La mayor refinería de petróleo de Venezuela, considerada la más grande del mundo, se hallaba fuera de operación el jueves por un fallo eléctrico que el gobierno atribuyó a un sabotaje.

Hay “un plan para sabotear los servicios públicos del país”, denunció el presidente Nicolás Maduro en un acto transmitido por VTV.

El incidente ocurrió en las refinerías de Amuay y Cardón, las principales del Centro de Refinación de Paraguaná, conformado además por la planta de Bajo Grande, señaló en un comunicado la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que opera el complejo.

“Ambas refinerías están fuera de funcionamiento”, declaró por su parte al canal gubernamental VTV Stella Lugo, gobernadora del estado Falcón (noreste), donde se sitúa esa infraestructura.

Una explosión en la planta de Amuay, registrada el 25 de agosto de 2012, dejó al menos 42 muertos, cerca de 80 heridos y cinco desaparecidos.

El presidente Maduro atribuyó la interrupción del suministro de energía a un “acto de sabotaje” de grupos opositores, que según dijo se suma a otro ocurrido el miércoles contra una planta eléctrica en el estado Zulia (norte).

El mandatario socialista ya ha denunciado en el pasado sabotajes en el centro de refinación y con motivo de otros cortes eléctricos, fallas en el metro de Caracas, así como en el funcionamiento de dispensarios médicos y la distribución de alimentos.

La falla de este jueves “dejó sin servicio eléctrico a ambas refinerías, además de la zona residencial de Judibana, sin haberse registrado incendios ni daños a trabajadores”, indicó PDVSA.

El suministro eléctrico se restableció horas más tarde, reportó la compañía.

Agregó que tras el corte “se activaron las medidas de seguridad del caso” y este jueves se procedía a la reactivación progresiva de las operaciones”.

“Las cuadrillas de trabajo de PDVSA trabajan para restituir el sistema eléctrico y luego hacer el arranque seguro en cada una de las plantas”, dijo la gobernadora, quien negó que haya habido una explosión en Amuay o que la comunidades vecinas hayan sido evacuadas.

PDVSA garantizó el suministro de combustible a todo el país pues, aseguró, el circuito de refinación venezolano “cuenta con suficiente inventario para atender la demanda nacional”.

El Centro de Refinación de Paraguaná tiene una capacidad de procesamiento de 635.000 barriles diarios, según la operadora.