Cinco regiones de Bolivia rechazaron el domingo en referéndum sus estatutos autonómicos, pese a que tenían el apoyo del presidente Evo Morales, en un resultado interpretado por la oposición como un repudio a las aspiraciones reeleccionistas del mandatario.

Con una amplia participación que bordeó entre el 60% y 70% de los electores, los departamentos que fueron llamados a apoyar o rechazar sus estatutos autonómicos fueron La Paz, Potosí (sur), Chuquisaca (sureste), Oruro (oeste) y Cochabamba (centro).

Los estatutos son un mecanismo para que las regiones tengan mayor autonomía administrativa respecto al poder Ejecutivo, aunque la elaboración de las normas fueron poco divulgadas por los promotores. Estas propuestas, sometidas a referéndum, fueron elaboradas por asambleas legislativas regionales, controladas por el oficialismo.

En los otros cuatro departamentos no hubo votación (Pando, Beni, Tarija y Santa Cruz), pues aún elaboran sus cartas orgánicas. Según el primer conteo parcial de votos, elaborado por los tribunales electorales regionales, el NO se imponía en La Paz, sede de gobierno, con el 70,4%, y el SÍ se encontraba en 29,6%. Mientras que en Cochabamba el rechazo estaba en 71,7% y el apoyo en 28,3%.

En Chuquisaca la desaprobación estaba en el 75,1% y la aprobación en 24,9%. En Potosí, se registró el más alto índice de oposición, pues el NO se situó en 92,6% y el SÍ en 7,4%. En Oruro el rechazo se encontraba en el 76,5% y la aceptación en 23,5%. Unos 3,8 millones de personas fueron llamadas a sufragar en los cinco departamentos. El voto es obligatorio, bajo multa económica.

Rechazo a la reelección de Morales

La oposición, tras conocer los primeros resultados oficiales, consideró que el rechazo a los estatutos va en dos líneas: las cartas orgánicas no fueron el resultado de consensos regionales y la población dio un mensaje de rechazo al intento de reelección que busca el presidente Morales por un nuevo período (2020-2025), en vista de que fue él quien impulsó el SÍ.

Morales comenzó a gobernar en 2006, empalmó por un segundo mandato en 2010 e inició un tercero en 2015 hasta 2020. Empero, el Tribunal Constitucional falló en 2013 que el primer mandato no se tomaba en cuenta, pues esa gestión se cumplió bajo la antigua Carta Magna.

La actual Constitución, que rige desde 2009, sólo permite un mandato y una reelección consecutiva. Es por eso que el oficialismo acaba de plantear su reforma para un nuevo mandato de cinco años desde 2020 al 2025. Ese planteamiento aún debe ser aprobado primero por el Congreso, que después deberá convocar a otro referendo aprobatorio, probablemente en enero del próximo año.

El oficialismo no hizo hasta la noche del domingo ningún comentario oficial sobre los resultados, aunque el mismo mandatario aseveró más temprano que el resultado “no es un problema para (su partido) el MAS o el gobierno, (sino) responsabilidad de cada región”.

Pero la oposición considera que la reciente derrota en el referéndum sobre los estatutos, es una muestra que Morales no tendrá las cosas fáciles. “La población ha dado un contundente no a los estatutos, un contundente no a la corrupción y también un contundente no al proyecto de re-reeleccion” del presidente, aseveró el empresario y ex candidato presidencial de oposición, Samuel Doria Medina, en una primera evaluación.

Señaló que si bien las regiones exigen mayor autonomía respecto al poder central, este modelo de autonomías que propugnaba el oficialismo no era lo que esperaban los ciudadanos.

Además, consideró que la votación también implicaba un razonamiento popular respecto a la reelección que busca Morales. “El oficialismo convirtió esta votación en un plebiscito de respaldo, hasta el presidente Evo Morales pidió votar que sí, así que no pueden negar que esta es una derrota del gobierno”, remachó.

El gobernador opositor de La Paz, Félix Patzi, que anticipó su rechazo a los estatutos, aseguró que el resultado es “un indicador de lo que puede suceder en un referendo de reelección de Evo Morales, es una señal bien clara”.