese compromiso “se extiende al apoyo irrestricto a todas las iniciativas que resulten necesarias para garantizarle a Colombia la paz estable y duradera que todos anhelamos”, añadió.

Una constituyente, dijo Márquez, “intervendría los organismos de control, generaría una reforma política profunda”.

El gobierno y la guerrilla, que retomarán el lunes sus negociaciones de paz, han alcanzado acuerdos parciales sobre la reforma rural, participación política y drogas ilícitas.

Las partes discuten actualmente el complejo punto sobre víctimas, “muy próximo a ser firmado”, según las FARC. Los temas pendientes son el de desarme de la guerrilla y el mecanismo para refrendar el eventual acuerdo de paz.