Uno de los dolores más profundo de su vida vive por estos días el actor canadiense Ryan Reynolds, quien este miércoles confirmó en las redes sociales el fallecimiento de su padre, James Reynolds.

El hombre de 74 años murió el domingo 25 de octubre en compañía de su familia en el hospital White Rock de Canadá, según confirma la revista de espectáculos Variety. Y aunque el actor no entregó mayores detalles del deceso de su padre, sí compartió una conmovedora foto de ambos en Twitter.

“Q.E.P.D. Pops. James C. Reynolds. 1941-2015″, escribió el protagonista de Deadpool junto a la imagen.

James Reynolds fue diagnosticado con parkinson en 1995 y desde entonces batallaba con la enfermedad. En 2008 su hijo comenzó a trabajar en pro de la fundación para la investigación de este problema creada por el actor Michael J. Fox. Hoy forma parte del consejo administrativo, por lo que usó la instancia para pedir a sus seguidores cooperar con la organización.

En una entrevista hace algunos años, la estrella de Hollywood recordó la peculiar relación que tuvo su padre con la enfermedad. “Tuve una extraña, diferente y rara historia con eso porque en realidad mi papá nunca dijo que tenía Parkinson. Él viene de una generación muy orgullosa. Y en realidad no lo hablaba mucho. Él, tal vez, lo dijo sólo una o dos veces en voz alta”, explicó.

Recordemos que en enero pasado el intérprete y su esposa Blake Lively se convirtieron en papás de una niña a quien llamaron James, en honor al padre de Ryan.

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De acuerdo a la docente de Terapia Ocupacional de la Universidad San Sebastián, Verónica Guerra, “la enfermedad de Parkinson es una patología neurodegenerativa de alta prevalencia, que se origina por la pérdida neuronal progresiva de la sustancia nigra, estructura que se encuentra en el cerebro y que tiene una importante función en el movimiento y control de la postura de los individuos. Es progresiva y hasta el momento no tiene cura”.

Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente y genera importantes niveles de discapacidad y dependencia. Afecta a hombres y mujeres, presentando una mayor frecuencia en los varones. Se inicia entre los 50 y 60 años, aunque existen casos de inicio más temprano.

Lentamente afecta el desempeño de las personas en las distintas esferas de la vida. Va deteriorando las habilidades motoras, cognitivas, emocionales y comunicativas, las cuales alteran la capacidad del individuo de involucrarse en actividades significativas, comprometiendo el ejercicio de diversos roles sociales.