El show Sábado Gigante bajó el telón tras 53 años ininterrumpidos al aire este sábado, cuando el presentador Don Francisco se despidió de los millones de telespectadores que lo siguieron semanalmente en Estados Unidos y América Latina.

“Aquí comienza la cuenta regresiva de Sábado Gigante. Gracias a la vida que me ha dado tanto”, fueron las palabras con las que abrió el último programa Don Francisco, el personaje jovial y de portentosa voz que desde hace medio siglo encarna el chileno Mario Kreutzberger, de 74 años.

La última edición del show de variedades, que detenta el récord Guinness por mayor longevidad, sirvió para hacer un repaso de los mejores momentos del programa, que comenzó en agosto de 1962 y desde entonces ha acumulado 2.800 capítulos y más de 20.000 horas de programación.

Luego de más de dos décadas en Chile, el programa se grabó desde 1986 en los estudios de Univisión, el canal hispano líder de Estados Unidos, ubicado en Miami, Florida (sureste). También llegó semanalmente a la mayor parte de los países latinoamericanos.

Captura de pantalla | Univisión

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Con “espíritu de celebración”, Don Francisco se tomó el tiempo para agradecer a todas las personas que hicieron posible el show, pero especialmente al “corazón de este programa, el público, que nos ha regalado 53 años”.

El animador pidió un aplauso especial y envió su solidaridad a su Chile natal, que sufrió esta semana un potente terremoto que dejó 13 muertos.

Como una muestra del peso del programa entre el público hispano, desfilaron por el plató o enviaron mensajes artistas como Shakira, Marc Anthony, Plácido Domingo, Enrique Iglesias, Juanes, y Daddy Yankee.

Captura de pantalla | Univisión

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Durante la emisión, destacó además el saludo del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la Primera Dama, Michelle Obama, a quienes enviaron buenos deseos en el cierre.

Captura de pantalla | Univisión

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Al cierre, el animador chileno invitó a su equipo de producción para decir hasta siempre. Luego saludó a su esposa y parte de su familia.

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Posteriormente, con sus compañeros, Don Francisco tomó un bus y salió del estudio con el mensaje “Hasta siempre”.

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Institución hispana

El programa de tres horas, una verdadera institución de la televisión en español, ofreció a varias generaciones de hispanos en Estados Unidos y de latinoamericanos una peculiar mezcla de espacios de concursos, humor, música y entrevistas a artistas de moda, presidentes estadounidenses como Barack Obama y George W. Bush y políticos latinoamericanos.

Fiel a su estilo, durante el último programa Don Francisco rifó tres automóviles, relató la historia de una niña que superó un cáncer, cantó, se colocó sombreros estrafalarios y entrevistó al presentador estrella hispano Jorge Ramos.

En las primeras filas de la audiencia estuvieron sentados los familiares de Kreutzberger: su esposa, con la que ha estado casado por 53 años, sus tres hijos y ocho de sus nueve nietos.

El show popularizó personajes como “La Cuatro” y “El chacal de la trompeta”, espacios como “El detector de mentiras” y concursos con mujeres en traje de baño como “Miss Colita”, todo grabado ante un público en vivo.

Don Francisco “es un ícono del entretenimiento, es una representación del latino en Estados Unidos y en el mundo”, dijo a la AFP la venezolana Tamara Fournel, de 44 años, que estuvo entre la audiencia del último programa.

Patricio Maldonado, chileno de 57 años que afirmó haber ido cuando niño al primer programa de Sábado Gigante en Santiago de Chile, dijo que el fin del show le deja un gran vacío. “Don Francisco es una persona que admiramos mucho los chilenos y los latinoamericanos”, afirmó.

Pese a que el programa llegó a ocupar el primer lugar de sintonía entre los hispanos en Estados Unidos la noche de los sábados con dos millones de televidentes, fue criticado por los espacios con mujeres en escasa ropa o por chistes tachados de homofóbicos.

Kreutzberger siempre se defendió alegando que su programa ofrecía lo que el público quería ver, a la vez que citaba la necesidad de pelear por el ráting.

El presentador chileno admitió en entrevista con AFP en días pasados que tras 53 años en pantalla se le agotaba el “combustible” para dar vida a Don Francisco, el siempre alegre presentador.

Pese a que culminó Sábado Gigante, Mario Kreutzberger mantiene su contrato con Univisión y no descarta regresar con otros proyectos.