Las fotografías siempre han sido parte importante de nuestras vidas. Si es solo cosa de mirar el pasado y detenerse a mirar los retratos que en los siglos pasados reinaban en las grandes mansiones de todo el globo.

Sin embargo, debido a la tecnología y los celulares con cámaras portátiles, surgió el gran fenómeno denominado Selfie, donde auto-retratarse se ha convertido en el máximo de los caprichos actuales; uno en que a diario sucumben miles de personas sin importar, sexo, edad o clase social.

Plano en que si hay alguien que resalta es Kim Kardashian. Ya que la socialité comparte en su perfil de Instagram decenas de autorretratos a la semana, incluso en uno de los episodios de su programa Keeping Up With the Kardashians reconoció haberse hecho 1.200 selfies durante un solo día. Descabellado!

Alta cifra que no deja a nadie indiferente frente al comportamiento un tanto maniático de esta diva de la televisión. Situación que puede resultar un tanto extraño, pero la figura siempre ha defendido su actuar un tanto extremo.

Tal es la repercusión que Kardashian alcanza con sus selfies, que el museo Madamme Tousseau de Londres ha anunciado que va a crear una estatua de cera en donde la celebridad posa tomándose una de esas fotos. Lo que para cualquier mortal puede ser una simple afición, para la mujer de Kanye West se ha convertido en todo un negocio que le genera grandes dividendos.

Tanto, que consiguió llegar a un acuerdo con la editorial Rizzoli para publicar Selfish, un libro que reúne algunos de los selfies más populares de toda su historia. El libro, cuyo título responde a un juego de palabras entre selfie y selfish (“egoísta”), ha animado a otras celebridades como el caso de Iggy Azalea, quien posiblemente también realice tal iniciativa.

YOUTUBE

YOUTUBE

Situación que genera que cientos de jóvenes vean a las selfies como un estilo de vida, y es cosa de revisar los millones de cuentas de Facebook e Instagram en donde plasman sus imágenes y se muestran orgullosos de tales publicaciones un tanto “egocéntricas”.

Situación que tras un año, las selfies han inundado nuestro vocabulario y hoy en día suma más de 280 millones de búsquedas en Google. Tal ha sido su revuelo que la prestigiosa enciclopedia francesa Larousse ha decidido incluir el término en su próxima edición de 2016, pese a las voces críticas que rechazan la inclusión de anglicismos.

¿Pero que hay tras esta manía por auto-retratarse? Si bien las modas van y vienen, al parecer esta aún no tiene fecha de vencimiento, hecho que se ve plasmado a diario ya que de forma constante nacen nuevos tipos de selfies que vienen a inundar el globo.

Situación un tanto preocupante para los profesionales de salud mental, pues a fines del pasado año se estimó que el 33% de las fotografías tomadas por adultos jóvenes eran selfies, es lo que señala el psicólogo José Antonio Molina, experto en adicciones y autor del libro SOS

En tal publicación el experto indica que “las personas habituadas a compartir autofotos de manera recurrente tienen rasgos más exhibicionistas y quieren mostrar que tienen una vida a partir de los autorretratos que publican, la cual no necesariamente es así. “Puede que sea solo un montaje inventado para la ocasión”.

Del mismo modo, el profesional indica en su ejemplar que “al mostrar su actuar cotidiano, los individuos dejan entrever una notoriedad que además tiene mucho que ver con la personalidad narcisista desarrollada”.

Una conclusión parecida es la que ha extraído un grupo de investigadores de la Universidad de Ohio (Estados Unidos), de un estudio realizado en el que se señala que las personas que publican imágenes de sí mismas tienen mayores niveles de narcisismo y psicopatía que el resto.

Aunque Molina señala en su texto que “ en España y en gran parte de occidente no hay datos contrastados sobre este tema, solo se puede tener en cuenta esta percepción desde un punto de vista psicológico”.